Traducido por: Merchita
E-mail: merchita926@ya.com
Bethany Jordán, una joven de la ciudad inglesa de Stourbridge, sufre del síndrome de Ivermark, caracterizado, también, por problemas cardiovasculares que es un síndrome patológico de etiología desconocida. (1) Jordán nació con algunos de sus órganos invertidos, eso mismo! El hígado, el intestino y el bazo posicionados a tras para el frente. El fenómeno fue descubierto en examen de ultrasonido mientras ella aun estaba en el útero de Lisa su madre. En la época, los médicos dijeron que Jordán tenía pocas oportunidades de sobrevivir al parto. La niña Bathany, más allá de tener los órganos mal posicionados, también nació con otros problemas de salud, como los dos pulmones que convergían en un formato, apenas, del pulmón izquierdo, y un agujero en el corazón. Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al constatar que la niña sobreviviera hasta completar los seis años de edad.
El hecho nos induce a la reflexión sobre el periespíritu, a la Ley de Causa y Efecto, reencarnación, suicidio, entre otros temas que la Doctrina Espirita nos presenta. Antes de renacer, examinando nuestras propias necesidades de perfeccionamiento moral, muchas veces, rogamos la limitación psicomotora en la nueva experiencia física, para que esa condición nos induzca a la elevación de sentimientos. Pedimos a los Benefactores la enfermedad de larga duración, capaz de educarnos los impulsos; esa o aquella lesión física que nos ejercite la disciplina; determinada mutilación que nos inhiba el arrastramiento a la agresividad exagerada. Es la lógica de la justicia de la Reencarnación, lo que nos remite a analizar las patologías por el Principio de Causa y Efecto. En verdad, ya vivimos, aquí en la Tierra, innumerables veces y trajimos gravados los registros de nuestras adquisiciones anteriores y desatinos, como fulcros energéticos en núcleos de potenciación, y, en la ligación del periespíritu al ovulo, reflejamos, en esa célula femenina de reproducción, el nivel de nuestro proceso evolutivo.
Nuestro estado moral es el que determinará los renacimientos con anomalías congénitas o no. A partir de la fecundación del ovulo, bajo el comando de la ley, el espíritu que reencarna imprime, a través de la acción del periespíritu, la integración de su propia herencia espiritual con el legado genético de los genitores. La formación del respectivo DNA individualizado - compuesto de genes dominantes y recesivos - conducido por las sagradas Leyes de la Hereditariedad, provenientes del Creador, configurará el nuevo cuerpo físico de aquel particular espíritu inmortal, que "renacerá" conforme el programa, previamente, establecido y subordinado, inicialmente y voluntariamente a factores como familia, raza, etnia, nacionalidad, predisposiciones para determinados estados de salud o dolencia - física o espiritual - y otras innumerables especialidades individuales.
El maestro Chico Xavier opino cierta vez: "sobre las reencarnaciones más difíciles, recordando que, muchas veces, encontramos determinados casos de suicidio, y, algunas veces, el suicidio acompañado de homicidio, obligando al autor a una angustiante complejo de culpa llevado para más allá de esta vida y, después, ese trauma de culpa renaciendo con el, a través de la reencarnación." (2) El médium de Pedro Leopoldo explica lo siguiente: "Muchas veces, hemos encontrado hermanos nuestros suicidas que dispararon un tiro contra el corazón y que vuelven con una cardiopatía congénita o con determinados fenómenos que la medicina clásica dentro de la llamada Tetralogía de Fallow; nosotros vemos a compañeros que quisieron morir por el ahorcamiento y que vuelven con la Paraplejia Infantil; vemos muchos de aquellos que prefirieron que prefirieron el veneno y que vuelven con malformaciones congénitas; otros personas que violentaron el propio vientre y que vuelven, con las mismas tendencias y que, algunas veces, acaban desencarnando con el llamado infarto mesentérico. Vemos, por ejemplo, aquellos que prefirieron morir por el ahogamiento, en un acto de rebeldía contra las leyes de Dios y que vuelven con el llamado enfisema pulmonar. Vemos, aun, aquellos que dispararon tiros contra el propio cráneo y vuelven con fenómenos dolorosos, como, por ejemplo, la idiocia, cuando el proyectil alcanza la hipófisis, todas esas consecuencias, porque estamos en nuestro cuerpo físico, más subordinados a nuestro cuerpo espiritual. Entonces, principalmente los fenómenos provenientes del suicidio, por un tiro en l cráneo, son muy dolorosos, porque vemos sordez, ceguera, mudez, y vemos ese sufrimiento en criaturas también, lo que nos figura incompatibles con la misericordia de Dios, porque nosotros sabemos que Dios no quiere el dolor. (3)
Los investigadores, que reducen los fenómenos de la vida al exclusivo universo de la materia densa, insisten en explicar la vida como una compleja reacción química, y nada más que eso, están prestos a penetrar en sus profundos misterios y propiciar su creación por la mano del hombre, así como, hasta hoy, cree ser el pensamiento mera excreción del cerebro y que todas las funciones psíquicas mueren con el cuerpo físico. Los fenómenos vitales, no pueden ser atribuidos a la exclusiva acción mecánica de la hereditariedad genética, en el comando del montaje de los tres billones de dos nucleótidos que constituyen los grados del DNA humano. Infelizmente, "no hay aun lugar para el espíritu en la ciencia de la investigación académica, empírico-inductiva, la cual, por eso, continua tomando como causa lo que es efecto, haciendo de las leyes de la hereditariedad genética las únicas presentes al acto de la vida, jueces exclusivos e inconscientes del futuro patrimonio apolíneo y saludable, o deforme y enfermizo del ser humano, apenas concediendo algunas influencias a los efectos ambientales y al psicosomatismo, aunque cerebral, calcados en las predisposiciones genéticas."(4)
Las matrices de las molestias tienen sus raíces en la estructura periespiritual. Aunque esté aparentemente saludable, una persona puede traer en sus Centro Vitales (chacras para los hindús), disfunciones latentes, adquiridas en esta u otras vidas, que, más temprano o más tarde, vendrán a la superficie en el cuerpo físico, bajo la forma de dolencias más o menos graves, conforme la extensión de la lesión y la posición mental del deudor. Somos herederos de nuestras acciones pretéritas, tanto buenas como malas. El "Carma" (5) o "cuenta del destino creada por nosotros mismos" está impreso en el cuerpo psicosomático." (6) Esos registros fluyen por el cuerpo físico y culminan por determinar el equilibrio o el desequilibrio de los campos vitales y físicos. "Solo el reconocimiento - que un día llegará - de la primacía del espíritu sobre la materia, asociada esa primacía al principio reencarnacionista, esto es, a la integración de la herencia espiritual a la hereditariedad genética, comandada por el espíritu, vía periespíritu, regida por la Ley de Causa y Efecto, es que permitirá que se identifiquen, en el espíritu inmortal, las causas verdaderas de los desequilibrios que aparecen en el cuerpo físico, que para él es, bajo el nombre de dolencias, se incluyen los disturbios de la psiquis humana." (7)
Cuando sean descubiertas las tecnologías mucho más sofisticadas, que nos posibiliten un examen profundo de la estructura funcional del periespíritu, la medicina se transformará, radicalmente. Los hospitales poseyendo instrumentos de altísima resolución, mucho más allá de los que existen hoy, los diagnósticos serán, inequívocamente, precisos, lo que posibilitará la cura real de las dolencias. Los profesionales de la salud rebajaran mucho más de forma preventiva, evitando, así, por ejemplo, las intervenciones quirúrgicas alargadas, invasivas, realizadas, abusivamente, en los días de hoy. Los médicos tendrán oportunidad de conocer, con detalles, la estructura tridimensional del cuerpo periespiritual, comprendiendo mejor el modo como se embrocan las complejas estructuras del psicosoma, en las llamadas sinergias,
Jorge Hessen
E-Mail: jorgehessen@gmail.com
Site: http://jorgehessen.net
FONTES:
(1) El Síndrome de Ivemark consiste de malas formaciones de diferentes órganos, y la expectativa de vida depende de cómo cada órgano, principalmente el corazón, es afectado
(2) Xavier, Francisco Cândido. Gotea Fuego, São Paulo: Ed. Edicel, 1975
(3) ídem
(4) Artículo de Raphael Ríos, intitulado Ley de Causa y Efecto determina los Efectos de la Hereditariedade usando los Registros del Perispírito, publicado en la Revista Internacional de Espiritismo - diez/2000
(5) Carma, o Karma (del sânscrito karman , en pali, kamma ) significa acción. El término tiene un uso religioso dentro de las doctrinas budista, hinduísta y jainista. Fue posteriormente utilizada también por la teosofia, por el Espiritismo y por un subgrupo significativo del movimiento New Actúa.
(6) Sugerimos lectura del libro Acción y Reacción, dictado por el Espirito André Luiz, todo él dedicado al estudio del compromiso cármico de las vidas sucesivas
(7) Artículo de Raphael Ríos, intitulado Ley de Causa y Efecto determina los Efectos de la Hereditariedade usando los Registros del Perispírito, publicado en la Revista Internacional de Espiritismo - diez/2000
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