Traducido por: Mercedes Cruz Reyes
Madri/Espanha
merchitacruz@gmail.com
El comercio de la fe cristiana pone en ridículo la libertad religiosa que vigora en Brasil. Los aventureros hacen escarnio de la facilidad para crear una iglesia cualquiera. Son exigidos apenas cinco días útiles y un poco más de R$ 500,00 para las dispensas burocráticas a fin de fundar una iglesia de cualquier apodo evangélico, con derecho a CNPJ y todo lo más. Basta presentar el registro en el notario de Ata de la asamblea de la fundación y del estatuto social. ¡Tan simple como eso!
Después de esos primeros pasos, si fuera recaudado mucho dinero se consigue comprar espacios en TV (abierta o por asignatura) para hacer propaganda de contenido ideológico como si fuese un “producto” para consumo “espiritual”. Bajo la extrema industrialización de la “cruz”, buena parte de los programas dichos evangélicos de tv objetiva hacen de Cristo un “niño propaganda”. No se presenta contenido legítimamente del Evangelio; el énfasis recae el éxito y la prosperidad financiera, como si eso fuese la prioridad del Evangelio. Sus presentadores (siempre circunspectos) se valen de mensajes “proféticos” y de “curas” y testimonios de personas que habrían obtenido victorias financieras, mediante los cuales sensibilizan a los telespectadores para enviarles elevadas contribuciones.
En las advertencias de Pablo de Tarso percibimos que en los tiempos apostólicos tambien había comerciantes de la fe, sin compromiso con las Escrituras, egoístas de la fe, sin compromiso con las Escrituras, interesados y sin respeto al Creador, que vagueaban por las iglesias cristianas usando el Evangelio para obtener lucro. 1 Eso llevo al Convertido de Damasco a mostrar a los cristianos de Corinto que el era diferente a esos aprovechadores. 2 Refiriéndose a los falsos maestros, el apóstol Pedro tambien alertó a los religiosos de la época sobre los que mercadean la fe”.3 En el libro “Una breve Historia del Mundo”, Geoffrey Blainey afirma: “La Iglesia [de Roma] reunió cobradores de impuestos profesionales y, así como las personas que hoy ayudan a recaudar fondos en las instituciones de caridad, ellos se encargaban de vender indulgencias. (…)Martin Luther detestaba la práctica de la venta de indulgencias, que nada más era que paquetes caros pagados por el perdón. El 31 de octubre de 1517, publico sus protestas en latín en la puerta de la iglesia del castillo de su ciudad”4. Casi simultáneamente con el diario del sacerdote agustino se rompe el liderazgo del protestante Calvino.
Para el sociólogo Max Weber, la religión ejerce una profunda influencia sobre la vida económica. Más específicamente, la teología y la ética del calvinismo fueron factores esenciales en el des envolvimiento del capitalismo del norte de Europa e dos Estados Unidos. Weber se baso principalmente en los puritanos y en grupos influenciados por ellos. Al analizar os datos, concluye que entre os puritanos surgió un “espíritu capitalista” que hizo del lucro y de las ganancias un deber. El argumenta que “ese espíritu resulto del sentido cristiano de vocación dado por los protestantes al trabajo y del concepto de predestinación, tenido como central en la teología calvinista. Finalmente, la secularización del espíritu protestante genero la mentalidad y las realidades crueles del mundo de los negócios”.5
Según el Censo del IBGE, las religiones “reformadas” doblaran o número de devotos en Brasil entre el 2000 y 2010, y ya ultrapasan el 22% de la población. A su extensión social de influencia es descomunal. Recientemente fue inaugurado en San Paulo un mega “templo” contiendo 74 mil m² de área construida, 52 metros de altura, 105 de largura y 121 de profundidad. Para la construcción fueron utilizados 28 mil m³ de concreto y case 2 mil toneladas de acero, además de la importación de 40 mil m² de piedras de Hebrón, en Israel. El “templo” costo la minucia de R$ 630 millones (eso mismo, más de medio billón de reales).6
Durante la inauguración de la faraónica “casa del señor”, el emprendedor y propietario-capitán del "templo" convido a todos (cerca de 15 mil personas) a pegar los carteles colocados en los respaldos de las sillas y modestamente solicitados: “Escriba su pedido de oración para colocar en las piedras del altar! Quien quiera puede hacer una “oferta”, pues hay millares de máquinas de tarjetas de crédito y débito esparcidas por el salón”; sin embargo, los fieles donaran dinero vivo. El resultado de las donaciones se observo el día posterior, cuando poso un poderoso helicóptero en la terraza del "templo" inaugurado, y para la aeronave fueron transportadas bolsas y bosas abarrotadas de “ofertas”, conforme podrá ser comprobado en el link: https://www.youtube.com/watch?v=xVhpZo5dEUs
Detalle: Jesús no fue convidado para a inauguración. El no tenía credenciales, pues era demasiado pobre para tener acceso al lujoso e baldío “templo”. En los buenos tiempos apostólicos, El Divino Galileo expulso a los mercaderes, reclamando que estaban transformando su casa en un “cubil de ladrones”. Mas El también profetizo el desmoronamiento de aquella construcción de piedra: “Al salir del templo, los discípulos se aproximaran a Jesús y le hizo apreciar los edificios. Jesús, sin embargo, les respondió: ¿Veis todos estos edificios? En verdad os declaro: no quedará aquí piedra sobre piedra; todo será destruido”. 7 El general Tito podrá ofrecer detalles de cómo lo demolió... Esa reprobación de Jesús del comercio de las cosas bendecidas recayó sobre las permutas de muambas religiosas practicadas por los vendedores del Templo de Jerusalén. Al expulsarlos, el Maestro dio enérgica demostración de que no se debe comerciar con las cosas espirituales, ni tornarlas objeto de especulación o medio de codicia.
Es insano transformar un templo religioso en una Agencia Mercantil. Vivir el Evangelio, Si! Ganar ríos de dinero a costa del mensaje de Cristo, Jamás! Nada es tan espurio para un cristiano que el ejercicio de la industrialización del Evangelio. Es deplorable identificarnos “religiosos” (re salvándose las honrosas excepciones) que se muestran como “apóstoles” do Cristo, con evidente desprecio al código de la ética cristiana.
Cristo advirtió en varios segmentos del Evangelio sobre los “evangelizadores” oportunistas, comparándolos a "lobos con piel de corderos". La lógica humana es dilacerada ante la exploración de la fe. No hay como enmudecer delante de los que se valen de todos los tipos de medios para predicar el Evangelio en “nombre de Dios”, deslumbrando a los seguidores afirmando que la clemencia del Padre solamente puede ser obtenida a través de la “oferta” financiera.
Hay muchos falsos cristos y falsos profetas representados por filosofías, doctrinas, sectas y religiones mercantilistas que esclavizan a los hombres y explotan la buena fe de las personas que sufren. Jesús, hace dos mil años reprendió: "Está escrito: Mi casa será llamada casa de oración. sin embargo, vosotros la habéis transformado en cubil de ladrones".8 Hoy, descorren sobre las escrituras en una maníaca exaltación de Cristo, arrastran sus prédicas a la moneda de troca, donde quien sea más generoso (mano abierta) y destinara mayor cuantía en dinero tendrá mayores beneficios “celestial”.
Los desprevenidos religiosos se nutren de la "fe ciega" que les es infligida por medio de discursos abrasados y escenarios de pseudo-exorcismos, donde lo que de hecho ocurre son catarsis anímicas y/u “incorporaciones” de obsesores que se deleitan ante los patéticos y deprimentes espectáculos.
"Ahí de vosotros, conductores de ciegos, pues que decís: Cualquiera que jura por el templo, nada es; mas si es el que jura por el oro del templo, o por la oferta, este hace lo cierto. ¡Insensatos y ciegos! El templo, o la oferta, este hace lo cierto. ¡Insensatos y ciegos! Pues cual es el mayor: la oferta, el oro, o el templo de Dios?”.9
Una veza más evocamos a Pablo, cuando amonestó a los cristianos de Corinto: “Porque el amor al dinero es raíz de todos los males; y algunos, en esa codicia, se desviaron de la fe y se atormentaron a sí mismos con muchos dolores. Tu sin embargo, el hombre de Dios, huye de estas cosas; antes, sigue a la justicia, a la piedad, a la fe, al amor, a la constancia, a la mansedumbre.” 10 La única moneda que el Creador acoge como cambio es el amor al prójimo.
Referências bibliográficas:
1 II Co. 11.3-15 e ITm. 6.9-102 II Co 2.17
3 II Pe 2.1-3
4 Geoffrey. Uma Breve História do Mundo, Curitiba: Ed. Fundamento, 2004, página 185
5 Weber, Max. A Ética Protestante e o Espírito do Capitalismo, São Paulo: Ed Cia das Letras, 2004
6 O dinheiro, oficialmente, veio de doações de fieis de todo o mundo.
7 Mateus, capítulo 24
8 Mateus, XXI; 12 e 13
Nenhum comentário:
Postar um comentário