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quinta-feira, 1 de outubro de 2009

LAS PERIPECIAS DOCTRINARIAS SON FUENTES DE ILUSIÓN 22 -09- 2009




Traducido por: Merchita

E-mail: merchita926@ya.com

Debemos respetar todas las creencias, obviamente. Acatar preconceptos, puntos de vista y normas de cualquier persona que no leen por nuestra cartilla doctrinaria, es sensato, más eso no significa aprobarlos, adoptarlos, divulgarlos o recomendarlos. ¡No! ¡Eso no! Tenemos obligaciones intransferibles para con la Doctrina Espirita. Es, absolutamente, necesario que defendamos los principios doctrinarios con simplicidad y dedicación, sin intolerancia, sin radicalismos, más sin concesiones indeseables y sin contemporizaciones ridículas. La determinación, la experiencia y la práctica de los médiums más maduros, de los quilates de un Francisco Cándido Xavier y de un Divaldo Pereira Franco, entre otros, nos han demostrado, siempre la necesidad de la vigilancia con relación a a la necesidad de la vigilancia con relación a la necesidad de la preservación de la pureza de los preceptos básicos de la Doctrina Espirita.

Observamos, incomodados, las muchas discusiones estériles en torno de temas como: Niños índigos; Chico es la “reencarnación” de Kardec (¡?); Ubaldimos, ramatismo, cromoterapias, desobsesión por corriente magnética y tantos otros exquisitos “ismos” y “pías”, injertados en las huestes doctrinarias. Se acepta, y peor aún, se difunde el poder “curador” de cristales sin la menor reflexión consciente (si la tesis fuese legitima, la lógica susurraría que los residentes de Cristalina y Cristalandia NUNCA están enfermos). Confían, ciegamente, en los efectos de las pomadas “mediunizadas”, como si esa practica engañosa les fuese a traer algún beneficio. Promoviéndose en las tribunas, verdaderos shows de la propia imagen y del propio nombre, shows esos protagonizados por los ilustres oradores, que no abren la mano de la vanidosa distinción del “Dr.” Antes de los propios nombres, hay los que imitan, sin ningún escrúpulo, al Orador Divaldo Franco, con derecho a recibir el Bezerra y todo lo que es dado derecho al final de la conferencia. Se crean asociaciones con notables profesionales de pretensos “espiritas”. Otros muchos se proyectan en los trabajos asistenciales, para escalar espacios en el centro de atención de la política partidaria. No es de hoy el fenómeno de las practicas exóticas en las huestes doctrinarias, echo ese que hace, realmente, la diferencia entre Espiritismo como Doctrina de los Espíritus y espiritismo como doctrina de los espiritas.

Según algunas conveniencias de recaudación, propician las famosas “churrascadas espiritas”, disfrazadas de almuerzo fraterno, en nombre de Cristo (¡?), ¡Asómbrense! Confeccionan rifas “benéficas” agencian desfiles de moda, “de carácter filantrópico”, y, lo que es peor, cobran tasas para el ingreso en los eventos espiritas, sean los que sean: congresos, simposios, seminarios, y, por ahí va la charanga. ¿Hasta cuándo?

Hay una insostenible inclinación para la dimensión del misticismo de cofrades idolatras, que, quizá, leerán alguna “cosilla” aquí, y otra allí, sobre la doctrina espirita y se dicen seguidores convictos, cuando, en realidad, nada más son que “espiritas de superficie”. Somos siempre advertidos sobre la obligación intransferible de preservar las enseñanzas de Allan Kardec, sea por el ejemplo diario del amor fraterno (¡ESO ES OBVIO!), sea por el coraje del debate elevado.

Muchas personas me han escrito, insistiendo en el tema – apometrias. Les informo, frecuentemente, que la teoría y la práctica de la técnica apometrias (y sus “leyes” y conceptos) están en pleno desacuerdo con los principios doctrinarios codificados por Allan Kardec. No aconsejaríamos incluir esa práctica extraña en la estructura del Departamento Doctrinario y Mediúmnico de las Casas Espiritas, por una simple cuestión de BUEN SENTIDO. Sobre esa exquisita practica lamentablemente, endurecida por estas bandas del Centro-Oeste, indagamos a los expertos, por que los Espíritus no nos revelaron tal propuesta “terapéutica” (¡), cuando tuvieran, a su disposición, excelentes médiums colaboradores, a lo largo del siglo XX?

No basta afirmarse “espirita”, ni, tampoco, decirse “médium de calidad”, si esa práctica no fuera ejercida conformes preceptúa la Codificación Espirita. Respaldados en los estudios sistemáticos que hacemos de la Doctrina Espirita – y no dispensamos, de forma alguna, ese habito – esclarecemos, siempre, que la apometrias no es Espiritismo, por cuanto sus prácticas están en total desacuerdo con las recomendaciones de “El Libro de los Médiums”. Con esas inoportunas practicas, se abren precedentes graves para la implantación de rituales y manierismos, totalmente, inaceptables en la práctica espirita, que es, fundamentalmente, la doctrina de la fe razonada.

Si la apometrias es (como afirman los discursos superficiales y aburridos de los lideres de esa práctica), más eficiente que la reunión de desobsesión, REPITO: ¿Por qué la omisión de los Espíritus Superiores? ¿Por qué ellos se callaron sobre el asunto? ¿Curioso eso, no? En lo mínimo, es sintomático. El Silencio de los Espíritus Superiores es, sin duda, un presagio de que tal práctica es de mal augurio, y, por eso mismo, ella es circunscrita a pocos y RADICALES grupos que la mantienen. No conquistó la aceptación universal de los espíritus, razón por la cual no cuenta con la anuencia de las Casas Espiritas equilibradas. Percibimos que esos arrobos lúdicos colectivos superlotan algunos Centros Espiritas, en que sus dirigentes venden la ilusión de la “terapia apometrica”, como maestros de hipnosis, haciendo que esos centros se tornen un reducto de androides y curanderos de ninguna cosa, lo que es lastimable…

Por relevantes razones, debemos estar atentos a las impertinencias de esos ideólogos quijotescos, de los propagadores de esas terapias inicuas, que piensan revolucionar el mundo de la “cura espiritual”. Hasta porque, la cura de las obsesiones no se consigue por un simple toque de magia (con la varita del don de la apometria), de una hora para otra, más es casi siempre, a largo plazo, no tan rápido como se imagina, dependiendo de múltiples factores, principalmente, de la renovación intima del paciente.

Como si no bastase, aun, entra en escena, en el rol de la ostentación doctrinaria, una tal “desobsesión por corriente magnética”. ¡Eso mismo! Desobsesión (¡?)

El uso de energía para apartar a los obsesores, sin la necesaria transformación moral (Reforma Intima), indispensable para la liberación real de los envueltos en los dramas obsesivos, contradicen los principios básicos del Espiritismo, pues, el simple apartamiento de las entidades perseguidoras no resuelve la obsesión.

El Cristianismo, con la pureza doctrinaria del Evangelio y con la simplicidad de la organización funcional de los primeros núcleos cristianos, fue conquistando, lenta y seguramente, la sociedad de su época. Sin embargo, con el tiempo, sufrió un significativo desgaste ideológico. Se corrompió, por la fuerza de las practicas extrañas al proyecto de Jesús. Actualmente, a pesar de las advertencias de los Espíritus y del propio Allan Kardec, en cuanto a los periodos históricos y tendencias de movimiento, los espiritas insisten en cometer los mismos errores del pasado. Cofrades nuestros, no consiguiendo adaptarse al Espiritismo y, consecuentemente, no comprendiendo y no vivenciando sus verdades, van, a los pocos, adaptando la doctrina a sus fantasías, a sus límites morales, corrompiendo los textos de la Codificación, trazando, para los centros espiritas, practicas dogmaticas de sus preferencias místicas. Les falta, en lo mínimo, el estudio de las obras básicas de la Codificación Rivailina.

De las dos, una: o Kardec está siendo colocado en segundo plano, preterido por otras obras no recomendables, o está, totalmente, olvidado – lo que es peor.

¿Más como evitar ese sistema? ¿Cómo actuar, ante los centros mal orientados, con dirigentes perturbados, con médiums obsesados, con oradores estrellas? ¿En fin, como actuar, ante los espiritas perturbados y perturbadores? Sería interesante la práctica del “lavar las manos? O la retorica filosófica del “liberalismo”, "laissez aller", "laissez passer"? ¿Debemos dejar que los propios grupos espiritas usen y abusen del libre albedrio para, por fin, aprender a hacer elecciones correctas y adecuadas a sus necesidades?

No nos olvidemos de que los enemigos, en potencial, del Espiritismo están enmascarados entre los propios espiritas. Para encerrar nuestras reflexiones, atendamos para algunas demostraciones de Vianna de Carvalho, a través de Divaldo Franco, contenidas en el libro “A los Espiritas”: “El Espiritismo es la gran respuesta para las cuestiones perturbadoras del momento. Su correcta práctica es la exigencia de estos días turbulentos, pues los fantasmas del provenir lo amenazan, y disturbios de comportamiento se presentan con mucha insistencia, pareciendo vencer sus elevadas adquisiciones. Por motivos obvios, “El Espiritismo debe ser divulgado conforme fue presentado por Allan Kardec, sin adaptaciones ni acomodaciones de connivencia en vanas tentativas de conseguirse adeptos”. Es la Doctrina que se fundamenta en la razón, y, por eso mismo, no se compadece con las extravagancias de aquellos que, por medio subrepticio, ha intentado hacer prosélitos, acaban por macular la pureza originaria de nuestra Doctrina Espirita.

No faltan tentativas de injertos de ideas y convenciones, de prácticas inconvenientes y de comportamientos que no encuentran guarida en su rígida contextura doctrinal que, si son aceptadas, nos conducirían a serios problemas existenciales, no sea nuestra convicción la de que el Espiritismo vino para quedar, y que de nada valen esas investidas del mal. Crear desvíos doctrinarios, atrayendo incautos e ignorantes, causa, sin duda, perturbaciones que podrían indiscutiblemente,, ser evitadas, si hubiese, por parte de los dirigentes, mayor rigor en la conducción de los trabajos de algunas Casas Espiritas. Repetimos con Divaldo: “Cualquier injerto, por más delicado que se presente para ser aceptado, le hiere la integridad porque el [El Espiritismo] es un bloque monolítico, que no dispone de espacio para adaptaciones, ni acrescismos que cifran de su estructura básica.”

Queridísimos hermanos del ideal, creemos ser indispensable la vigilancia de cada espirita sincero, para que gramo nociva seitista y sutil de la invasión de tesis extrañas no predomine en su campo de acción, terminando por asfixiar la planta buena que es, y cuyo menaje dispensa las propuestas reformadoras, caracterizadas por la precipitación y por el desconocimiento de sus enseñanzas – como advierte Vianna de Carvalho. 

Jorge Hessen

E-Mail: jorgehessen@gmail.com

Site: http://meuwebsite.com.br/jorgehessen






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