Traducido por: Mercedes Cruz Reyes
Madri/Espanha
merchitacruz@gmail.com
Recibí vía email la historia siguiente, titulada los ingleses y su extraña justicia, atribuida a Claudia Wallin, periodista brasileña radicada en Suecia hace más de diez años.Oigámosla:
“En el 2003, un diputado ingles llamado Chris Huhne fue atrapado por un radar conduciendo a alta velocidad. Para no perder la el carnet de conducir, pues en Inglaterra es abominable a una autoridad infringir la Ley, la mujer de él, Vicky Price, asumió la culpa. El tiempo paso, el diputado se torno Ministro de la Energía, el casamiento acabó y un día Vicky decidió vengarse y contó la historia a la prensa.
Como los hechos ocurrieron en Inglaterra, Chris Huhne fue obligado a dimitir inicialmente del ministerio y después del Parlamento. ¿ACABÓ AQUÍ ESTA HISTORIA? No. En Inglaterra es crimen mentir a la Justicia y recientemente la Justicia sentenció a la pareja envuelta en el fraude del radar en ocho meses de condena para cada uno. Y ambos tendrán que pagar una multa de 120 mil libras (unos 350 mil reales).
¿Secreto de Justicia? Ni pensar. Juicio abierto al público y a la prensa. ¿Seguridad Nacional? No, el infractor es infractor. ¿Privilegio por ser político? ¡Absolutamente no! El Primer Ministro David Cameron, cuando supo de la condenación de su ex ministro dijo: “Es una conspiración de la prensa conservadora para denegrir la imagen de mi gobierno. ¿Cierto? Nada de eso. lo que dijo Cameron acerca de su ex ministro fue lo siguiente: Es para todo el mundo quedar sabiendo que nadie, por más alto y poderoso que sea, está fuera del brazo de la Ley.
Esos ingleses son un bando de botocudos. Sólo incluso en estos "paisanos" capitalistas de Europa un ministro pierde el cargo por mentir a un guardia de transito. Porque en Europa si, la primera Ley que un guardia de transito aprender es saber con quién está hablando.
Fui agente público federal durante cuatro décadas, trabaje en el área de defensa del consumidor. No desconozco los desafíos y riesgos para el desempeño de la función pública. En razón de eso soy instado a reflexionar sobre el caso del agente de tránsito de Río de Janeiro que fue condenado por haber dicho (Asómbrense!) que “el juez no es Dios”. el episodio aconteció durante una fiscalización de la Operación Ley Seca, en 2011. En las argucias de los meritísimos (amigos del transgresor y “magistrado –dios) está configurado “abuso de poder” de la parte del agente.
Ahora, en Inglaterra un ministro fue preso por transgredir la ley de transito y mentir a la justicia, conforme narra Wallin, y aquí en Brasil, como no es abominable a una autoridad infringir la Ley, un grupo de jueces condenó a un incorruptible agente de tránsito porque un(intimidador “juez –dios”) , infractor de las leyes de tránsito, intento intimidarla porque percibió que la agente de trafico tenia total control de la situación y si sabía con quien estaba hablando, o sea, con un ciudadano infractor sin credenciales para quedar por encima de la ley. Felizmente, ese episodio repercutió en los medios jurídicos. El presidente de la OAB-RJ, sugirió que el juez pida licencia y que el Tribunal de Justicia de Río bombardea el vicio corporativista. La Amaerj (Asociación de los Magistrados del Estado de Rio) emitió una nota afirmando que los jueces deben comportarse como cualquier ciudadano al ser abordados en blitze.
¡Es un hecho! Muchos servidores (el juez es un servidor público tambien) son agresivos, presuntuoso, mentirosos, es el resultado de la arrogancia profesional. En el sector de Lajusticia (tribunales), de la salud (hospitales), de la seguridad pública (delegaciones de policía), de magisterio (escuelas) y otras instituciones públicas, encontramos profesionales inhabilitados para ejercer sus funciones. Son “servidores públicos” que deshonran el Estado y sus parejas a través de manifestadas actitudes de brutalidad, de incapacidad técnica, de prejuicios, de maldad.
Por esas razones, no raramente, deparamos con jueces impulsivos, negando la mínima consideración a los ciudadanos; aunque sepamos que el autor de cualquier engaño e injusticia invoca al mal, que conspira contra el mismo. Siendo así, la consecuencia inevitable solo advendrá realmente para quien practica el mal. Vengarse por vengarse, en base a la rebeldía e inconsecuencia en que se expresa, desgasta nuestras energías psíquicas. Por eso, debemos vigilar para no ser víctimas de las emociones incontrolables. Eso no equivale a decir que no debamos reprender a los jueces de autoritarismo o lo que sea más allá de quien sea de una forma enérgica si fuese necesario; sin embargo, sin perder el equilibrio ni la honra.
En la condición de espiritas, debemos encarar a la ignorancia a las leyes de Dios como llaga de gran porte, y el remedio es participar de las debilidades ajenas con nuestras oraciones. En la oración surgen las más inteligentes y adecuadas soluciones en el tratamiento de una llaga, por cuanto golpear la herida indecorosamente será lo mismo que transformar la dolencia curable en un carcinoma incurable.la tolerancia, sin connivencia, es ejercicio descomunal de completo dominio de cualquier situación, con acción permanente en el bien.
Parloteando sobre lo susceptible “juez-dios”, preguntamos cómo mantener el equilibrio ante tantas injusticias armadas por aquellos que deberían aplicar dignamente la Ley. No podemos perder extensas horas en la posición de impaciencia o de insurrección. Emmanuel nos enseña que “la indignación rara, cuando justa y constructiva en el interés general, es siempre un bien, cuando sabemos orientarla en servicios de elevación; con todo, la indignación diaria, apropósito de todo, de todos y de nosotros mismos, es un habito pernicioso, de consecuencias imprevisibles.”
La omisión tambien es una situación anestesiantes, que entorpece y destruye. Más no podemos perder el valioso tiempo en peleas infructíferas, extinguiendo nuestras fuerzas. El mentor de Chico Xavier aun advierte: “Que genio milagroso nos dará el equilibrio orgánico, si no sabemos callar, ni disculpar, si no ayudamos, ni comprendemos, si no nos humillamos para los designios superiores, ni procuramos la harmonía con los hombres? Huyamos de la brutalidad, enriqueciendo nuestros puntos de simpatía personal, por la práctica de amor fraterno. Sirvamos siempre en la extensión del bien, guardando lealtad al ideal superior que nos ilumina el corazón, y permanezcamos convencidos de que, si cultivamos la oración con la fe viva, en todos nuestros pasos, en cualquier lugar, Dios nos auxiliará siempre.” [2]
Para contornar esa compleja situación, normalmente ante los malos jueces, profesores, médicos, abogados etc., urge tener autoridad moral para olvidar la sombra, buscando la luz. Mas hacer eso no es doblar las rodillas o subir galerías de superioridad engañosa, teatralizando los impulsos del corazón; con todo, si, persistir en el trabajo renovador, creando el bien y la armonía entre todos, pues, aquellos que no nos entienden de momento, nos analizan el comportamiento espirita, y, más temprano o más tarde, comprenderán el poder de la fuerza moral.
Referência bibliográfica:
1 Xavier, Francisco Cândido. Fonte Viva, Ditado pelo Espírito Emmanuel, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2001
2 Idem
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