Asistí al video contenido en el link http://youtu.be/Zpu0-eI5Y2o y quede maravillado. Constate que hay personas admirables que, aunque son portadoras de graves anomalías físicas, aman vivir la vida en plenitud y superan obstáculos que desafían a la propia razón. Ley un reportaje sobre Fernando Xavier, una de esas criaturas extraordinarias. El sufre de esclerosis lateral amiotrofia – “ELA”, tambien conocida por la enfermedad de “Lou Gehrig” o mal de “Charcot”. Una patología neurodegenerativa progresiva. (1) A la medida que la molestia progresa, generalmente después de la perdida de las habilidades de locomoción, habla y de aglutinación, si no hay tratamiento inmediato, el enfermo desencarna en poco tiempo, debido a la incapacidad respiratoria advenida por la atrofia de los músculos asociados a la respiración. La expectativa de vida varia de individuo a individuo, más, en términos estadísticos, más del 60% de los enfermos solo sobreviven entre dos y cinco años. (2)
Cuentan los especialistas que los portadores de la “ELA” son personas especiales y apasionantes, buscan esclarecimiento y nuevas posibilidades de tratamiento para la dolencia, y, sobretodo, luchan constantemente para sobrevivir. Para corroborar esa verdad, cuatro años a tras, Xavier fue internado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de un hospital de Ariquemes en el estado de Rondonia. Desde su internación habla de Dios, de amor y de optimismo en sus construcciones poéticas (escritas con auxilio de una cuidadora) pronunciando que adora vivir a lo que llama “vida maravillosa” y que es plenamente feliz en el hospital. (3)
Recuerdo al austero físico británico (William) Hawking, tal vez un enfermo ni tan optimista como Xavier, sin embargo, es considerado uno de los más brillantes científicos del siglo 20. Ayudo a entender el origen del universo, la función de los “agujeros negros” y, de pensar mucho , escribió las 262 páginas del mayor best-seller de la ciencia para laicos: “Una breve Historia del Tiempo”. Consiguió tal hazaña sin conseguir mover el cuerpo. A los 21 años fue diagnosticado con “ELA”. Los médicos le dieron 2 años de vida. la enfermedad afecto al habla, cada vez más desarticulada, entretanto el conseguía comunicarse. Dicto a la secretaria el borrador del libro en 1984.
En 1985, sin embargo, Hawking tuvo una neumonía grave y precisó hacer una traqueotomía de emergencia, lo que lo llevo a perder definitivamente la voz. Mudo y casi todo paralizado, pasó a levantar una ceja cuando alguien apuntaba para las letras. Más tarde adoptó el software Equalizer, que permite escribir frases seleccionando palabras de un menú con un movimiento sutil de la mejilla. Por fin, un sintetizador de voz instalado con el Equalizer trajo de vuelta el habla (electrónica). ). Hawking ocupo la cátedra de Isaac Newton en Cambridge hasta 2009 comunicándose apenas con imperceptible movimiento de la mejilla.
En estas reflexiones me surgió a la mente la personalidad de Antonio Francisco Lisboa, “el cojo”, víctima de una de una lepra desfigurada, eso no le impidió de insculpir ante la Iglesia del Santuario del Señor Del Buen Jesús de Matosinhos, en Congonhas do Campo/MG, 66 estatuas de la Viacrucis, en cedro-rosa y 12 estatuas de los profetas, en piedra de jabón, entre otras obras primas del barroco brasileño.
No podría dejar de citar a Helen Adams Keller, una de las diez mujeres más importantes de los EUA. Keller era escritora y conferencista en Norteamérica. Nació ciega, sordo muda y se volvió un símbolo de tenacidad en la superación de sus propias deficiencias. A los 6 años pasó a ser orientada por Anne Sullivan (joven irlandesa de 21 años de edad, recién formada por la Escuela de Ciegos Perkins, de Boston/EUA). La niña Helen y la joven Anne, ambas con impar perseverancia, realizaron un prodigio: gracias a la tenacidad fraternal de Sullivan, Helen aprendió a leer, escribir y pronunciar palabras, diplomándose en humanidades, con elogios en el Radcliffe College, Cambridge/EUA, en 1904.
En el término de esos argumentos, invoco la figura sobre humana de Jerónimo Mendoza Ribeiro, un orador y escritor espirita de primera línea. Aun mismo encarcelado en una cama ortopédica (era tetrapléjico y totalmente ciego), trabajaba duramente por la difusión del Espiritismo. Su viacrucis comenzó a los 17 años cuando fue acometido por una deformación de la artritis reumatoide. A los 19 pasó a usar muletas y, sin encontrar un tratamiento médico posible, fue gradualmente impelido para una silla de ruedas y posteriormente sentenciado a una cama de ortopedia (prisión móvil). Como si no bastase el tubo tambien problemas cardiológicos. A pesar de las grandes dificultades, siempre mantenía el buen ánimo y daba consejos a millares de espiritas que lo visitaban para rogar ayuda.
Postrado en la cama ortopédica, después de perder el movimiento de las piernas, de los brazos y la visión, Jerónimo Mendoza, creo un grafico, escribió 05 libros, gravó 02 LPS y en 1983, fundó algunas instituciones espiritas con destaque para el Hogar Espirita Aterrizaje del Amanecer, que atiende, desde entonces, 200 niños carentes diariamente.
Cierta vez un reportero le pregunto lo que es la felicidad. El respondió: “la felicidad, para mí, postrado hace tanto tiempo en esta cama sin poder moverme, seria poder girar de lado”. Jerónimo siempre con buen humor decía: “Me case con la Doctrina Espirita por lo civil y con el dolor por lo religioso, (…) En esta batalla [contra el mal] es preciso luchar y vencer, jamás ser vencido. Mientras me hieren los grilletes me libero del hombre viejo que fui, anteviendo horizontes inimaginables (…) Donde la maestra del dolor me dará la emancipación merecida”.
Ganó de un gran amigo espirita una Kombi, a fin de poder ser reconducido a las conferencias que realizaba. No sería demasiado decir que el consiguió transformar su “lecho-prisión” en una especie de tribuna ambulante (recorriendo todo el país) y por medio de ella consiguió realizar valiosos trabajos. Su voz siempre bien dicha, su ánimo inquebrantable, a pesar de los dolores que sentía en función de problemas cardiacos y de la propia parálisis total de los miembros , lo hicieron conocer como “El Gigante Acostado”, respetado, querido y siempre invitado para importantes eventos espiritas.
En razón de los diversos viajes que hizo para divulgar la Tercera Revelación, Jerónimo susurro gustosamente:
“Mi mare es una mujer analfabeta de 82 años, más es un espíritu muy inteligente. Ella llegó cerca de mí y dijo: ¿Usted va a viajar otra vez?- Yo le dije: Si.
´Hijo mío, yo no entiendo. Estoy casi creyendo en esta reencarnación (ella no era espirita) que usted tanto habla.
-Le dije: ¿Por qué, mama?
-¿Yo no tengo 9 hijos?-los tiene.
-¿De los nueve usted no es el único paralitico? – Soy.
-Pues usted es… el único que no para en casa!
- ¡Le dije…Madre! ¡Más yo no puedo ser paralitico del alma!
Paralitico del cuerpo es una cosa, sin embargo la más terrible parálisis es la parálisis del alma. Es el alma que se siente inútil dentro de la vida…”
La cama ortopédica era su cruz y el dolor, su compañera inseparable, todavía, en Jesús el encontró el confort y el mejor ejemplo que siguió la vida entera. Muchas veces la presión arterial y la frecuencia cardiaca, en momentos de crisis, no conseguían ser medidos por los esfigmomanómetros, como su fragilidad. Imaginar que Jerónimo Mendoza jamás paró de viajar, trabajar. Actuar. Su lema era “No perder la calma jamás”.
Jerónimo permaneció tetrapléjico y ciego por más de treinta años consecutivos preso al lecho prisión hasta su desencarnación un hecho bastante intrigante aconteció durante el velorio. Sabemos que el lecho en que vivió postrado por más de 30 años, era una cama adaptada con varios pliegues, pues sus piernas no podían quedar bajadas. Cuando su cuerpo estaba en la funeraria los funcionarios quisieron serrar las piernas curvadas del “Gigante Acostado” para estirarlas, pues no había ataúd apropiado. Fue un episodio chocante y la ciudad de Ituiutaba entera se movió contra la decisión. Al final la funeraria tuvo que confeccionar un esquife adaptado para aquel cuerpo deforme, que fue templo de una de las más bellas almas del Universo.
Jorge Hessen
Referências:
(1) A “ELA” não compromete o raciocínio intelectual, a visão, a audição, o paladar, o olfato e o tato.
(2) É preciso que o paciente a partir de um determinado estágio da doença, seja acompanhado de perto por outra pessoa em função da incapacidade de executar as suas tarefas rotineiras. Como a doença não afeta as suas capacidades intelectuais, o paciente percebe tudo que acontece a sua volta, vivencia, por isso, lucidamente a doença e a sua progressão, havendo porém dificuldades de comunicação com outras pessoas, caso já exista comprometimento dos músculos da fala.
(3) Disponível em http://g1.globo.com/ro/ rondonia/noticia/2013/11/sou- feliz-diz-paciente-que-ha- quatro-anos-vive-em-uti-de- hospital-em-ro.html acesso em 01/02/2014
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