A LUZ NA MENTE

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terça-feira, 7 de junho de 2011

UTILIZACIÓN DE LA TRIBUNA ESPIRITA


Traducido por Merchita

merchitacruz@gmail.com


¿Cómo se debe utilizar la tribuna espirita? El orador al valerse de la tribuna, en nombre de Jesús, precisa recordar que toda palestra debe ser una herramienta sublime de diseminación del amor y de la humildad. A través de la tribuna, el mensaje espirita cristiano ha llegado, diariamente, al gran público, en los millares de Centros y otras Instituciones Espiritas que existen en este país. Una palabra inadecuada puede macular la bandera más noble, por eso el orador precisa “callar cualquier propósito de destaque, silenciar exhibiciones de conocimientos, utilizar la sencillez, evitar alardes, sensacionalismo.” (1) todo lo que el conferenciante dijera o hiciera repercutirá, ante sus oyentes, a favor o descredito para el Espiritismo. Todas las propuestas podrán malograr, en el caso de que el expositor no se esfuerce en practicar lo que predica.

2El orador es responsable por las imágenes que plasme en las mentes que lo oyen”(2) En el uso de la palabra (el mayor vehículo de comunicación entre lohombres), hay necesidad de mucho equilibrio y sensatez. Importa hablar sin dramatismo, sin espejismo, sin afectación, sin arrogancia, sin empatía, sin ostentación, pues, de lo contrario, el publico cambiará la actitud receptiva inicial para tornarse refractario y hasta hostil al final de la palestra. Por esa razón, es crucial hablar con dulzura y firmeza, sin imitación de gestos, voz, fraseado o estilo de otro orador, mostrándose sencillo y atento, vibrando simpatía y benevolencia.

Mientras precise batallar incansablemente en el esclarecimiento general, usando procesos justos y honestos, no puede olvidar que “la propaganda principal es siempre aquella desenvuelta por los propios actos de la criatura, a través de la ejemplificación elocuente de la reforma intima, en los padrones del Evangelio.”(3) Debe hablar con el corazón transbordante de luminosa y pura fe, actuar de forma natural y entusiasta, impregnado de aquella fuerza que el ideal superior y la asistencia de los Buenos Espíritus le transmiten. “El campo de estudio perseverante, con el esfuerzo sincero y la sana meditación es el gran vehículo de amplitud de la intuición, en todos los aspectos”(4) Es obvio que no se puede decretar que sea perfecto, por el simple hecho de ser conferenciante, pues es un ser humano caracterizado por muchas imperfecciones. Sin embargo, es necesario que todos aquellos que predican la Doctrina emprendan los mayores esfuerzos para ejemplificar aquello que enseñan.

A los conferenciantes candidatos al estrellismo, importa que no “decoren simplemente” cualquier texto de libros espiritas para recitarlos, como habladores, pues la expresión maquinal no agrada a quien la oye y, sobretodo, a Dios. los espíritus nos recomiendan en las conferencias el “gobierno de las propias emociones, sin amargura, sin nerviosismo y sin payasadas "(5), más, algunos son abusivamente “satíricos” (destinadas a hacer reír a la audiencia de los oyentes), otros no consiguen despedirse del brillo de la ostentación, santificaciones, endiosamientos y euforia proselitista. Algunos “dioses de la tribuna” fuerzan palabras “melosas, mansas” que llegan a quedar pálidos cara al hercúleo esfuerzo para demostrar mansedumbre, otros cargan un eterno sonrisa con dientes trincados (presionando con fuerza los de abajo con los de arriba) en la tentativa de demostrar simpatía que más parece estar con cólico renal. Todo eso es urgente evitarlo.

En el ardiente deseo de llamar la atención ajena, muchos oradores quieren ser aplaudidos y venerados ante los otros. Actualmente, se adopta asustadizamente el hábito de los dirigentes incautos de exaltar oradores en público. Esas magnificencias y grandilocuencia, observadas alrededor de algunos oradores famosos, es bien la repetición de los esplendores del cristianismo, seminarios y otros “encuentros” que veneran esparcir autógrafos, complementándose de ovaciones que algunas veces han conferido aureola de casi oráculos sagrados. Infelizmente van eludiéndose, creando la efigié de intocables, “emisarios de la paz”, embajadores del bien”. No será imposible a algunos centros “espiritas” edificar altares en sus homenajes en próximo futuro.

El liderazgo del actual movimiento espirita acredita que agenciando muchos congresos y seminarios estará multiplicando la divulgación, como si eso fuese la necesidad inmediata del Espiritismo, y, aun cobra tasas para esos eventos. Todavía, jamás olvidemos que “la dirección del Espiritismo, en su función de Evangelio redivivo, pertenece a Cristo y sus propuestas [espirituales], antes de cualquier esfuerzo humano, precario es perecible.” (6) El Espiritismo en sus valores cristianos “no posee finalidad mayor que la de restaurar la verdad evangélica para los corazones desesperados y que en nada creen del mundo. La obra definitiva del Espiritismo es la de la edificación de la conciencia profunda en el Evangelio de Jesucristo.”(7)

Muchos oradores son sumisos a las cargas sociales en la búsqueda de miembros (la adulación) de los demás, “cuando permanecen en la posición de permanentes esclavos y pendientes del aplauso hipócrita y del barniz, de la lisonja, condicionándolos a vivir sin disfrutar de la libertad de conciencia, sometiéndolos a ser manipulados por los juicios y opiniones ajenas.” (8)

El orador debe asimilar, con reverencia y humildad, todo análisis crítico, procurando ponderar, con atención, su trabajo, y, así, perfeccionar, cada vez más, la tarea que le cabe. Debe reaccionar con todas sus fuerzas contra los “confetes y lisonjas, para que la vanidad no le vaya a toldar el propio campo de acción, y más aun, nunca debe juzgarse indispensable o excepcional, creando exigencias o solicitando consideraciones especiales.

Jorge Hessen

http://jorgehessen.net

Referências bibliográficas:

(1) Vieira, Waldo. Conduta Espírita, Ditado pelo Espírito André Luiz, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 1991, Na Propaganda

(2) Idem - Cap. 14).

(3) Idem Na Propaganda

(4) Xavier, Francisco Cândido. O Consolador, ditado pelo Espírito Emmanuel, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, perg. 122).

(5) ______, Waldo. Conduta Espírita, Ditado pelo Espírito André Luiz, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 1991, Na Tribuna

(6) _______, Francisco Cândido. O Consolador, ditado pelo Espírito Emmanuel, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, perg. 218

(7) Idem perg. 219

(8) Xavier, Francisco Cândido. Saudação do Natal – Mensagem “Trilogia da vida”, ditado pelo espírito Cornélio Pires , SP: Editora CEU, 1996

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