Traducido por: Mercedes Cruz Reyes
Madri/Espanha
merchitacruz@gmail.com
Con base en la "ley común" (1), Uhuru Kenyatta, presidente de Kenia, sancionó una ley que legaliza la poligamia en el país. La poligamia, normalmente la masculina, es una costumbre aceptada en algunos países, cuyas leyes y religiones lo permiten. En algunas sociedades más tradicionales de África Subsahariana, por ejemplo, la práctica es común según el informe social y los aspectos éticos de la concepción asistida en el África subsahariana de habla inglesa, la Organización Mundial de la Salud. El estudio de la OMS afirma que, más de lo que el ser acepta, la poligamia es hasta aun mismo incentivada entre los hombres en esos lugares. (2) A pesar de la poligamia sea un delito en los EE.UU., el llamado "país desarrollado", hay miles y miles de estadounidenses que viven en una situación de familia polígama, en particular, los mormones.
Los registros bíblicos mencionan a Jacob (Israel), un bígamo, que generó muchos hijos formadores de las doce tradicionales tribus del “pueblo escogido”. Los viejos textos narran sobre los intocables ascentrales de los hebreos que cohabitaran con más de una mujer. Abraham (bígamo), Moisés (bígamo), David (polígamo), Salomón, aunque parezca increíble! Cohabitado setecientas esposas y trescientas concubinas. Sin embargo, bajo el punto de vista cristiano, la poligamia fue, es y siempre será inaceptable.
En aquellas sangrientas eras, como observamos, la poligamia era una costumbre “justificable” y natural. No es, por tanto, de extrañar que actualmente la concupiscencia y el libertinaje sean reminiscencias de esas poligamias de la antigüedad, alterando tan solamente el panorama socio cultural. El Corán, por ejemplo, permite cuatro esposas para cada hombre; entretanto, su autor Mahoma conservo 16 casamientos simultáneos.
¿La monogamia es contraria a las leyes de la Naturaleza? Aun hoy hay los que defienden la tesis de que la mayor parte de los animales no son monógamos, así, los mayores obstáculos son las reglas morales las que impiden al hombre ser polígamo. ¿De esta forma, será mismo que la monogamia es un artificio infligido por la sociedad? ¿Será que somos, “naturalmente”poligamicos? Es obvio que no.
Aunque pese nuestro respeto a las otras creencias, culturas y opiniones, nosotros espiritas concebimos que el “instinto sexual” (…) al desquiciarse en la poligamia, traza, para cada uno [independientemente del credo religioso o juicio], largo camino de aprendizaje al que no escaparemos por la matemática del destino que nosotros mismos creamos.” (3)
Obviamente a poligamia é irracional y promiscua. En ella, “no hay afecto real, hay apenas sensualidad.”(4) A rigor, en consonancia con los Códigos Divinos, al damnificar el altar interior del (a) compañero (a) sepamos que estamos despedazándonos a nosotros mismos, a través de la conciencia culpable. En ese sentido, Emmanuel alude que, ¿“conferir pretendida legitimidad a las relaciones sexuales irresponsables sería tratar “conciencias” como si fuesen “cosas” y, si las propias “cosas” en la condición de objetos, reclaman respeto, que se dirá del acatamiento debido a la conciencia de cada uno? (5)
A la medida que la individualidad evoluciona, pasa a comprender que la energía sexual “envuelve el impositivo de discernimiento y responsabilidad en su aplicación, y que por eso mismo debe estar controlada por los valores morales que le garantizan el empleo digno, sea en la creación de las formas físicas, aseguradora de la familia, o en la creación de obras beneméritas de la sensibilidad y de la cultura para la reproducción y extensión del progreso y de la experiencia, de la belleza y del amor, en la evolución y burilamiento de la vida en el Planeta.” (6)
La poligamia es una ley humana, cuya abolición marca un progreso social y el casamiento, según a la vista de Dios, debe fundamentarse en el afecto de los seres que se unen. “Si la poligamia estuviese de acuerdo con la ley natural debería ser universal, lo que, mientras tanto, sería materialmente imposible, en virtud de la igualdad numérica de los sexos. La poligamia debe ser considerada como un uso o una legislación particular, apropiada a ciertas costumbres y que el perfeccionamiento social hará desaparecer poco a poco.” (7) Hasta porque, a través de la poligamia, el espíritu crea para sí mismo, larga marcha en existencias y más existencias sucesivas de reparación y aprendizaje, en cuyo transcurso adquiere la necesaria disciplina de su mundo afectivo y emotivo.
La monogamia es el clima espontaneo del ser humano, una vez que “dentro de ella realiza, naturalmente, con el alma elegida sus aspiraciones y la unión ideal del raciocinio y del sentimiento, con la perfecta asociación de los recursos activos y pasivos, en la constitución del binario defeurzas, capaz de crear no apenas formas físicas, para la encarnación de otras almas en la Tierra, más tambien las grandes obras del corazón y de la inteligencia, suscitando la extensión de la belleza y del amor, de la sabiduría y de la gloria espiritual que vierten, constantes, de la Creación Divina.” (8)
Por tanto, el orden natural e inherente a la especie humana es, indiscutiblemente, la monogamia, visto que, teniendo por base la unión constante de los cónyuges, permite que se establezca entre ambos una estrecha solidaridad, no solo en las horas de regocijo como en los difíciles y dolorosos. El casamiento monogámico es el instituto que mejor satisface a los planos del Creador, en lo que tañe a preparar la familia para una convivencia pacífica, alegre y fraterna, estados esos que han de extenderse, en el porvenir, a toda la prole mundial.
Referências bibliográficas:
(1) No direito consuetudinário, as leis não precisam necessariamente estar num papel ou serem sancionadas ou promulgadas. Os costumes transformam-se nas leis.
(2) Relatório Anual de 2007 Organização Mundial de Saúde
(3) Xavier, Francisco Cândido, Vieira Waldo. Evolução em Dois Mundos, cap. XVII, Ditado pelo espírito André Luiz/, RJ: Ed. FEB, 2000
(4) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Comentário de Kardec: questão 701
(5) Xavier , Francisco Cândido. Vida e Sexo, Ditado pelo Espírito Emmanuel, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2001
(6) Idem
(7) Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos. Rio de Janeiro: Ed. FEB, 2000, Comentário de Kardec: questão 701
(8) Evolução em Dois Mundos, XVII, André Luiz/Chico Xavier/Waldo Vieira, FEB
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