Los preceptos espiritas deben sensibilizar a la sociedad para la comprensión de las dolencias y del dolor. Sean, ellas transitorias o no, en el contexto biológico y moral del ser. En los días modernos, el Sida aflige no solo por la repercusión física que promueve, más principalmente de cara al preconcepto social. La cuestión del Sida tiene que provocar reflexiones para ser apreciada y comprendida en su expresión necesaria.
En el día 7 de Julio del 2.002, fue realizada en Barcelona en España la Conferencia Internacional sobre el Sida. Conforme informa la revista "IstoÉ" el evento presento datos alarmantes, de acuerdo con Meter Piot, director exclusivo de la Unaids, órgano de la ONU, responsable por el ataque a la dolencia advierte: "Aun no alcanzamos el punto máximo de la epidemia, que no tiene precedentes en la historia de la humanidad." Según Piot, en los próximos 20 años, se estima que "70 millones de personas perderán la vida en el caso de que los países ricos no se unan contra el SIDA.
Actualmente hay cerca de 40 millones de personas infectadas por el virus HIV en todo el mundo. En las dos últimas décadas, 20 millones de personas murieron a causa del Sida, en 2001, 3 millones de muertes fueron causadas por el HIV." Previsiones esas corroboradas por el Director de Medicina Internacional de la Universidad de Cornel, Nueva Iorque, el infectologista Warrem Jonson Jr.
Hay mucha discusión, a nivel medico, a nivel psicológico y también a la luz de las religiones, sobre el problema que cada vez aumenta más. Y no obstante las históricas advertencias del comportamiento sexual han sido factor de indigencias psicológicas, por el ultraje al pudor que el hombre le impone, como exigencia del placer, en prejuicio del sentimiento espiritual.
Las perversiones de la función sexual redundan en sufrimiento caracterizado por dolores insoportables. Cuando utilizamos las energías sexuales, para las ocurrencias promiscuas de la degradación, vulnerabilizamos todo sistema inmunológico, manchando nuestra estructura psicológica y fisiológica. Por tanto, el Sida, síndrome que viene oprimiendo al mundo, es el resultado inevitable del libertinaje sexual. Es un fenómeno que nos viene a invitar a profundas reflexiones. Sino, veámoslo:
Hay dados científicos que comprueban que los espermatozoides consiguen atravesar orificios o fisuras microscópicas en los "preservativos" con frecuencia suficiente para causar gravidez. "Por eso muchas veces los "preservativos" son métodos ineficaces en la prevención de la gravidez. ¿Ahora, al juzgarse esa constatación como verdadera, considerándose que el virus del Sida tiene una dimensión menor que los espacios intermoleculares que el del látex, materia prima de los preservativos, de que manera podría impedir el preservativo el traspaso del HIV? Por eso es importante dudar de la eficiencia integral del preservativo al contagio del Sida. ¡Es imprudente!
El hombre moderno aun vive masificado bajo el calzado de expresiva suma de informaciones eróticas, vagueando bajo el impacto de imágenes (sobretodo por la televisión) que le excitan la libido, aumentándole el sentimiento y ofuscándole el raciocinio. Gracias al comportamiento sexual en descontrol va exhibiendo, en ese contexto, los mitos del placer y del triunfo como si fuese un montón de carne desgobernado por la carga erótica. Como si no bastasen los rugidos de la naturaleza en la forma de cataclismos, inherentes, epidemias de varias procedencias, aun el hombre moderno encarrila comportamientos contrarios a la advertencia de Jesús al respecto de la metáfora de "Sodoma" y "Gomorra".
A la vista de ese cuadro de la naturaleza separa los valores morales en la Tierra para el necesario resurgimiento de las energías creadoras de un modo armonizado, compuesto por las criaturas verdaderamente moralizadas. Sabemos que el HIV se constituye en el más voraz agente de expurgación de la historia humana. El temido virus destruye invariablemente el sistema inmunológico, motivo por el cual los responsables por los programas de prevención precisan promover programas educativos más racionalizados y suficientemente eficaces al revés de endosar aventura permisiva "protegida" por la supuesta eficacia de los "preservativos". ¿De que manera? ¡Usando el buen sentido!
El Evangelio preconiza que la vía preventiva contra el Sida es el comportamiento saludable, y la reforma moral, el respeto al sentimiento del prójimo y a la fidelidad conyugal. ¡Con la sexualidad no se juega, por eso la conducta cristiana, en ese contexto determinará, en plenitud, la inmunización ABSOLUTA!
E-Mail: jorgehessen@gmail.com
Site: http://jorgehessen.net
FONTES:
1- Estudos da OMS-Organização Mundial de Saúde atesta oficialmente ser o vírus da AIDS menor que o poro do látex, matéria prima básica dos "preservativos".
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