Traducido por: Mercedes Cruz Reyes
Madri/Espanha
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En Montichiari, norte de Italia, fue inaugurado un interesante restaurante montado en un ambiente repleto de sugestiones "antidrogas". Y la elección de la ciudad fue estratégico, pues Montichiari tiene 25 mil habitantes más es recordista italiana en el consumo de cocaína, con 14 dosis diarias a cada mil habitantes, según reciente pesquisa oficial del Ministerio de la Salud italiano, superando Milán, con 9,1 dosis, en 2009. La decoración del escenario reproduce tecnológicamente [1] los daños provocados por la droga (cocaína) en el cerebro humano. Los aparatos de televisión instalados estratégicamente en las paredes no transmiten programación de emisoras de TV, mas si deposiciones de ex-drogados.[2] Los clientes salen del ambiente con recordatorios enjuiciados sobre las implicaciones del uso de las drogas.
Mientras hay ese nombre e inusitado ejemplo en Italia, por aquí, en Brasil surgen los heraldos de la legalización de las drogas. Tal vez ahí estemos delante de un complejo dilema: ¿lo que sería resolver el problema de las drogas? ¿Consentir el consumo? ¿Autorizar la compra y venta de la marihuana por sí sola? ¿Permitir el consumo de otros estupefacientes? ¿O la solución es erradicar las drogas del planeta? ¿Cómo Hacerlo? ¿Será posible una sociedad libre de drogas? ¿Siempre habrá personas interesadas en el uso de substancias que alteran la conciencia?
En Brasil hay un inquietante movimiento para la liberalización del uso de substancias extraídas de la marihuana apoyado en el argumento que cannabidiol (CBD), sea una substancia terapéutica que no altera los sentidos y no provoca dependencia. No en tanto, el psiquiatra José Alexandre Crippa, de la Universidad de San Paulo, uno de los mayores estudiosos de Brasil de cannabinoides, alerta que la extracción de CBD nunca viene puro, contiene siempre alguna cantidad de Tetra-hidrocanabinol (THC), el compuesto que provoca las alteración de los sentidos y ahí está el peligro.
Más de 20 países ya autorizan el comercio de remedios para base de cannabidiol, incluido algunos estados americanos, Inglaterra, Israel y Uruguay. Brasil está fuera de esta lista, aunque importar ya es posible, más la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) impone varias exigencias al laudo médico, entre ellas la comprobación de que el paciente puede morir sin la administración del medicamento cannabidiol. El Consejo Regional de Medicina de San Paulo autoriza la prescripción de CBD apenas para criaturas con algunas dolencias específicas.
Creemos que más importante que discutir la descriminalización de drogas es la urgencia de debatir la asistencia al contingente asombroso de dependientes químicos que se encuentran categóricamente desasistidos por el Estado. Obviamente las reglas que se aplican a las drogas ilegales deberían ser aplicadas a las bebidas alcohólicas (catastrófica droga legalizada) que debería ser criminalizada en el mundo con urgencia. Se acredita que si la marihuana fuera tan accesible para el viciado como para los alcohólicos, es presumible que se enfrié la bestialidad provenida del tráfico. Sin embargo, no nos engañemos, el consumo se extenderá, aumentando el número de molestias y muertes ocasionadas por el uso permanente de otras drogas.
Bajo el punto de vista espírita, comprendemos que todos los tipos de vicios dan campo a amenazadores microorganismos psíquicos en el dominio da alma. Transgresiones violentas como el uso de drogas (sobretodo las bebidas alcohólicas) rompen el revestimiento magnético de las personas y las consecuencias son la devastación de la salud física y hasta la muerte, algunas veces precedidas de la locura. “Paralelamente los microbios alojados en el cuerpo físico bacilos de naturaleza psíquica, cuales larvas portadoras de vigoroso magnetismo animal. Esas larvas constituyen alimento habitual de los espíritus desencarnados [obsesores] y fijados en las sensaciones animalizadas. La indiferencia a la Ley Divina determina sintonía entre encarnado y desencarnado viciados, este [obsesor] agarrándose al [obsesado], suscionandole la gran energía magnética de la infeliz fauna microbiana mental que hospeda, en un proceso semejante al de las hiervas dañinas en los gajos de los árboles segándoles la substancia vital".[3]
Como si no bastase aun hay las llamadas “drogas digitales sonoras” (E-fármacos) que están invadiendo la red mundial de computadores y se proliferan rápidamente en las redes sociales. Criada en los Estados Unidos, la "droga" en referencia no es de beber, fumar, oler o inyectar más si de oír: si, (¡asómbrense!) OIR!!! Son "píldoras" de sonido digitales, que, con simples batidas combinadas, obligan al cerebro a intentar equilibrarlas. De ahí surgirán o "barato". Es una acción neurológica que consiste en la emisión de sonidos diferentes en cada oído (zumbidos, mismo!), supuestamente estimulando el cerebro y produciendo sensaciones de “euforia”, “estados de trance” o de “relajamiento”. Tales drogas digitales invadieron a Francia en los últimos años y, siendo por el momento, sus efectos son desconocidos. [4]
Ante las leyes humanas, no proponemos aquí que el vicio, específicamente el que escogimos analizar, sea un problema de criminalidad, más si es un problema de desequilibrio íntimo, ante las leyes de la vida. Y esto no apenas en el terreno en que el vicio es más claramente examinado. Sobre otros tantos vicios que cargamos como el reclamar de todo y de todos, Chico Xavier con muy buen humor explica que: “si hablamos demasiadamente, estamos viciados en el verbalismo excesivo e infructífero. Si bebemos café excesivamente, estamos destruyendo también las posibilidades malear nuestro cuerpo.”[5]
O vicio, en si mismo, es toda dependencia química o psíquica generadora de solicitudes insustentables, capaces de llevar a viciado a repetir, incesantemente, la acción que sacia, temporalmente, esa “afición”. De regla, discurre de una acción repetitiva, que no siempre proporciona placer inmediato, más, que, a lo largo del tiempo, se torna objeto de necesidad exacerbada, inconveniente y perjudicial para el individuo. Cuando ponderamos la palabra vicio, podemos también citar a los corrompidos por el alcohol, cigarro, dinero, comida y recordamos aun los dependientes psíquicos que están entrañados en el vicio del sexo degradante (aquellos que buscan el “barato” en la pornografía a través de la tecnología, normalmente a través internet).
El hombre debe valorizar la “gragea” del afecto, el “comprimido” del cariño, la “droga” de la comprensión, la “gota” de la renuncia, el “te” del amor en familia, la “inyección” de la caridad, el “internet” de la benevolencia, por ser los más eficaces remedios en la cura de las patologías espirituales que devastan moralmente todo proyecto de vida del ser humano.
Notas e referências bibliográfica:
(1) Simula a reação dos neurônios ao uso da cocaína. Quando o usuário passa a mão sobre algumas fileiras de farinha branca dispostas numa bandeja no final da parede, o sistema eletrônico é acionado e uma "chuva virtual" de cocaína invade o monitor. Em seguida, o cérebro do usuário entra numa espécie de curto-circuito e implode na tela.(2) Disponível em http://noticias.terra.com.br/mundo/europa/restaurante-tematico-reproduz-efeito-da-cocaina-no-cerebro,c48314ae9ff99410VgnVCM20000099cceb0aRCRD.html Acessado em 15/11/2014
(3) Xavier, Francisco Cândido. Missionários da Luz, ditado pelo Espírito André Luiz, Rio de Janeiro: Ed. FEB 1945
(4) Disponível em http://veja.abril.com.br/noticia/ciencia/e-drugs-o-novo-fenomeno-da-internet-invadem-a-franca, acessado 12/11/2014
(5) Conforme: "O Espírita Mineiro", número 179, julho/agosto/setembro de 1979. Publicado no livro CHICO XAVIER - MANDATO DE AMOR, Editado abril/1993 pela União Espírita Mineira - Belo Horizonte, Minas Gerais
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