Traducido por Merchita
Madri/Espanha
merchitacruz@gmail.com
En Brasil, las enfermedades relacionadas con la obesidad cuestan a los cofres públicos casi 500 millones de reales, anualmente, según un levantamiento realizado por la UNB – Universidad Brasileña. Otra investigación de Presupuestos Familiares (POF) del 2009señaló que el 21,7% de los brasileños, en la faja etaria entre 10 y 19 años, presentan obesidad. En total, hay cerca de 15 millones de brasileños gordito. El número asciende a casi la mitad de los obesos existentes en los Estados Unidos. (1)
Estamos ante una epidemia mundial. El gobierno de Dubái (Emiratos Árabes Unidos) está ofreciendo el oro (¡sí, el oro!) como una recompensa para animar a la gente a perder peso y llevar una vida más sana. Por cada Kg perdido, los participantes recibirán un gramo de oro, que actualmente vale alrededor de cuarenta y cinco dólares (unos cien reales) , pero para recibir el premio debe perder al menos dos kilos. El programa de gobierno árabe refleja la creciente preocupación de las autoridades de los países del Golfo Pérsico con la creciente tasa de obesidad en la población debido al estilo de vida sedentario y el consumo de alimentos colosal comida rápida. (2)
Investigando aquí y en otras partes de la "obesidad", chocó con algunos textos curiosos que aunque excéntrico, resultan atractivos. Uno es el texto del ejemplo Andrew Oitke, un supuesto profesor de antropología en la Universidad de Harvard, que se ha dado a conocer el libro "La obesidad Mental" (?)... (3) que según los lectores, han levantado en contra de las áreas de educación, el periodismo y las relaciones sociales en general.
El hipotético libro “Obesidad Mental” consigna, entre otros incisivos contextos, que en décadas atrás la humanidad tomo conciencia de los peligros del exceso de la gordura física por causa de la alimentación excesiva. Todavía, y pocos se dan cuenta, hay abusos en el campo de la información y conocimiento que están creando problemas tan o más serios que la gordura física.
La sociedad está más congestionada de prejuicios que por la proteína de la grasa; más intoxicada de lugares- comunes que de hidratos de carbono. Los cocineros de esta voluminosa "comida rápida" son los periodistas, intelectuales y columnistas, editores de información y filósofos, novelistas y cineastas. En esas dantescas perversiones alimentarias, los programas de noticias y telenovelas son las hamburguesas del espíritu, las revistas y romances, son los pudines de la imaginación. Con una "capacidad intelectual" tan lleno de adrenalina, romance, violencia y emociones, es normal que la gente nunca consiga una vida sana y equilibrada después de ingerirla.
Anotemos: un periodista se alimenta hoy exclusivamente de cadáveres de reputaciones, de detritos de escándalos, de restos mortales de las realizaciones humanas. La información de las personas aumento, más es un conjunto de banalidades. No es una sorpresa que, en medio de la prosperidad y abundancia, las grandes realizaciones del espíritu humano estén en decadencia. La familia es contestada, la tradición olvidada, la educación abandonada, la cultura banalizada, el folclore entro en caída, el arte es fútil, paradójico o insalubre. Florece la pornografía, la arrogancia, la imitación, la insipidez, el egoísmo. El hombre moderno está en adiposo racionamiento, gustos y sentimientos. Creemos que la sociedad precisa menos de marchas, reformas, desenvolvimiento, progreso de lo que la dieta mental.
Volvamos al tema. La obesidad es una enfermedad crónica, grave, de costos elevados en todas las áreas de la existencia humana –individual y social. Especialmente la de tipo visceral que se asocia con la diabetes mellitus y las enfermedades coronarias en hombres y mujeres. Los niveles crecientes de sobrepeso están asociados a la incidencia aumentada de alteraciones endócrinas, las manos y las rodillas artríticas, enfermedad de la vesícula biliar, apnea del sueño, los lípidos sanguíneos anormales, trastornos de la coagulación y algunos tipos de neoplasias, como cáncer de mama y cáncer de endometrio en las mujeres y el cáncer de colon en los hombres.
Desde el punto de vista espirita, creemos que la obesidad puede provenir de factores genéticos preponderantes y hasta aun mismo de las influencias de espíritus vengativos. Aunque la obesidad no sea clasificada como un trastorno psiquiátrico, entendemos que la extensión de los efectos de la obsesión pertinaz (vampirismo) puede inducir a trastornos psíquicos llevando al obsesado a la ingestión exagerada de alimentos y acentuar los problemas emocionales (ansiedad, temores y fobias).
Allan Kardec, en el evangelio según el espiritismo, cap.28, define obsesión como siendo la “acción persistente que un espíritu malo ejerce sobre un individuo.” (4) La obsesión es siempre un proceso mantenido, continuo, persistente en el que las fuerzas en demanda se están afrontando en un proceso bien establecido. El obsesor estará actuando sobre el encarnado en algunos flancos: mente a mente, a través de la contrición mental; periespiritu a periespiritu, a través del envolvimiento fluídicos que podrá llevar al cuerpo físico a degenerarse.
Comer exageradamente puede inducir a alguien a la obsesión (vampirismo). La gula puede ser matriz de obsesión relacionada a la satisfacción de vicios y pasiones. “Vampiro”, en la definición de André Luíz, “es toda entidad ociosa que se vale indebidamente de las energías ajenas.” (5) La vampirización ocurre a través de espíritus corrompidos, apegados a ciertas emociones materializadas, cuando se aproximan a los encarnados, portadores de los mismos vicios, para chupar sus emanaciones vitales. Por lo tanto, la actitud de fumar, beber en exceso, hablar mal de los otros (maledicencia), la agresividad, la avaricia, la sensualidad, la ingestión exagerada de alimentos podrá establecer vínculos con entidades vampirizadas, succionaran las energías esenciales del obsesado.
Existen también las obsesiones anímicas, que son causadas por una mórbida influencia residente en la mente del propio paciente. Por causa de los vicios de comportamiento, el conserva de una forma enferma pensamientos que causan desequilibrios en su área emocional. Muchas tendencias auto-obsesivas son provenientes de experiencias infelices ligadas a vidas pasadas. Angustias, depresión, manía de persecución y carencias inexplicadas pueden hacer parte de procesos auto-obsesivos.
El auto-obsesado acostumbra acerrarse en sus pensamientos negativos y no encuentra fuerzas para salir de esa situación constreñida. Ese posicionamiento mental atrae a Espíritus vengativos que, sintonizados en la misma faja psíquica, agravan la situación vergonzosa. No podemos olvidar que la imprudencia y el ocio se responsabilizan por múltiples enfermedades como son la obesidad, los desastres circulatorios provenientes de la gula, las infecciones tomadas por la carencia de higiene, los desequilibrios nerviosos nacidos de la toxicomanía y el agotamiento proveniente de variados excesos. De forma general, sin embargo, la etiología de las molestias perdurables que afligen al cuerpo físico y lo dilaceran guarda en el cuerpo espiritual una de sus matrices.
Referências bibliográficas:
(1) Disponível em http://aconteceemsergipe.blogspot.com.br/2013/03/doencas-associadas-obesidade-custam.html acesso em 17/08/13
(2) Disponível em http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2013/07/130719_peso_ouro_obesidade_dubai_jp.shtml acesso em 15/08/13
(3) Não encontramos na Web o nome da editora, local e ano de publicação.
(4) Kardec Allan. O Evangelho Segundo o Espiritismo, RJ: Ed. FEB, 1999, cap. 28
(5) Xavier, Francisco Cândido. Missionários da Luz, ditado pelo espírito André Luiz, RJ: Ed. FEB, 1990
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