
Traducido por: Merchita
E-mail: merchitacruz@gmail.com
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La cuestión del costo de inscripción en eventos espiritas, así como la de captación de recursos financieros, en general, para esos mismos eventos, retorna a la orden del día, pues está siendo motivo de serias discusiones, actualmente en nuestro medio.
En mi entender, esa cuestión presenta dos aspectos más relevantes, entre otros.
Un primer aspecto, que, al mismo tiempo, constituye un tema de fondo, dice respecto a la propia naturaleza religiosa de Iglesias, movimientos y corrientes que, en comparación con la práctica de la Doctrina Espirita, en la experiencia brasileña actual, lleva a reflexiones comparativas de esa práctica con la de aquellas Iglesias, en el campo de la comunicación mercadológica, mediática y masiva, con cultos en grandes espacios abiertos o cerrados, inclusive con la presencia de artistas y músicos, pastores-ancoras, exhibiciones con el testimonio de personas, supuestamente beneficiadas con curas, conquistas materiales de toda suerte, la fiebre del oro de las cotizaciones en bolsa.es todo la Espectacularización de la fe. Es, No se trata tanto de la demonización del diablo. Es la victoria en la vida a costa de la ceguera de la creencia y de un, progresivamente, elevado costo del premio del “seguro” de la realización de los anhelos materiales en calurosas y fuertes manifestaciones de esperanza espiral-espiritual.
Las más fuertes y consolidadas de esas Iglesias y movimientos usan y abusan de la televisión propia o de tiempo de televisión ajena, alquilados con dinero de los creyentes, hermanos y fieles.
Nada de eso forma parte del “show” de los espiritas y del Espiritismo. Al contrario, estos priman por la discreción, por la reflexión silenciosa. Los “amen” los “aleluyas” y los “vivas” no reverberan en los Centros Espiritas, verdaderos templos de estudios, oraciones, fuerzas del pensamiento, sentimiento, del sensorial, del cativo-sensitivo-humanista. Quiere decir, el Espiritismo es la predicación de pequeños cultos del hombre por el hombre, como el hombre hecho carne, más conscientemente, pronto se hará Espíritu.
La Espectacularización de eso es en anti espiritismo. Sería un Espiritismo, caminando para vivir de “Shows” de comunicación en grandes auditorios. Se cobra una “contribución compulsoria” de los participantes; en todo el pasaría a concurrir con las Iglesias del mercado, que chupan la fe, la esperanza, peor, la necesidad de quien, por esta propia naturaleza, necesita más de lo que no necesita. ¿Y quien serian los “pastores” de la comunicación? Los que intervienen, los conferencistas, los adoctrinadores nacionales, y extranjeros? Ora, que vengan estos, si quisieran, traer su contribución “superior” al desenvolvimiento del permanente proceso de “superación” de aquellos que se entregan a las misiones individuales y sociales espiritas.
Llegan a ser groseras algunas manifestaciones de aquellos que proponen el camino en la tendencia a la Espectacularización del Espiritismo. Es la tendencia a “tener”, superando la tendencia a “ser”.
Un segundo aspecto, que es un contrapunto del primero, es la humildad, el despojamiento, el desprendimiento, el descenso al nivel de los participantes, la interlocución, el dialogo, todo eso es el Espiritismo, practicado y enseñado, principalmente, por los cultores y divulgadores de la Doctrina Espirita, a la voz sorda de los libros, o la voz baja de las predicaciones.
Más allá, el verdadero espirita tiende a ser un pobre rico. Los espiritas vanidosos, orgullosos, que adoptan el lema del “cueste lo que cueste”, tienden a ser ricos pobres. Ningún espirita convencido, ningún médium verdadero, ningún teórico de la doctrina puede o, al menos, debe discrepar de esa realidad en la cual su perfil de espiritista y espiritualista está trazado.
Si prefieren una posición más voluminosa de adeptos espiritas, no completamente desafectos de pocas y especificas alternativas de financiación alternativa a los eventos espiritista, creo que la posición adoptada por Federación Espírita del Paraná sea, plenamente, aceptable.
Nada más allá de eso, bajo pena de destruir, poco a poco el Espiritismo en Brasil. Nuestros creyentes pueden venir a transformarse en des-creyentes.
Estemos, pues, en disposición para actuar contra ideas que denigran la pureza de la doctrina espirita, pues tras de nosotros vienen nuestros herederos, a enfrentar un mundo en momentos de gran y mayor inquietud moral, y, para ese enfrentamiento, deberán estar bien apoyados en la fe razonada, o sea en la Doctrina Espirita, única con texto religioso, filosófico y científico capaz de elevar las conciencias en desajuste a planos superiores.
Vania Borges Camargo
E-mail: vaniabc@brturbo.com.br
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