Maquiavelo ya dijo que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. En Holanda, la secretaria de Estado de la Justicia, , Nebahat Albayrak, anunció el intento de cerrar ocho prisiones(para algunos son hoteles de gran lujo, pues están súper equipadas). El cierre provocará la supresión de 1200 empleos. Actualmente, el sistema penitenciario cuenta con 14.000 celdas, lo que ya no corresponde a las necesidades reales, de “apenas” 12.000 cubículos penitenciarios. El cierre de los cilindros será por falta de “delincuentes” (¿falta de delincuentes?????) Los holandeses garantizan que la “disminución” la tasa de criminalidad es debido al uso de tobilleras con rastreadores para sustituir la cadena.
Hace cinco años la prensa internacional notifico que la “reducción” de la criminalidad en Holanda llevó al gobierno a anunciar el cierre de las prisiones, pues bajo el guante de la ley de “mercado” la baja oferta de bandidos provoca la poca procura de carceleros. Para evitar dimisiones de agentes carcelarios está siendo estudiada la posibilidad de la importación de 500 marginales de Bélgica, a fin de mantener un contingente “mínimo” en las mazmorras.(1)
Es muy paradoja tal situación. ¿Será posible a los holandeses enseñar virtudes al mundo? En Holanda el comercio y consumo de drogas es prácticamente libre. Ámsterdam es una de las más apetitosas rutas mundiales de tráfico de drogas. La circulación y el comercio de drogas son considerados legítimos por allá; por eso, los traficantes, que deberían estar encarcelados, permanecen libres, leves y sueltos y, peor aún, no tobilleras, lo que explica, en buena parodia, la "gracia" de los delincuentes en la tierra de Mauricio de Nassau.
En Brasil, según el ministerio de Justicia, hay 514 mil presos y 306 mil vacantes en todo el sistema carcelario. Resultado: hacinamiento. Se dice que los presidios en el “país del futbol” son medievales y escuelas del crimen. Quien entra en un presidio como pequeño delincuente muchas veces sale como miembro de una organización en el sistema carcelario brasileño, cara a su falencia. Hoy hay prisiones en pésimas condiciones, agentes descalificados, Leyes dispersas etc. La suma de todos estos factores contribuye para la reincidencia del reeducando.
Muchos afirman que la Ley Penal brasileña es pusilánime. Más creemos que el designio de la ley no es punir puramente, entretanto si igualmente posibilitar la recuperación del individuo. “En verdad os digo – todas las veces que faltaste con la asistencia a uno de estos más pequeños, dejaste de tenerla para conmigo mismo. (2) Para los especialistas del asunto, la pena es una respuesta estatal punitiva contra un determinado crimen y debe ser proporcional a la extensión del daño, jamás podrá violar la dignidad humana, pues estaría reparando un error con otro error. La punición por sí sola no cambia el comportamiento transgresor del ser humano socialmente oprimido; es preciso reeducarlo para que pueda comprender la importancia de la libertad. La ausencia de políticas públicas con objetivo de reintegrar al preso a la sociedad inviabiliza cualquier posibilidad de rehabilitación cuando este se torna egreso del sistema penitenciario.
Todos los seres humanos que erraron deben tener la oportunidad de recomponerse. Para tanto, la sociedad y el gobierno les han de ofrecer dignas condiciones. Hasta incluso a los presos tenidos como “irrecuperables” fueron y son víctimas del sistema. La sociedad precisa ser transformada. Ese conjunto de factores dificulta una necesaria, providencial e humanitaria reinserción del detenido en el mercado de trabajo, y consecuentemente en la convivencia social.
Los Benefactores Espirituales nos instruyen que debemos “amar a los criminales como criaturas que son, de Dios, las cuales el perdón y la misericordia serán concedidos, si se arrepintieran, como también a nosotros, por las faltas que cometemos contra su Ley, (3) Muchas veces somos, “somos más reprensibles, más culpables de que aquellos a quien negamos el perdón y conmiseración, pues, las más de las veces, ellos no conocen a Dios como Lo conocemos, y mucho menos le será pedido lo que a nosotros”.(4)
Por varias razones, no podemos ni debemos juzgar a ninguna persona, por cuanto “el juicio que proferimos aun más severamente nos será aplicado y precisamos de indulgencia para las iniquidades en las que sin cesar incurrimos. No podemos ignorar que hay muchas acciones que son crímenes ante los dictámenes de la Ley de Dios y que el mundo ni siquiera considera como faltas leves.(5)
En las prisiones, la reeducación deberá ser hecha por medio de la implantación de frentes de trabajo para la profesionalización, y no apenas para tirar apenados de la ociosidad, más también abriendo segura perspectiva de integración futura en la sociedad. Sabemos que existen grupos religiosos que vienen desenvolviendo proyectos que visan la recuperación del preso, por intermedio de una afectiva coordinación de visitas permanentes a los presidios. Palestras de valorización humana, divulgación doctrinaria, institución de padrinos voluntarios, contacto con parientes distribución de cestas básicas para familiares de los que se están recuperando. Estos son algunos de los métodos llevados a cabo, por algunos grupos de visita, para la materialización del aumento del índice de recuperación de los internos en los presidios de Brasil.
En suma, ante los criminales debemos “observar nuestro modelo; Jesús que diría El, si viese junto a Si a uno de esos desgraciados? Lo lamentaría, consideraría a un enfermo bien digno de piedad, le extendería la mano. En realidad, no podemos hacer lo mismo, podemos por lo menos orar por los criminales. Ellos pueden ser tocados por el arrepentimiento, si oramos con fe”. (6)
Jorge Hessen
http://aluznamente.com.br
Referências bibliográficas:
(1) Disponível em http://g1.globo.com/planeta-bizarro/noticia/2013/06/governo-holandes-estuda-fechar-prisoes-devido-falta-de-criminosos.html acesso em 14/07/13
(2) Mt 25:31-46
(3) Kardec, Allan . O Evangelho Segundo O Espiritismo. Cap. XI “Amar o próximo como a si mesmo – Caridade para com os criminosos”, RJ: Ed FEB, 1990
(4) Idem
(5) Idem
(6) Idem
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