
Traducido por Merchita
Madri/Espanha
merchitacruz@gmail.com
Considerando la prensa laica , advirtió Emmanuel: “nunca los círculos educativos de la Tierra poseyeron tanta facilidad de amplificación, como ahora, cara a la evolución de las artes graficas; jamás el libro y el jornal fue tan ampliamente difundidos; entre tanto, la prensa, casi de modo general, es el órgano de escándalo para la comunidad y centro de intereses económico para el ambiente particular, mientras que pocos libros triunfan sin el aroma de la fortuna privada u oficial, en la hipótesis de ventilar los problemas elevados de la vida.”(1)
¿La divulgación espirita actual hace justicia al apoyo e incentivo de todos nosotros? ¡Sí! No hay como desconocer la importancia de la divulgación doctrinaria para la manutención de la llama viva de la Tercera Revelación. “El conocimiento espirita, en esencia, es tan importante en el reino del alma, como la alfabetización en los dominios de la vida común”.(2)
La prensa espirita es un notable canal de divulgación, capaz de conducir al lector a las informaciones fundamentales de nuestra realidad doctrinaria, marcándolo, vigorosamente, en afectivos proyectos de espiritualización. Por lo tanto, es menester que los medios de comunicación estén comprometidos con la ética, con la verdad revelada por los Espíritus Superiores y con la mejor calidad de los temas difundidos.
Siendo poderoso el medio de diseminación de las verdades eternas y por dirigirse a dos públicos – el espirita y no espirita - la prensa Kardeciana no debe ultrapasar los limites de los intereses doctrinarios e inmiscuirse en alteraciones políticas o disputas de liderazgo por el movimiento espirita institucionalizado.
Para logar los ideales de convivencia pacífica en la diseminación de las verdades eternas entre personas de diferentes convicciones, es forzoso huir del egocentrismo. El Espiritismo es una doctrina transcendente, destinada a influir en la transformación social; por eso, debe tornarse autoritaria, para posibilitar el dialogo fraterno y no excluyente. No se puede imaginar una divulgación espirita desatenta al mundo, conventual de sí misma.
No es difícil averiguar que mueren los medios de comunicación aireados (periódicos, revistas, sites, televisión, radio), que se puede confiar sin la sensación desagradable de asfixia, de servil sujeción a liderazgos extravagantes. La coordinación del movimiento espirita coevo estableció un clima de auto censura, reduciendo la divulgación espirita a una insensibilidad inerme, como si yaciese apartada de una administración clerical.
En los centros espiritas surgen parlantes “estrellas”, funcionales e inquietos, que transforman las tribunas en revueltas para los focos de la prensa espirita, casi siempre exponiendo la doctrina con superficialidad, aventurando una cultura de alquiler. No pierden la menor oportunidad de teatralizar la palestra con brotes oratorios para extraer diluvios de aplausos de la platea.
Otra realidad es: cuanto más se expande el ciberespacio, más se amplía el universo de la diseminación espirita en la sociedad. de ahí urge toda cautela para que la vinculación de los preceptos doctrinarios, sobre todo virtuales, no vengan a convertirse en ingente esfuerzo de propagación ideológica, con el fin de convertir a todos, bajo el talon de la insensatez de los espiritismos a la moda brasileña. Cual inhumana expiación, notamos mucho personalismo en la difusión del espiritismo; hay mucha presunción, prevalecen muchos intereses personales sobreponiéndose al colectivo.
Pocos son articulistas y oradores que tienen la audacia y la consistencia de asentarse en el amparo del restablecimiento de la verdad revelada por los Espíritus y del comportamiento crítico en el círculo doctrinario. Infelizmente, la masa popular aun no entendió la Doctrina Espirita. El nivel bajo de la cultura del pueblo no permitió el desenvolvimiento coherente de la doctrina entre los “ilustres” excluidos del sistema elitizante. Quizás no haya interés de elite cultural por el despertar de las conciencias vulgares, porque sino los aduladores desaparecen. Eso es muy evidente, hasta porque cuanto más esclarecimientos doctrinarios, menos idolatrías, y como se busca shows y aplausos, es preferible “halagar” a todos, a “disgustar” al gran público de idolatras inconscientes. Y en esa dirección la divulgación Espirita va abrigando la orientación del Evangelio Redivivo.
Jorge Hessen
http://jorgehessen.net/blog
Referência bibliográfica:
(1) Xavier, Francisco Cândido. O Consolador, Ditado pelo Espírito Emmanuel, questão 206, Rio de Janeiro: Ed FEB, 2001
(2) Vieira, Waldo. Sol Nas Almas, ditado pelo espírito André Luiz, São Paulo: Ed. Boa Nova, 2010
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