Traducido por: MerchitaE-mail: merchita926@ya.com
La Doctrina Espirita, como principio de una Nueva Orden mundial, en el campo de los proyectos espirituales, es impugnable en cualquier cuadrante del Orbe. Sin embargo, lamentablemente, el movimiento Espirita es muy fraccionado. Cada cual quiere hacer un "espiritismo particular".
Muchos liderazgos doctrinarios complican contenidos que deberían ser simples. Coincidentemente, el Cristianismo, durante los tres primeros siglos, era, absurdamente, diferente del Cristianismo oficializado por el Estado Romano, en el Siglo V. el brillo translucido, nacido en Galilea, en poco tiempo, fue esmoreciendo, hasta culminar en las densas brumas medievales. Lo que observamos, en el movimiento Espirita actual, es la reedición de la distorsión del proyecto inicial, de 1857. Los comprometidos con el principio unificacionista brasileño precisan mantener cautela para no perder el foco del Proyecto Espirita Codificado por Allan Kardec, engendrando motivos para la separabilidad entre los adeptos de la doctrina. Recordemos que el alma del Cristianismo puro estaba actuante en las ciudades de Nazaret, Jericó, Cafarnaúm, Betsaida, entre otras, y era diferente de de aquel Cristianismo en las querellas e intrigas de Jerusalén.
El Espiritismo está siendo invadido por la cizaña, extremadamente perjudicial a la realidad que la doctrina encierra, una vez que variados pretendidos seguidores/dirigentes introducen peligrosos modismos en la práctica espirita, con inocuas terapias desobsesivas y, y como si no bastase, por mera vanidad, ostentan la insana idea de superioridad sobre Kardec, alegando que el Codificador está ultrapasado. ¿Será creíble que Kardec imaginó ese tipo de movimiento Espirita? ¡Ah! Que falta nos hacen los baluartes de la simplicidad kardeciana, Bezerra, Eurípides, Zilda Gama, Federico Junior, Sayáo, Bittencourt Sampaio, Guillón Ribeiro, Manuel Quintado!
Estamos convencidos de que el Espiritismo soñado por Kardec era el mismo Espiritismo que Chico Xavier ejemplifico por más de setenta años, osea, el Espiritismo del centro Espirita simple, muchas veces iluminado a la luz de la linterna; de la visita a los necesitados, de la distribución de pan, de la "sopa fraterna", del agua fluidificada, del Evangelio en el Hogar. ¡Sí! El gran desafío de la Tercera Revelación debe ser el crecimiento, sin perder la simplicidad que lo caracteriza como revelación.
El Evangelio es el frondoso árbol que proporciona los frutos del amor. Urge entronizar la fuerza del mensaje de Jesús, sin recelo de los "Kardequiólogos de servicio", los llamados "intelectuales" de nuestras filas, sin miedo a las críticas de los espiritas de "gabinete", de los patrulleros ideológicos que pretenden asumir o asesorar las redes del movimiento Espirita en la Patria del Cruzeiro del Sur.
El movimiento Espirita no debería organizarse a la manera de los movimientos sociales de hoy, bajo pena de incentivar jerarquización con recaídas en la pretensión vaticanista de infalibilidad. Lo que los Espiritas precisan es atentar, con más criterio, para los fundamentos doctrinarios, que nos impele a la intima reforma moral. En esa tarea, individual, intransferible e impostergable, está nuestra mejor y obligatoria colaboración para con el avance moral del Planeta en el que vivimos, pues, moralizándose cada unidad, se moraliza el conjunto.
Un buen ejemplo de espirita anti-burocrático fue Chico Xavier, considerado ultrapasado por muchos pretensiosos científicos resurgido de las cenizas, del Siglo XIX, que tuvieron, en Torterolli, el aburrido liderazgo. Actualmente, se jactan como pretendidos innovadores, sin embargo, no consiguen acrecentar, siquiera, una palabra nueva en la Codificación. Es urgente, pues, que preservemos el Espiritismo tal cual nos lo entregaron los Mensajeros del amor, bebiéndole el agua pura, sin macularle la cristalina fuente. La mayor frustración del "Convertido de Damasco" se dio, exactamente en el Areópago de Atenas, cuando los intelectuales, de entonces, lo dispensaron, alegando que habrían de oírlo en otra oportunidad.
El espiritismo deseable es aquel de los orígenes, el que nos hace recordar a Jesús, o sea, el Espiritismo Consolador prometido, el Espiritismo en su característica pura y simple, el Espiritismo de pueblo (que hoy no puede pagar tasas e ingresar en los pomposos Congresos que solo aguza vanidades), el Espiritismo de los viejos, el Espiritismo de los niños, el Espiritismo de la naturaleza, el Espiritismo "cielo abierto". ¿Qué tal?
A titulo de rigor, la Doctrina Espirita es la invitación a la libertad de pensamiento, tiene movimiento propio, por eso, urge dejar fluir naturalmente, siguiéndole la dirección que reposa, invariablemente, en las manos de Cristo. Chico Xavier ya advertía, en 1977 que "es preciso huir de la tendencia a la elitización, en el seno del movimiento espirita (…) el Espiritismo vino para el pueblo. Es indispensable que estudiemos junto con las masas más humildes, social e intelectualmente hablando, aproximarnos a ellos (…) Si no nos precaviéramos, de aquí a poco, estaremos en Nuestras Casas Espiritas, apenas, hablando y explicando el Evangelio de Cristo a las personas laureadas por títulos académicos o intelectuales (…). (1)
Elogiemos los congresos, simposios, seminarios, encuentros necesarios para la divulgación y el intercambio de experiencias, más nunca nos olvidemos de que la Doctrina Espirita no se tranca en los salones lujosos, no se clausura en los anfiteatros académicos y ni se esclaviza a grupos cerrados. A semejanza del Cristianismo de los tiempos apostólicos, el Espiritismo es de los Centros Espiritas simples, localizados en las colinas, en las favelas, en los suburbios y no nos vengan con la retorica vacía de que estamos proponiendo el "elitismo a los contrarios"
Gracias a Dios (¡), hay muchos Centros Espiritas bien dirigidos en varios municipios del Pais. Gracias a esos Espiritas y mediums humildes, el Espiritismo habrá de mantenerse simple y coerente, en Brasil y, quizá, en el Mundo, conforme los Benefactores del Señor lo entregaron a Allan Kardec.
Muchos liderazgos doctrinarios complican contenidos que deberían ser simples. Coincidentemente, el Cristianismo, durante los tres primeros siglos, era, absurdamente, diferente del Cristianismo oficializado por el Estado Romano, en el Siglo V. el brillo translucido, nacido en Galilea, en poco tiempo, fue esmoreciendo, hasta culminar en las densas brumas medievales. Lo que observamos, en el movimiento Espirita actual, es la reedición de la distorsión del proyecto inicial, de 1857. Los comprometidos con el principio unificacionista brasileño precisan mantener cautela para no perder el foco del Proyecto Espirita Codificado por Allan Kardec, engendrando motivos para la separabilidad entre los adeptos de la doctrina. Recordemos que el alma del Cristianismo puro estaba actuante en las ciudades de Nazaret, Jericó, Cafarnaúm, Betsaida, entre otras, y era diferente de de aquel Cristianismo en las querellas e intrigas de Jerusalén.
El Espiritismo está siendo invadido por la cizaña, extremadamente perjudicial a la realidad que la doctrina encierra, una vez que variados pretendidos seguidores/dirigentes introducen peligrosos modismos en la práctica espirita, con inocuas terapias desobsesivas y, y como si no bastase, por mera vanidad, ostentan la insana idea de superioridad sobre Kardec, alegando que el Codificador está ultrapasado. ¿Será creíble que Kardec imaginó ese tipo de movimiento Espirita? ¡Ah! Que falta nos hacen los baluartes de la simplicidad kardeciana, Bezerra, Eurípides, Zilda Gama, Federico Junior, Sayáo, Bittencourt Sampaio, Guillón Ribeiro, Manuel Quintado!
Estamos convencidos de que el Espiritismo soñado por Kardec era el mismo Espiritismo que Chico Xavier ejemplifico por más de setenta años, osea, el Espiritismo del centro Espirita simple, muchas veces iluminado a la luz de la linterna; de la visita a los necesitados, de la distribución de pan, de la "sopa fraterna", del agua fluidificada, del Evangelio en el Hogar. ¡Sí! El gran desafío de la Tercera Revelación debe ser el crecimiento, sin perder la simplicidad que lo caracteriza como revelación.
El Evangelio es el frondoso árbol que proporciona los frutos del amor. Urge entronizar la fuerza del mensaje de Jesús, sin recelo de los "Kardequiólogos de servicio", los llamados "intelectuales" de nuestras filas, sin miedo a las críticas de los espiritas de "gabinete", de los patrulleros ideológicos que pretenden asumir o asesorar las redes del movimiento Espirita en la Patria del Cruzeiro del Sur.
El movimiento Espirita no debería organizarse a la manera de los movimientos sociales de hoy, bajo pena de incentivar jerarquización con recaídas en la pretensión vaticanista de infalibilidad. Lo que los Espiritas precisan es atentar, con más criterio, para los fundamentos doctrinarios, que nos impele a la intima reforma moral. En esa tarea, individual, intransferible e impostergable, está nuestra mejor y obligatoria colaboración para con el avance moral del Planeta en el que vivimos, pues, moralizándose cada unidad, se moraliza el conjunto.
Un buen ejemplo de espirita anti-burocrático fue Chico Xavier, considerado ultrapasado por muchos pretensiosos científicos resurgido de las cenizas, del Siglo XIX, que tuvieron, en Torterolli, el aburrido liderazgo. Actualmente, se jactan como pretendidos innovadores, sin embargo, no consiguen acrecentar, siquiera, una palabra nueva en la Codificación. Es urgente, pues, que preservemos el Espiritismo tal cual nos lo entregaron los Mensajeros del amor, bebiéndole el agua pura, sin macularle la cristalina fuente. La mayor frustración del "Convertido de Damasco" se dio, exactamente en el Areópago de Atenas, cuando los intelectuales, de entonces, lo dispensaron, alegando que habrían de oírlo en otra oportunidad.
El espiritismo deseable es aquel de los orígenes, el que nos hace recordar a Jesús, o sea, el Espiritismo Consolador prometido, el Espiritismo en su característica pura y simple, el Espiritismo de pueblo (que hoy no puede pagar tasas e ingresar en los pomposos Congresos que solo aguza vanidades), el Espiritismo de los viejos, el Espiritismo de los niños, el Espiritismo de la naturaleza, el Espiritismo "cielo abierto". ¿Qué tal?
A titulo de rigor, la Doctrina Espirita es la invitación a la libertad de pensamiento, tiene movimiento propio, por eso, urge dejar fluir naturalmente, siguiéndole la dirección que reposa, invariablemente, en las manos de Cristo. Chico Xavier ya advertía, en 1977 que "es preciso huir de la tendencia a la elitización, en el seno del movimiento espirita (…) el Espiritismo vino para el pueblo. Es indispensable que estudiemos junto con las masas más humildes, social e intelectualmente hablando, aproximarnos a ellos (…) Si no nos precaviéramos, de aquí a poco, estaremos en Nuestras Casas Espiritas, apenas, hablando y explicando el Evangelio de Cristo a las personas laureadas por títulos académicos o intelectuales (…). (1)
Elogiemos los congresos, simposios, seminarios, encuentros necesarios para la divulgación y el intercambio de experiencias, más nunca nos olvidemos de que la Doctrina Espirita no se tranca en los salones lujosos, no se clausura en los anfiteatros académicos y ni se esclaviza a grupos cerrados. A semejanza del Cristianismo de los tiempos apostólicos, el Espiritismo es de los Centros Espiritas simples, localizados en las colinas, en las favelas, en los suburbios y no nos vengan con la retorica vacía de que estamos proponiendo el "elitismo a los contrarios"
Gracias a Dios (¡), hay muchos Centros Espiritas bien dirigidos en varios municipios del Pais. Gracias a esos Espiritas y mediums humildes, el Espiritismo habrá de mantenerse simple y coerente, en Brasil y, quizá, en el Mundo, conforme los Benefactores del Señor lo entregaron a Allan Kardec.
Jorge Hessen
http://jorgehessen.net
jorgehessen@gmail.com
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