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quinta-feira, 26 de maio de 2016

EXPERIÊNCIA “PRE MUERTE” SANCIONA LA INMORTALIDAD - Jorge Hessen


Traducido por: Mercedes Cruz Reyes
Madri/Espanha

En 1998, durante una regata, Lars Grael, regatista brasileño, detentor de 2 medallas olímpicas, tuvo 2 paradas cardíacas tras su pierna derecha haber sido cortada por una lancha que lo atropello cuando navegaba en Vitória. Al ser amputada su pierna y perder mucha sangre, Grael tuvo paradas cardíacas y conoció una experiencia de casi la muerte. En las palabras del propio Lars, “fue una experiencia muy difícil de describir”. El médico José Carlos Ramos de Oliveira, otro sobreviviente de parada cardíaca, endosa la sensación de Lars: “solo quien paso por eso sabe lo que es una “experiencia de casi la muerte”. Otro caso fue el de Maria Aparecida Cavalcanti, locutora de radio y profesora universitaria en São Paulo, que afirma haber pasado por 3 “experiencias de casi muerte”. El relato siguiente se refiere a la segunda de esas experiencias, ocurrida tras de un desastre automovilístico en Santa Catarina, en 1994.

"En el momento del accidente, yo me sentí tragada por un ‘túnel de viento’. Quede fluctuando en el asfalto y viendo el coche capotar en un barranco. Otro coche paro y 3 hombres salieron de él. Uno de ellos bajo por la colina y dijo: ‘Hay una mujer muerta allí’. Era yo. No tuve ningún choque al ver el cuerpo – apenas lamenté, en pensamiento, lo que había sufrido. Fuera del cuerpo, conseguía divisar en todas las direcciones al mismo tempo. Entonces yo divise 2 personas fluctuando por encima de la colina.  Una de ellas era una mujer morena. La otra, la silueta de un hombre alto, me pareció conocida – a pesar de ser transparente. La moza estiró el brazo derecho y dijo, sin mover la boca: ‘tenga calma; eso está en su programación’. Esa frase funciono para mí como una señal. Era como se yo rescatase toda mi memoria. Deslice en dirección doble, más recordé que mi único hijo de 12 años estaba solo en un chalé sin vecinos y sin teléfono. Alguien precisaba rescatarlo. En ese mismo instante, fui tragada de nuevo por el túnel y volví al cuerpo. Entonces sentí un dolor horrible. Fue el único gesto de avisar a familia sobre el accidente y rescatar a mi hijo."[1]

O Dr. Raymond Moody popularizo el término "experiencia de casi-muerte" en su libro "Vida después de la vida", escrito en 1975. Posteriormente, en 1982, el pesquisidor George Gallup Jr. y William Proctor publicaron la "Aventuras en la inmortalidad", un libro que aborda la "experiencia de casi-muerte" basado en dos pesquisas del Instituto Gallup, reflejando específicamente la casi muerte y la creencia en la vida tras la muerte. Otro distinto estudioso Kenneth Ring, uno de los más prolíficos pesquisidores y autores de estudios sobre "experiencia de casi-muerte", relata un gran número de individuos que adquirieran autoconfianza y se tornaran más extrovertidos atrás la experiencia. Kenneth también verifico que las personas que pasan por la "experiencia de casi-muerte" tienden a percibir un aumento en el sentido de sentimientos religiosos y creencia en un mundo espiritual.

Las teorías que explican las “experiencias de casi-muerte" caen en dos categorías básicas: explicaciones científicas (incluyendo médicas, fisiológicas y psicológicas) y explicaciones transcendentes (incluyendo espirituales y religiosas). Obviamente, esas últimas no pueden ser probadas ni negadas. La explicación metafísica más común es que alguien que pasa por una "experiencia de casi-muerte" está, en verdad, experimentando y recordando cosas que acontecieran con su conciencia no corpórea (espiritual).

Es natural que la ciencia clásica – cuya realidad solo admite lo que puede ser observado y medido – no corrobora la retórica mística, mas no ofrece medios de resolver esa cuestión, los científicos solamente han comprobado que las drogas cetamina [2] y PCP (clorhidrato de fenciclidina), por ejemplo, pueden crear sensaciones en los usuarios que son casi idénticas a muchas "experiencias de casi-muerte". Obviamente, eso apenas raspa la superficie de las explicaciones posibles para una "experiencia de casi-muerte".

Relatos sobre visiones de lo que ocurre 'en el lado de allá' son tan antiguos como las pirámides egipcias, las epopeyas griegas y los registros de las civilizaciones indianas y chinas. En la obra “República”, de Platón se narra la historia de un soldado muerto por el enemigo que viajó para la Tierra de los Muertos, mas fue prohibido de beber del Rio del olvido porque tenía que retornar a la vida. Relatos más actuales de visiones cerca de la muerte fueron hechos por Ernesto Bozzano en 1908. El describió que muchas personas, en su lecho de muerte, afirmaban ver personas conocidas que ya habían muerto. En 1927, el físico inglés sir William Barret, miembro da Royal Society, público el libro Deathbed Visions, en el cual relata que esas personas no solo veían parientes y amigos fallecidos, más contaban historias de otros mundos. En la década de 1960, el parapsicólogo americano Karlis Osis hizo un estudio-piloto sobre esas visiones y encontró algunas coincidencias, como el hecho  de la mayoría de los testimonios referirse a conversaciones  con personas ya muertas.

Para algunos pesquisidores tales experiencias surgieron en la existencia de la mente, o conciencia, independientemente del cerebro, el mismo de la existencia y sobrevivencia del “alma”. Obviamente que otros pesquisidores, los materialistas, tienen la convicción de que tales experiencias son apenas el producto de un cerebro en estado fisiológico alterado. Obviamente eso no invalida sus pesquisas, pues los Benefactores del Más Allá explican que “así como el Espíritu actúa sobre la materia, también esta reacciona sobre él, dentro de ciertos límites, y puede acontecer que el Espíritu se impresione temporalmente con la alteración de los órganos por los cuales se manifiesta y recibe las impresiones”. [3]

La Doctrina Espírita ofrece elementos que permiten concluir que muchas de las “experiencias y casi muerte” resultan del desligamiento parcial del periespiritu. En la cuestión 157 de El Libro de los Espíritus (LE) Kardec indagó: ¿En el momento de la muerte, el alma siente, alguna vez, cualquier aspiración o éxtasi que le haga entrever el mundo a donde va entrar de nuevo? Los Espíritus esclarecieron el tema respondiendo: “Muchas veces el alma siente que se deshacen los lazos que la prenden al cuerpo. Ya en parte desprendida de la materia, ve el futuro desdoblarse ante sí y goza, por anticipación, del estado de Espíritu.”[4]. En la cuestión 407 el Codificador preguntó: ¿Es necesario el sueño completo para ja emancipación del Espíritu? Los Seres del Más Allá respondieron: “No; basta que os sentidos entren en letargo para que el Espíritu recobre su libertad. Desde que haya postración de las fuerzas vitales, el Espíritu se desprende, tornándose tanto más libre, cuanto más débil sea el cuerpo.” [5] Además de eso, en la cuestión 424 el maestro lionés pregunto de forma sutil: “¿Por medio de cuidados dispensados a tiempo, pueden reatarse lazos prestos a deshacerse y restituirse a la vida un ser que definitivamente moriría si no fuese socorrido? La respuesta: “Sin duda y todos los días tenéis la prueba de eso.”[6]

La muerte no es más la misma. Hoy un corazón parado no significa que su dueño vaya, necesariamente, a pasar para el “lado de allá”. Gracias a una serie de procedimientos médicos y un aparato llamado desfibrilador, una parcela razonable de pacientes dados como muertos han sido “resucitados” en las UCIS de todo el mundo. Varias de esas personas tienen historias para contar. Son historias que desconciertan a la ciencia con preguntas muy difíciles – y que solo ahora comienzan a ser respondidas. Las "experiencias de casi la muerte" parecen ofrecer alguna esperanza de que la muerte no es necesariamente algo a ser temido, ni es el fin de la consciencia. Mismo la ciencia tiene dificultades para lidiar con la muerte - la comunidad médica se ha debatido por décadas con definiciones específicas para la muerte clínica, muerte orgánica y muerte cerebral.

Nota y referencias bibliográficas:

Traducido por: M. C. R

[1]           Disponible en < http://super.abril.com.br/ciencia/na-fronteira-da-morte > accesible el día 21/05/2016
[2]           Es una droga disociaría usada para fines de anestesia, con efecto hipnótico y características analgésicas
[3]           Kardec Allan. El Libro de los Espíritus, cuestión 374a, Rio de Janeiro: Ed. FEB 2001
[4]           Ídem cuestión 157
[5]           Ídem cuestión407
[6]           Ídem cuestión 424

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