
Traducido por Merchita
merchitacruz@gmail.com
Sin tender para la intransigencia, discordamos con tranquila convicción de las tesis presentadas por el asistente de acusación del Tribunal de Justicia del estado de Mato Grosso del Sul, sobre el caso vinculado en la revista VISAO de 25 de diciembre de 1985. Inferimos no ser en defensa de la maquina judicial que se archivo el recurso de la anulación en cuanto a la decisión que absolvió al señor Juan Francisco Marcondes Fernández, acatando el Tribunal de Juri, como prueba, el testimonio de la propia víctima (Gleide Maria Dutra), psicografiado por el médium minero Francisco Cándido Xavier, que en la oportunidad exoneraba de responsabilidad al acusado; sin embargo, si, el indirecto, por tanto, intencional ataque al Espiritismo.
¿Quién somos nosotros, criaturas supuestamente investidas de sabiduría, para invalidar un mensaje providenciado del más allá a través de la mediúmnidad impar de Chico Xavier?... Es obvio que los jurados no tienen la obligatoriedad de aceptar los principios Kardecianos, con todo, lo que no se justifica bajo cualquier hipótesis es la flagrante tendencia de personas laicas arremeter al Espiritismo condenaciones “sutiles”, visando des caracterizar la fuerza de una doctrina no consolidada en sectarismos, ritualismos y abominables jerarquías injustificables o cualquier otro “"Ismos" de la creencia popular.
Por nuestras informaciones, el hecho acontecido el día 27 de junio de 1985, en el Tribunal de Jurí de Campo Grande, con la absolución de Juan Francisco (acepta unánimemente. Salvo probables equívocos, aquella habría sido la tercera vez que un Tribunal de Jurí acoge y acepta un testimonio de victimas desencarnadas. Anteriormente a ese hecho, tenemos noticia de la carta recibida (mediúmnidad de Chico Xavier) cuya autoría es del joven Mauricio Garcez Henrique (espíritu) exonerando a la amiga que accidentalmente le disparó mortalmente, en la ciudad de Goiania, y también, de la carta mediúmnica del diputado Heitor Cavalcante de Alencar Furtado, eximiendo de culpa al policía que lo tiro “Branquinho” (Aparecido Andrade Branco).
No creemos que las psicografia exonerando a los reos en cuestión a lo que hicieron al mundo casual o fortuitamente. Tenemos la certeza de que Chico Xavier no tenía la intención ser vehículo de intercesión medianímica a favor de quien quiera que fuese en un proceso criminal. Nos situamos en la condición de concebir, en los casos, la excelsa misericordia de Dios, donando al hombre la oportunidad de visualizar la vida más allá de los sentidos físicos o en la inmortalidad.
¿En perfecto dominio de conciencia, como encarar la cuestión expresada? ¿Dejar que pase simplemente desapercibido, o contrariamente, tomar valiosas lecciones para una posición madura?
Dependiendo de las prerrogativas de la libertad de expresión que a todos interesa, creemos ser de una fantástica dimensión para el abordaje del tema en los vehículos de divulgación doctrinaria. No compartimos de la opinión formada en el caso comentado, eso por desconocer mayores detalles de lo acontecido el 1 de mayo de 1980, aunque se acepte en su integridad el mensaje de Gleide exonerando a Juan Francisco, que es suficiente! Por otro lado, intentamos mostrar a los lectores que el mundo aun rechaza bastante al Espiritismo. Los inquisidores modernos que se esconden en los ropajes de superficie en la sociedad actual, procuran destruir y encarnecer a los profesantes espiritas, más atentemos a un factor: - aunque en este episodio la Doctrina Espirita sea blanco de indebidas acusaciones y no represente nada para algunos jurados, recordemos que Jesús, tanto para los perseguidores y seguidores, en la visión inmediatista habría sido el gran derrotado en el ignominioso madero, en el Calvario; entretanto, la Verdad que El nos legó es eterna, tan eterna como los hechos espiritas.
Quieran o no los hombres; sirva o no de prueba un mensaje mediúmnico para cualquier egregio tribunal de Justicia, lo que efectivamente nos arrebata a Dios serena y convictamente son las comunicaciones cada vez más ostensivas de los Espíritus con los encarnados, para rescatarlos de los cautiverios de las concepciones dogmaticas de las religiones literalistas en esta transformación social de los días que pasan.
¡Se anula como prueba una declaración de más allá del túmulo! Que sean impetrados millones de recursos rechazando un mensaje mediúmnico absolviendo a un reo; mientras tanto, no será licito olvidarnos que en la intimidad de la conciencia de Juan Francisco para la serenidad de su inocencia defendida por Gleide (la “victima”), aunque no sea percibida por esa justicia (academicista” demasiadamente miope para las cosas esenciales de la vida, que es regida por las magnánimas leyes de Dios.
(*) Publicado en el libro Luz en la Mente de autoría de Jorge Hessen, Distrito Federal: editora Edicel, 2002
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