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Traducido por: Mercedes Cruz Reyes
Madri/Espanha
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El ex-presentador de TV Gugu Liberato permanecerá presente en el recuerdo de la familia, millones de fanáticos y receptores enfermos de sus órganos. La familia del presentador hizo la cuestión de cumplir un deseo que Gugu siempre expresó: la donación de órganos. Pues es que cuando vivía Gugu decía que “Dios en su infinita bondad nos da la oportunidad de la vida. Ahora yo sigo adelante por un camino que me llevara más cerca del Padre. Y en este momento quiero practicar las enseñanzas del Maestro Jesús. Así como El compartió el pan con los suyos, yo comparto mi cuerpo con aquellos que necesitan una nueva oportunidad de vivir. A mis familiares yo agradezco por haber realizado mi voluntad. Tengan la certeza que, a partir de ahora, yo estaré latiendo en muchos otros corazones y compartiendo mi vida con otros hermanos. Que yo sea un instrumento de amor, oportunidad y de luz.” [1]
Observamos que la donación de los propios órganos era un deseo del presentador y los órganos que le fueron retirados podrán beneficiar a cerca de 50 personas. Más, la gran algazara del asunto (donación de órganos) es la muerte encefálica, en la vigencia de la cual los órganos o partes del cuerpo humano son extraídos para utilización inmediata en enfermos de ellos necesitados. Estar en muerte encefálica es estar en una condición de parada definitiva e irreversible del encéfalo, incompatible con la vida y de la cual nadie jamás se recupera.
Habiendo muerte cerebral, verificada por exámenes convencionales y también apoyada en recursos de moderna tecnología, apenas los electrodomésticos pueden mantener la vida vegetativa, algunas veces por tiempo indeterminado. Es en ese estado que se verifica la posibilidad del donador de órganos "morir" y solo entonces sus órganos pueden ser aprovechados – ya que los órganos sin irrigación sanguínea no sirven para trasplantes.
¿Sería la eutanasia? ¡Evidentemente que no! La eutanasia de modo alguno se encajaría en esos casos de muerte encefálica comprobada. La medicina, en todo el mundo, tiene como certeza que la muerte encefálica, que incluye la muerte del tronco cerebral (2) solo tendrá constatación a través de dos exámenes neurológicos, con intervalo de seis horas, y un complementario. Por lo tanto, cuando se encuentra el cese irreversible de la función neural, este paciente estará muerto, por unanimidad en la literatura médica.
La temática "donación de órganos " es bastante contemporáneo en el escenario terreno. Sobre el asunto, talvez, porque las informaciones sean destorcidas, hay el recelo del desconocido que paira en lo imaginario de muchos hombres. Inclusive algunos espíritas se recusan a autorizar, en vida, la donación de sus propios órganos tras la desencarnación.
La donación de órganos para trasplantes es doctrinariamente válida. “Si la misericordia divina nos confiere una organización física sana, es justo y válido, después de nosotros habernos servido de ese patrimonio, ofrecerlo, gracias a las conquistas valiosas de la ciencia y de la tecnología, a los que estuviesen en carencia a fin de continuar la jornada.”. (3)
Chico Xavier afianzaba que “trasplante de órganos, en la opinión de los Espíritus sabios, es un problema de la ciencia muy legítimo, muy natural y debe ser llevado adelante.”. Los Espíritus, según Chico Xavier, “no creen que el trasplante de órganos sea contrario a las leyes naturales. Pues es muy natural que, al desconectarnos del cuerpo físico, vengamos a donar los órganos prestados a compañeros necesitados de ellos, que puedan utilizarlos con provecho”. (4)
No hay reflejos traumatizantes o circundantes en el periespíritu en relación con la mutilación del cuerpo carnal, es decir, el donante de córnea, por ejemplo, no volverá "ciego" al Mundo Espiritual. Si, fuese regla general sentir impacto del cuerpo físico del donante en el cuerpo espiritual, ¿qué sería de aquellos que son aplastados en desastres de tráfico tendrían sus cuerpos carbonizados por el fuego o pulverizados en una explosión? ¿Qué pasa con la cremación, que reduce el cadáver a cenizas?
La donación de órganos no afectará el cuerpo espiritual del donante a menos que creamos que la Ley de Dios es injusta y que estamos en el Planeta a la deriva de Su Suprema Bondad y Providencia. Recordemos que en los Estatutos del Creador no hay lugar para la injusticia y el trasplante de órganos es una valiosa oportunidad, entre muchas otras, puesta a disposición del hombre para el ejercicio del amor.
Además, si hoy somos donantes, mañana podemos ser (o nuestra familia y amigos) receptores de órganos. Para la mayoría de las personas, el tema de dar es tan remoto y distante como la muerte. Más para aquellos que están en una gigantesca fila esperando un órgano para trasplante, significa la única posibilidad de vida. ¿Quién nos garantiza que no seremos los siguientes en la fila?
¡Pensemos en ello!
Referência bibliográfica:
[1] Disponível em https://g1.globo.com/pop-arte/noticia/2019/11/24/corpo-de-gugu-liberato-e-levado-a-instituto-de-necropsia-apos-cirurgia-para-doacao-de-orgaos.ghtml acesso em 06/12/2019
[2] O tronco cerebral, e não o coração, é reconhecido como o organizador e "comandante" de todos os processos vitais. Nele está alojada a capacidade neural para a respiração e batimentos cardíacos espontâneos; sem tronco ninguém respira por si só.
[3] Franco, Divaldo Pereira. Seara de Luz, Salvador: Editora LEAL [o livro apresenta uma série de entrevistas ocorridas com Divaldo entre 1971 e 1990.]-
[4] Entrevista de Francisco Cândido Xavier, à TV Tupi, em agosto de 1964, publicada na Revista Espírita Allan Kardec, ano X, n°38
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