En el dialogo con el doctor Nicodemo, el Maestro de Nazaret fue muy objetivo cuando dijo: “Os es necesario nacer de nuevo”. (1) No obstante a la lógica de la reencarnación, aun hoy, pastores y “obispos” evangélicos o (protestantes), el clero católico, los reverendos anglicanos, líderes de la iglesia ortodoxa, teólogos “independientes” y otros teólogos rechazan la Pluralidad de las existencias, fundamentados principalmente en el “versículo 27 inserto en el capítulo 9, en la constante e intrigante epístola conferida a Paulo, dirigida a los hebreos que narra: “a los hombres está ordenado morir una sola vez, viniendo después de esto el juicio”. (2) ¡Pronto!... Caso cerrado. Definitivamente decretó la "muerte" de la reencarnación entre los hombres.
A propósito del célebre versículo 27 es obvio que el hombre carnal muere solo una vez. Quien es enterrado (o quemado), jamás se levantará, parafraseando la narrativa de “Job” (3) contenida en el capítulo 7, versículo 9. Más espiritualmente somos indestructibles, por tanto inmortales. Somos espíritus y renacemos para dar vida al cuerpo perecible. Y precisamos ponderar que Jesús en ningún momento atribuye para la vida física un valor decisivo para toda la existencia posterior a la desencarnación.
Al analizar con más atención la carta a los hebreos, percibimos que no es Paulo de Tarso su autor. Se desvía del estilo del Apóstol de los Gentíos. Carece de la cabecera localizable habitual en 13 cartas paulinas y además sólo en el último capítulo contiene la materia a través de la epístola. Orígenes, el mayor escritor sobre las escrituras “sagradas” de la Edad Antigua, después de exponer los varios elementos y juicios sobre la cuestión de la autoría de la carta a los hebreos, para expresar mi parecer, diría que los pensamientos del Apóstol [Paulo], más…quien la que emitió sólo Dios sabe”.
Diversos doctores de la iglesia, como Irineo de Lyon y Cipriano de Cartago, jamás aceptaron la carta de los hebreos. Tertuliano, Gregorio de Elvira le atribuirá autoría a “Bernabé”. Finalmente, Jerónimo, en el Siglo V, escribe que “La costumbre de los latinos no admite la epístola a los hebreos entre las canonícas”. (4) Los teólogos y doctores de la iglesia solo confirmaran tal carta a los hebreos a partir del Concilio de Trento, en el Siglo XVI, por tanto 1600 años después de haber sido escrita.
Como se observa, hasta hoy el autor permanece desconocido, más y en cuanto a los destinatarios? Se sabe que tal misiva era destinada a los cristianos oriundos del judaísmo, pues es enteramente impregnado de citaciones y alusiones a los libros “sagrados” del Antiguo Testamento. “La lengua en la que la epístola fue redirigida nos aparta de Judea, en la cual se hablaba el aramaica. Probablemente la carta fue destinada a los judíos-cristianos de Jerusalén refugiados en Fenicia, Chipre y Antioquia y en otras ciudades helenísticas de la costa mediterránea. (5)
Los oponentes de la reencarnación dogmatizaron la lección del “nacer de nuevo”, justificando la “resurrección” de la hija de Jairo (6).Del hijo de la viuda de Naín (7) y de Lázaro (8). ¿Sin embargo, si tales personajes “resucitaron”, como suele ser afianzar a los dogmaticos, como quedaría la evocación del “encantado” versículo 27 de la carta a los hebreos para negar la reencarnación”? En ese caso, basta percibir que la hija de Jairo, el hijo de la viuda de Naín y Lázaro “resucitados” (según la visión de la fe senil), no habrían muerto una sola vez, porque después de la "resurrección" los tres murieron de nuevo, o se mantuvieron vivos hasta hoy? ¿Será que se encuentran escondidos en Qurán, en las ruinas al pie de las montañas del desierto de Judea, en los márgenes del Mar Muerto, no mucho más allá de Jericó? ¡Hummm!!!
A decir verdad, los personajes “resucitados” por Jesús ni siquiera estaban muertos, solamente estaban acometidos por la catalepsia patológica (9). Y más: El Maestro aseveró que la verdad libertaria al hombre, lógicamente si la verdad (reencarnación) está siendo negada queda evidente que los “sabe todos de las escrituras sagradas” no se encuentran libres, o lo que es peor, están enceguecidos en la más absoluta estupidez. Por tanto, son ciegos que guían a otros ciegos en dirección al despeñadero de la ignorancia.
Valoremos las narrativas siguientes y certificaremos que al contrario del versículo 27 a los hebreos, está ordenado que el hombre muera y renazca varias veces. Anotemos:”Después la transfiguración de Jesús en el Monte Tabor, los discípulos del Maestro le interrogan: ¿Por qué dicen los escribas que Elias ha de venir a restablecer todas las cosas: - más yo os declaro que Elias ya vino y ellos no lo reconocieron y lo trataron como os probé[Juan ya había sido decapitado]. Es así que hicieron sufrir al Hijo del Hombre. Entonces sus discípulos comprendieron que era de Juan Bautista de quien les hablaba”. (10) Aquí no hay margen para inocuas digresiones teológicas. Los discípulos comprendieron por si mismo que Juan Bautista (hijo de Isabel y primo de Jesús) era el profeta Elias reencarnado.
Ahora, “la idea de que Juan Bautista era Elias y que los profetas podían revivir en la Tierra se nos depara en muchos paisajes de los Evangelios. Si fuese errónea esa creencia, Jesús no hubiera dejado de combatirla, como combatió tantas otras. Lejos de eso, el la sanciona con toda su autoridad y la pone por principio y como condición necesaria, cuando dice: “nadie puede ver el reino de Dios si no naciera de nuevo.” E insiste, acrecentando: No te admires de que yo te haya dicho ser preciso que nazcas de nuevo.” (11)
El libro de los Reyes anota: "Era un hombre vestido de pelo, y con los lomos ceñidos con un cinturón de cuero. Entonces dijo el: Es Elias”. (12) El profeta Malaquías narra: “Es que yo os enviare al profeta Elias, antes que venga el gran y terrible día del Señor.” (13) El Evangelista Lucas que registra: “Apareció, entonces, un ángel del Señor, de pie a la derecha del altar de incienso. Y Zacarías [progenitor de Juan Bautista], viéndolo, quedó turbado, y el temor lo asaltó. Más el ángel le dijo: No temas, Zacarías; porque tu oración fue oída, e Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, y le pondrás el nombre de Juan; irá delante de él con el espíritu y poder de Elías [reencarnación]. ". (14)
El joven evangelista Marcos señala:”Entonces le preguntaron: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elias venga primero? Y Jesús les respondió: En verdad Elias debía venir primero, a restaurar todas las cosas; ¿Y como es lo que está escrito acerca del Hijo del hombre que el deba padecer mucho para ser degradado? Os digo, sin embargo, que Elias ya vino, y le hicieron todo cuanto quisieron, como de el está escrito.” (15)
Mateo una vez más anota: “Y desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora, el reino de los cielos es tomado a la fuerza, y los violentos lo toman por asalto. Pues todos los profetas y la ley profetizaran hasta Juan. Y, si queréis dar crédito, es este (Juan Bautista) el Elias que había de venir [por la reencarnación]. Quien tanga oídos que oiga”. (16) “Y Jesús hablo a los discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Y les respondieron: Unos dicen que es Juan Bautista, otros que Elias, otros aun que es Jeremías o alguno de los profetas.” (17)
Confirmación más clara que las declaraciones de Jesús antes mencionadas es imposible. El Maestro en su excelsitud, sabia de la reencarnación antecedente del hijo de Zacarías e Isabel, y explicó que las personas hicieron lo que quisieron con Elias [Juan Bautista], más que no lo reconocieron, y tambien no podrían, pues el profeta Elias estaba reencarnado en el cuerpo de Juan Bautista. En fin, no es tan difícil comprender así la realidad de la reencarnación; basta recorrer los episodios sucedidos allá en aquella época de Jesús, sea ante Nicodemo, sea ante la confirmación del renacimiento de Elias Juan Bautista y hasta aun mismo en el evento del Ciego de Nacimiento en las cercanías de la piscina de Siloe.
Jorge Hessen
Referências bibliográficas:
(1) João 3(2) Hebreus 9
(3) Jó 7
(4) Soares, Matos. Tradução da Vulgata, publicada em São Paulo: Edições Paulinas, 1989
(5)Idem
(6) Mateus.9
(7) Lucas.7
(8) João.11
(9) No passado existiram casos de pessoas que foram enterradas vivas e na verdade estavam passando pela catalepsia patológica. Muitos especialistas, contudo, afirmam que isso não seria possível nos dias de hoje, pois já existem recursos tecnológicos que, quando corretamente utilizados, não falham ao definir os sinais vitais e permitem atestar o óbito com precisão.
(10) Kardec, Allan. Evangelho Segundo o Espiritismo, RJ: Ed FEB, 2001, Cap IV
(11) Idem
(12) 2 Reis 1
(13) Malaquias 4
(14) Lucas 1
(15) Marcos 9
(16) Mateus 11
(17) Mateus 15
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