
Traducido por: Merchita
E-mail: merchitacruz@gmail.com
Sin una religión
definida, aunque creyente en Dios, una antigua lectora de nuestro blog nos
pidió algunas aclaraciones. Ella misma considera inaceptable la fe ciega en los
mitos de la Génesis Mosaico y del Nuevo testamento, citando los seis días de la
Creación, a cerca de Noé, Adán Y Eva, la serpiente y la manzana, el Paraíso
perdido, la virgen María de Nazaret, la estrella guía, etc. ¿Sin embargo, lo
que más intriga es: Porque deificaron solamente a Jesús, si tantos otros cristos
que ciertamente, pasaron por la humanidad y que también deberían operar los
tales “milagros”, permanecieron anónimos en la Historia? Según ella, como
admitir que Jesús haya venido al mundo para sufrir por nuestros “pecados”?
¿Por qué Dios no impidió
la crucificación del Maestro, consintiendo que Lo matasen? Percibimos que el
raciocinio de nuestra lectora es aguzado, sin duda; más se hace menester
considerar que el raciocinio humano viene siendo trabajado, desde hace muchos
siglos en el planeta, por los vicios de toda suerte.
Tenemos plena
confirmación de esta asertación en el ultranacionalismo europeo, cuya avanzada
posición evolutiva, aun ahora, no ha vacilado entre la paz y la guerra, entre
el derecho y la fuerza, entre el orden y la agresión.” (1) Sobre sus
cuestiones, vamos por partes. Los hábitos mentales de los espiritas, también
tienden a ser conducidos por la fe razonada. Sobre los mitos mosaicos
que cita, recordemos que si Moisés se utilizó de muchas metáforas, y si no
transmitió al mundo la ley definitiva, el dio, a la Tierra, las bases de la Ley
divina e inmutable.
Aquí debemos considerar
que los hombres recibieron, siempre las revelaciones divinas de conformidad con
su posición evolutiva. Para nosotros, la Humanidad de la Era cristiana recibió
la gran Revelación en tres aspectos esenciales: Moises trajo la misión de la
Justicia; el Evangelio, la revelación insuperable del Amor, y el Espiritismo,
en su afección de Cristianismo redivivo, trae, a su vez, la sublime tarea de la
Verdad.
Sin querer chocar en la
identificación de Cristo, sabemos que en el centro de las tres revelaciones se
encuentra Jesucristo como el fundamento de toda la luz y de toda la sabiduría.
Por tanto, no hay otros Cristos en la Tierra. El, el Maestro, está con nosotros
hace más de 4,5 billones de años. Jesús fue el divino escultor de la obra
geológica del planeta. Junto a sus propuestas, iluminó la sombra de los
principios con los efluvios sublimados de su amor, que saturaron todas las
sustancias del mundo en formación. Y más aun, “Todas las entidades espirituales
encarnadas en el orbe terráqueo son Espíritus que se rescatan o aprenden en las
experiencias humanas, después de las caídas en el pasado, con excepción de
Jesucristo, fundamento de toda la verdad en este mundo, cuya evolución se
verificó en línea recta hacia Dios, y en cuyas manos angélicas reposa el
gobierno espiritual del planeta, desde su creación.” (2)
Sobre la supremacía de
Cristo, recordemos “Mi Padre y Yo somos Uno” esa afirmativa evidenciaba su
perfecta identidad con Dios, en la dirección de todos los procesos atinentes a
la marcha evolutiva del planeta terrestre. (3)
Por varias razones,
cualquier comentario sobre cristo no juzgamos acertado hacer, para n
condicionar la figura de El a los medios humanos, en un paralelismo
injustificado, por cuanto, en Jesús, hemos de observar la finalidad sagrada de
los gloriosos destinos del espíritu.
En El, se detuvieron los
procesos tacaños de juzgamientos humanos, siendo indispensable reconocer, en su
Luz, las realizaciones que nos compete atender. Representando, para nosotros,
la síntesis del amor divino, somos compelidos a considerar que, de su
culminancía espiritual, enlazó, en su corazón magnánimo, con la misma
dedicación, a la Humanidad entera, después de realizar el amor supremo.” (4)
Es que Jesús, con Amor,
se manifestó en la Tierra en su máximo esplendor; Con Jesús, la Justicia y la
Verdad no son nada más que los instrumentos divinos de ejemplificación. El que
es el Cordero de Dios, alma de redención de toda la Humanidad. Por tanto, el modelo más
perfecto que Dios ofreció al hombre para servirle de guía y modelo fue Cristo.
Para Allan Kardec “Jesús es para el hombre el ejemplo de perfección moral a la
que puede pretender la humanidad en la Tierra. Dios nos ofrece a Jesús como el
ser más perfecto, y la doctrina que enseó es la más pura expresión de su ley,
porque era el propio espíritu Divino y fue el ser más puro que apareció en la
Tierra.
Si algunos de aquello
que pretendieron instruir al Hombre en la ley de Dios algunas veces lo
olvidaran, enseñándole falsos principios, fue por dejarse dominar por
sentimientos muy materiales y por haber confundido las leyes que rigen las
condiciones de la vida del alma con las del cuerpo. Muchos anunciaron como
leyes divinas lo que eran apenas leyes humanas creadas para servir a la
pasiones y dominar a los hombres.” (5)
A respecto de los mitos
y creencias del Nuevo testamento, sabemos que fueron impuestos por seres sin
escrúpulos. Comenzando por Constantino, que permitió el famoso Concilio de
Nicea. Posteriormente, con Teodosio, oficializando el Cristianismo en el Estado
Romano. En 384, San Jerónimo tuvo la misión de dirigir una traducción latina
del Antiguo y del Nuevo Testamento. Esa traducción se tornaría la norma de las
doctrinas de la Iglesia: fue la que se denominó la “Vulgata”. Esa traducción
oficial, que debería ser definitiva, según la cúpula de la Iglesia, fue entre
tanto, alterada en diferentes épocas, por orden de los ulteriores pontífices.
Por tanto, los llamados libros canónicos, fueron sometidos a diversas y
trágicas interpelaciones para satisfacer los mezquinos intereses de la Iglesia.
“Sofocaron, antes de florecer , los fortalecedores principios que habrían
conducido a los pueblos a la verdadera creencia, a la que ellos hoy en día aun
procuran. Todo para asegurar, fortalecer, tornar inquebrantable la autoridad de
la Iglesia.” (6)
¿Sobre la crucificación
del Mesías, permitida por Dios, debe ser apreciado, solamente, por lo dolorosa
expresión del Calvario? creemos que no, pues el Gólgota represento el
coronamiento de la obra del Señor, además, del sacrificio en su
ejemplificación, se verifico en todos los días de su pasaje por el planeta. Y
el cristiano debe buscar , antes de todo, el modelo en los ejemplos del
Maestro, porque Cristo enseñó con amor y humildad el secreto de la felicidad
espiritual, siendo imprescindible que todos los discípulos edifiquen, en su
interior, esas virtudes, con las cuales sabrán demostrar al calvario de sus
dolores, en el momento oportuno.”(7)
Los misterios de las
Leyes divinas son insondables. Es obvio que no cae un hilo de cabello de
nuestras cabezas sin que Dios lo sepa y permita. La crucificación estaba en los
dictámenes de la Voluntad Suprema y no había como modificarse. Y, más, aun, la
crucificación tuvo un efecto simbólico, una vez que, tras la condenación, el
Maestro resurge para nosotros. Desde entonces, la muerte dejo de ser el lúgubre
ingreso para la Nada, porque, en verdad, es la esplendorosa revelación de que
la vida es eterna, como perennes serán las realizaciones del bien, en la tierra
y en el espacio. Cuando el Celeste Amigo reveló el Túmulo Vacio, El venció la
muerte.
¡Es Verdad! Todos los
evangelistas narran las apariciones de Jesús, después de su crucificación, con
circunstanciado pormenores, que no permiten se dude de la realidad del hecho.
Pues bien, hermana mía, es el motivo por el cual Dios no impidió la
crucificación de Jesús. ¿En otro asunto la lectora del blog
http://jorgehessenestudandoespiritismo.blogspot.com/ recuerda el aborto
provocado, preguntando si esa decisión no debería ser de la madre, una vez que
el libre arbitrio nos da, a todos, la libertad de elegir?
Le explicamos que el
aborto provocado, para quien estudia la Doctrina Espirita y sigue los consejos
de los Espíritus, constituye un crimen. Si usted dice: yo no lo practicaría,
más si otras mujeres tienen el derecho de elegir es nada más, nada menos que
presenciar alguien prestos a cometer suicidio y cerrar los ojos, no intentando,
de forma alguna impedirlo y pensar íntimamente: Nada puedo hacer. La elección
es de él.
Por tanto, intentar
impedir, cuanto nos sea posible, que las mujeres cometan el aborto, no es nada
más que valorizar la vida de esas futuras madres y reconocer la importancia de
la reencarnación de los Espíritus que se ligan a ellas, desde el momento de la
fecundación. Que las leyes humanas y las religiones continúan firmes en el
propósito de no a la discriminación del aborto.
Jorge Hessen
Fuentes:
(1) Xavier, Francisco
Cándido. El Consejero, dictada por el espíritu Emmanuel, Rio de Janeiro: Ed.
febrero de 2001
(2) la misma pregunta
243
(3) la misma pregunta
288 –
(4) la misma pregunta
327
(5) Kardec, Allan. El
Libro de los Espíritus, Río de Janeiro: Ed. febrero de 2001, pregunta 625
(6) Denis. León. El
cristianismo y el espiritismo, Río de Janeiro: febrero de 2001
(7) Xavier, Francisco
Cándido. El Consejero, dictada por el espíritu Emmanuel, Rio de Janeiro: Ed.
FEB, 2001, pregunta 286 --
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