Traducido por Merchita
Madri/Espanha
merchitacruz@gmail.com
Bajo el punto de vista espirita, las enfermedades se presentan provenientes de dos fuentes distintas: las de causa física y las de origen espiritual. Bajo el aspecto físico, la matriz de las molestias yace en la alteración de la organización material, generada por causas advenidas del ambiente donde la persona se encuentra (re) encarnada, ejemplo: agresiones, accidentes, contaminaciones bacterianas y víricas etc. En la segunda hipótesis, la enfermedad sobreviene por la incrustación de magnetismo deletéreo en el periespiritu, resultante de desvíos morales. por su vez, el cuerpo periespiritual (molde del cuerpo físico) imprime los reflejos de ese desorden en la estructura del cuerpo carnal, debilitándolo o provocando enfermedades. Hay por consiguiente, una interacción directa entre el alma/cuerpo y viceversa.
Recientemente el británico George Hudspeth, portador de problema visual incurable, torno a ver de nuevo después de “dialogar” con la imagen fotográfica de la esposa fallecida. ¿Qué tiene que ver eso con el tema? ¡Mucha cosa!
El “caso Hudspeth” sorprendió a los médicos dejándolos asombrados ante la enigmática cura. En verdad, cuando son sanadas las enfermedades tenidas como “incurables”, desafiando los juicios médicos, casi siempre son catalogables en el rol de los prodigios casuales o “milagro”. Todavía, en los fenómenos de la vida todo tiene una lógica causal, el “acaso” y el “milagro” no tienen vínculos con las propuestas espiritas y mucho menos con las leyes de Dios.
Posiblemente la ingenua y cariñosa recordación de la esposa favoreció al viudo en entrar en sintonía con médicos del “más allá”. En ese caso, sería admisible que los clínicos espirituales, después de evaluar el grafico, “cármico” del enfermo, intercediesen recuperando instantáneamente la visión de Hudspeth, a través de procedimientos que la ciencia médica de “acá” desconoce.
Aunque diagnosticado como portador de una enfermedad visual “incurable”, la recuperación de Hudspeth puede ser esclarecida a través de una posible intervención espiritual, sopesando, obviamente, el merecimiento del mismo. Sabemos que en los círculos espirituales próximos a la Tierra ocurren actividades médicas similares a las que se observan en los hospitales terrenales. En el “más allá”, los especialistas de la medicina adentran, con más seguridad en la historia de la medicina adentran, con más seguridad en la historia del enfermo para observar las raíces de la enfermedad. Rigurosamente, es en la mente donde yace la exacta causa de las enfermedades. ¡Sí! Somos herederos de nuestras acciones pretéritas tanto buenas como malas. El “carma” o “cuenta del destino creada por nosotros mismos”, está grabada en el cuerpo que Kardec llamó periespiritu, o cuerpo celeste según pablo; o túnica nupcial conforme enseñó Jesús; o cuerpo bioplasmatico para los ex soviéticos; o cuerpo astral en la Teosofía; o modelo organizador biológico designado por Hernani Guimarães Andrade.
Los procedimientos adoptados por médicos desencarnados se estriban en reminiscencias mucho más amplia y completa de lo que la realizada frecuentemente “acá” en el orbe físico. Forman parte de ella el mapa de identificación completo del paciente que engloba su biografía actual, la ficha carmica y la proyección individual de recordaciones, también como el folleto de los complejos de culpa; la apreciación de los miembros de la familia; la anamnesis psicológica de minucias, completada por el check-up mental, que es la competencia del especialista proceder a la “lectura e interpretación” de los pensamientos, por la simple observación visual del cerebro [transcendente]en funcionamiento.
Por tanto, en el “más allá” los exámenes pueden determinar la reversibilidad o irreversibilidad de la enfermedad. Normalmente eso ocurre previamente a la reencarnación, motivo por el que numerosos enfermos son tratables, más solamente curables mediante internaciones (largas o cortas) en el campo físico, a fin de que las cosas profundas del mal sean extirpadas de la mente por el contacto directo con las luchas en las que se configuran.
En el futuro, cuando la mayoría de los hombres comprendan la vida fuera de las dimensiones físicas, todos y cualquier fenómeno, aunque inexplicables, principalmente de “cura”, no serán más tratados como sorprendentes o “sobrenaturales”. En verdad, hay medios de intercambio entre el “Cielo y la Tierra” que la inútil ciencia académica aun no tiene estatura satisfactoria para cubrir. Infelizmente, aun son rechazadas las evidencias científicas del Mundo Espiritual, constatadas en investigaciones realizadas por científicos del porte de William Crookes, Alfred Russel Wallace, Oliver Lodge, Aksakof, Ernesto Bozzano, además de otros, que no dejan dudas de que las energías del universo pueden ser aplicadas a todas las dimensiones o escalas, que se desdoblan en el espacio y en el tiempo, uniendo el campo físico y extra físico en una sola red o totalidad integrada. Los Catedráticos Espirituales aseguran que divisamos apenas una octava parte de lo que sucede a nuestro alrededor, lo que nos da idea de cuánto la Ciencia tendrá que progresar para revelar las múltiples dimensiones de la vida y el tipo de energía que entra en la composición de cada una de ellas, lo que significa decodificar las variadas disposiciones o modos de “adensamiento”de la luz, que penetran en la génesis de las partículas de esas diferentes dimensiones.
Las fuentes de las enfermedades físicas son objeto de estudio de la Ciencia Clásica. Las matrices de los achaques espirituales han sido objeto de pesquisa por la “Ciencia Espirita”, eso porque el científico clásico no admite la existencia del Espíritu. Más temprano o más tarde habrá la unión entre la Ciencia y el espiritismo. La fuente del saber tiene necesidad de una nueva visión de la realidad, construida a partir de un modelo que se basa “en la conciencia del estado de inter-relación e interdependencia esencial de todos los fenómenos (físicos, biológicos, sociales y culturales) y esta visión transcendente en las actuales fronteras disciplinarias y conceptuales habrá de de ser explorada en el ámbito de nuevas instituciones.”. (1) Hasta porque “el Espiritismo y la Ciencia se complementan uno al otro; la Ciencia sin el Espiritismo, queda imposible explicar ciertos fenómenos solo con las leyes de la materia; el Espiritismo, sin la Ciencia, le faltaría apoyo y control”. (2)
Creemos que los postulados espiritas constituyen sendas innovadoras, abiertas por la fenomenología mediúmnica y sobre las cuales la Ciencia transitará, más tarde o más temprano, edificando las largas alamedas del desenvolvimiento, con las cuales se beneficiará toda la humanidad. “La medicina humana será muy diferente en el futuro, cuando la Ciencia pueda comprender la extensión y complejidad de los factores mentales en el campo de las molestias del cuerpo físico.”(3)
En suma, el hombre es constituido de estructuras mucho más complejas de lo que se consigue visualizar a simple vista o a través de la tecnología médica existente. La “salud es la perfecta harmonía del alma. (4) Para la conquista de la salud espiritual la Doctrina Espirita ofrece recursos terapéuticos complementarios a la medicina terrena. En el rol esos recursos medicamentosos constan de la oración, de la meditación, de los trabajos de desobsesión, la educación y ejercicio de la mediúmnidad (cuando recomendable), el pase, el agua fluidificada, la invitación para el servicio asistencial, estimulo al paciente para el autoconocimiento, para ampliar sus potencialidades espirituales, con énfasis en la reforma moral, punto básico para la salud integral.
Jorge Hessen
ttp://aluznamente.com.br
Referências bibliográficas:
(1) Capra, Fritjof. O Ponto de Mutação, 30ª. Edição, São Paulo: Ed Cultrix , 2012, 259.
(2) Kardec, Allan. A Gênese, Rio de Janeiro: Ed FEB, 1977, cap. 1
(3) Xavier, Francisco Cândido. Missionários da Luz, ditado pelo espírito André Luiz, Rio de Janeiro: Ed FEB, 1999, cap.12
(4) Xavier, Francisco Cândido. O Consolador, ditado pelo espírito Emmanuel, Rio de Janeiro: Ed FEB, 1999
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