
Traducido
por: Merchita
E-mail: merchitacruz@gmail.com
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¿La clonación humana es defendible? ¡Esa es la pregunta! El asunto es intrigante e impone debate más amplio. No hay respuestas definitivas para el problema. ¿Cuál es la mejor actitud frente a la bioética de ella? La respuesta no es fácil. El tema aun es asustadizo, todavía, invariablemente, será una práctica rutinaria en los siglos futuros, atendiendo a cuidadoso planeamiento que envolverá Espíritus encarnados y desencarnados. Actualmente, es complejo el asunto, por eso, suscita problemas y dudas.
Para algunos, el clon
(1) humano es una utopía patética. Para los estresados, hay un cierto delirio
que hace que algunas personas piensen en la posibilidad de crear individuos
descerebrados en el clonaje y después almacenados para el trasplante de órganos.
¡Es una locura! Eso no nos debe preocupar. Otros acreditan que pueden
interferir en el gen, en el DNA y retirar la sensibilidad para hacer
individuos, totalmente, inmunes al dolor, más, en verdad, eso no pasa de
ciencia ficción.
Con todo, “la búsqueda
de conocimientos es característica fundamental del Hombre, aunque muchas veces
proceda como un aprendiz de brujo, sin dominio sobre sus propias conquistas, en
virtud de su desenvolvimiento moral.”(2) El Genetista Panayitis
Zavos ha informado, insistentemente, que implantó 11 embriones clonados en
cuatro mujeres y cree que, si amplia los esfuerzos actuales, podrá llegar al
primer bebe clonado en un año u dos. Para algunas autoridades, el procedimiento
de Zavos es un “brutal desvió de ciencia genética”, por eso, el método es
ilegal en varios países. Hace algunos años, Panayiotis no presento cualquier
evidencia de la técnica y fue condenado como “irresponsable” por dar falsas
esperanzas a mujeres que no podían tener hijos. Considerándose que hay
un descarte de gigantesca cantidad de embriones, el método es, algo muy
arriesgado.
A cada 100 tentativas, al menos el 95 no
prosperó, dejando un rastro de abortos y muertes de gestantes; las cinco
gestaciones que, eventualmente, prosperaron, probablemente, no garantizan vida
saludable para los clones, para comenzar por el previsible envejecimiento
celular precoz. Los métodos, aun, están muy distantes del éxito real; hay, aun,
mucho espacio por recorrer, a la vista de los impedimentos éticos y legales que
obstan en los experimentos. Con todo, llegará el día en que el clonaje será
factible.
Se no hoy, sin duda
alguna en un futuro. Los espiritas saben que es el espíritu el que da vida
inteligente al cuerpo. Si un cuerpo humano fuera clonado a partir de una célula
de alguien ya desencarnado, ciertamente será designado un Espíritu para dar
vida a aquel cuerpo, más es poco probable que sea el del donador de la célula.
Aun mismo que fuese el espíritu de este, sería una nueva vida y con nueva
misión.
La vida no se repite. Los clones ya existen de forma
natural. Los gemelos un vitelinos, por ejemplo, son un clonaje de la
Naturaleza. En ese caso, solo un ovulo dará origen a dos seres, genéticamente,
idénticos, más con impresiones digitales diferentes. Son idénticos en el punto
de vista genotípico. Un cuerpo podrá ser clonado perfectamente igual, con todo,
no se puede realizar lo mismo con la personalidad, raciocinio, lucidez y otros
ítems psicológicos, porque son del espíritu. En el clonaje de seres humanos,
tendremos una copia de genes, absolutamente igual. Más, en cuanto a su
personalidad, carácter, inteligencia, índole, y todo lo que distingue a un ser
humano de otro, será, invariablemente, diferente, guardando conformidad con el
estado evolutivo y la manera de ser del Espíritu reencarnado. Toda criatura que vive
“después del nacimiento, tienen, forzosamente, encarnado en si a un Espíritu,
de lo contrario, no seria un ser humano”. (3)
Así, si el clonaje
humano fuese un éxito, ciertamente, no produciría robots, más si seres
auténticos. Puede el hombre manipular los óvulos y espermatozoides, más jamás
podrá determinar que alma habitará en un eventual clon. Ningún investigador
podrá “elegir” al alma que irá a habitar en el resultado de un clonaje humano
reproductivo. Si nos basáramos, apenas, en la palabra clonaje, nada
encontraremos en Kardec específicamente. Más, con el Codificador, sin la menor
dificultad, deducimos cuanto el Espiritismo tiene de sabiduría, en su triple
aspecto de Ciencia, Filosofía y Religión: el desenvolvimiento científico,
filosófico y religioso del clonaje están ahí.
“Caminando a la par con
el progreso, el Espiritismo jamás será ultrapasado, porque si nuevos
descubrimientos le demostrasen estar en el error acerca de un punto cualquiera,
el se modificaría en ese punto. Si una verdad nueva se revelara, él la
aceptará” (4) El Libro de los Espíritus esclarece que en la reencarnación el “espíritu
se une al cuerpo en el momento de la concepción, esto es, en el instante de la
formación del zigoto o de óvulos.” (5) Según el Genio de Lyon “esa célula
inicial ejerce sobre el espíritu una atracción tan irresistible, que el,
generalmente, se une a ella, instantáneamente, a través, de “un lazo fluídico”
de su periespiritu o cuerpo sutil.” (6)
André Luiz describe “el
instante de la concepción o fertilización como siendo el de las primeros pasos
del espíritu en la materia, cuando comienza, entonces, a estructurar el nuevo
cuerpo. El actúa sobre la célula-ovulo como un vigoroso modelo, como si fuese
un imán entre limaduras de hierro.” (7)
No hay como dudar que
llegará el momento en que la genética encontrará recurso para clonar al ser
humano, más cuando eso sea posible, evidentemente el espíritu reencarnará.
Cuando la ciencia consiga medios que faculten la reencarnación, el espíritu se
hará presente. Observemos que la fecundación “In Vitro” sustituye perfectamente
al organismo humano.
Detalle: Kardec no
confirma que, apenas, en el momento de la fecundación el espíritu puede unirse
al cuerpo. El afirma que en el momento de la fecundación ocurre eso, más no
solamente en ese. Este raciocinio debe ser aplicado en el caso de que el
clonaje humano sea factible. La reproducción humana,
ciertamente, pasará por considerables cambios a lo largo de los próximos
siglos, por eso, no debemos sorprendernos con el clonaje reproductor (8) y aun
mismo con las gestiones en ambientes extra-uterinos. Mientras, nuevos
conocimientos espiritas precisan ser incorporados a la Doctrina sobre un
momento alternativo que el Espíritu pueda unirse al cuerpo. También, entendemos
que el hecho de la fecundación se da fuera del útero, en nada interferirá en el
proceso de encarnación, pues este ovulo será implantado en el útero materno y
se desenvolverá normalmente.
Para los especialistas
espiritas, las indagaciones bioéticas continúan en abierto, aguardando
progresos tecnológicos en el área de la investigación espiritual y, sobretodo,
avances humanos, en el campo del amor y de la misericordia. Por tanto, el
clonaje humano será importante cuando la Ciencia estuviera iluminada por el
conocimiento del espíritu y trabajando por el engrandecimiento espiritual de la
Humanidad.
Jorge Hessen
FUENTES:
(1) El clon palabra,
etimológicamente tiene griego - clon - disparar sentido, la rama. El clon es un
ser vivo, que tiene la misma constitución genética de otro, es el
"botón" de la planta que, cuando se despliega, se pueden desarrollar
como la planta madre.
(2) Simonetti, Richard.
Reencarnación: todo lo que necesita saber, Bauru, SP: Editorial: CEAC, 2001
(3) Allan Kardec. Libro
de los Espíritus, Río de Janeiro: Ed. febrero de 1991, 356 gues
(4) Allan Kardec.
Génesis, Río de Janeiro: Ed febrero, 1978, cap. 55
(5) Kardec, Allan. Libro
de los Espíritus, Río de Janeiro: Ed. febrero de 1991, 344 gues
(6) Kardec, Allan.
Génesis, Río de Janeiro: Ed febrero, 1978, cap. 11
(7) Javier, Cándido
Francisco. Misioneros de la Luz, dictada por el espíritu André Luiz, Río de
Janeiro: Ed. febrero, 1992, cap. 13
(8) Algunos sostienen
que los espiritistas el uso de métodos de clonación se debe utilizar únicamente
para fines terapéuticos, siempre cría.
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