UANA DE ARCO UN ICONO FRANCÉS Jorge Hessen

Traducido por: Mercedes Cruz Reyes 

Madri/Espanha

 Estudiamos en León Denis que Juana de Arco era hija de pobres labradores. Aprendió a hilar la lana con su madre y protegía el rebaño de ovejas. Tenía tres hermanos y una hermana. Era analfabeta, porque el trabajo le absorbía todas sus horas. El pueblo estaba bastante apartado y los rumores de la guerra tardaron en llegar. Finalmente, un día, Joana entró en contacto con los horrores de la guerra, cuando las tropas inglesas se acercaron y toda la familia tuvo que huir y esconderse.

A los 12 años comenzó a tener visiones. Era un día de verano, al mediodía, Joana estaba rezando en el jardín cerca de su casa, cuando escuchó una voz que le dijo que confiara en el Señor. [1] La figura que vio, identificada como la del arcángel San Miguel. Dos mensajeros espirituales la acompañaron (Catarina y Margarida), "santas" según la Iglesia que frecuentaba. A la edad de 17 años, Joanna, dulce y amable, va a su misión acompañada de su tío Durand Laxart y se presenta al comandante, hablando de su misión en nombre de las voces que la condujeron, desde entonces hay grandes obstáculos en su vida hasta La liberación de Francia, cuando la virgen de Lorena tenía solo 19 años.

Poco después del final de la guerra, Joanna es arrestada por las fuerzas inglesas y condenada a muerte en la hoguera, condenada como bruja, hechicera y hereje por la Santa Inquisición. Finalmente, el 30 de mayo de 1431, la mayor heroína de Francia es quemada en la plaza pública. El día de su muerte, por lo tanto, no solo hubo enemigos que la declararon apóstata, idólatra, e impúdica o amigos fieles que la veneraron como santa. También hubo personas desagradecidas que la olvidaron, por no mencionar a los indiferentes, que no se preocupaban de ella, y personas inteligentes que se jactaban de que nunca creyeron en su misión, o que creyeron poco en ella. [2]

En su carácter admirable, se funden las cualidades aparentemente más contradictorias: fuerza y dulzura, energía y ternura, previsión, ingenio, una mente viva, ingeniosa y penetrante, capaz de, en pocas palabras claras y precisas, resolver las cuestiones más difíciles y las situaciones más ambiguas. . Su aire angelical refleja: ingenuidad y sabiduría, humildad y altivez, ardor varonil, angustia y pureza y, sobre todo, bondad infinita. Todas las virtudes la adornaban. Ella era un rastro de luz que iluminaba la terrible noche de la Edad Media. [3]

Cuatro siglos más tarde, en París, El Espíritu de Juana de Arco dirigió y la mediumnidad de la joven Ermance Dufaux, que todavía tenía 14 años cuando psicografió la obra "Historia de Juana de Arco, dictada por ella misma". Es de destacar que de las 300 obras quemadas en la plaza pública en el Auto de fé en Barcelona, hubo algunos volúmenes de esta obra psicografiados por Ermance.

En el capítulo XXXI de El Libro de los Médiums, que salió a la luz en el año 1861, cuando el Codificador reúne Disertaciones Espiritas, le da a Juana de Arco el número 12, donde ella se dirige a los médiums, en particular, invitándolos a hacer ejercicio de la mediumnidad. También les recomienda que confíen en su ángel guardián y que luchen contra el escollo de la mediumnidad que es el orgullo. Consejo que ella, en su vida terrenal, como médium, había seguido muy bien.

“El papa Calixto III, en 1456, por una comisión eclesiástica, pronunció la rehabilitación de Juana y se declaró, por una sentencia solemne, que Juana murió mártir por la defensa de su religión, su país y su rey. El Papa realmente quería canonizarla, pero su coraje no fue tan lejos. [4] La Iglesia, arrepintiéndose del grave error cometido por la Inquisición, trató de rehabilitarla y la beatificó el 24 de abril de 1909, en la Catedral de San Pedro, en el Vaticano, en Roma, bajo una enorme pompa, bajo la dirección del Papa Pío. X, frente a más de 30,000 personas presentes. En 1920, fue canonizada, recibiendo el título de "santa".

Juana de Arco no es un problema ni un misterio para los espiritas. Es un modelo eminente de casi todas las facultades mediumnicas, cuyos efectos, como muchos otros fenómenos, se explican por los principios de la doctrina, sin la necesidad de buscar su causa en lo sobrenatural. Ella es la confirmación brillante del Espiritismo, de la cual fue uno de los precursores más eminentes, no por sus enseñanzas, sino por los hechos, así como por sus virtudes, que denotan en ella un Espíritu superior. [5]

“No hay muchos personajes históricos que hayan estado, más que Juana de Arco, expuestos a la contradicción de los contemporáneos y la posterioridad. Sin embargo, no hay ninguno cuya vida sea más simple o mejor conocida”. [6] Tenemos que aprender de estos Espíritus para desarrollar disciplina, seriedad y planificación organizada en nuestro carácter, que son virtudes para ser conquistados por todos los Espíritus que aún no los tienen, durante las reencarnaciones.

Referencias bibliográficas:

[1]           DENIS Leon. Joana D’Arc médium, RJ: Ed. FEB, 1971

[2]           KARDEC, Allan. Revista Espírita, dezembro de 1867,  Jeanne d'Arc e seus comentadores             

[3]           DENIS Leon. Joana D’Arc médium, RJ: Ed. FEB, 1971

[4]           KARDEC, Allan. Revista Espírita, dezembro de 1867,  Jeanne d'Arc e seus comentadores

[5]           Idem  

[6]           Trecho do artigo é extraído do Propegateur de Lille, de 17 de agosto de 1867 e publicado na Revista Espírita 1867