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segunda-feira, 28 de setembro de 2009

AMOR, SUBLIME AMOR... (24.07.06)


Traducido por: Merchita
E-mail: merchita926@telefonica.net


"El amor es la fuerza más abstracta y, también, la más poderosa que el mundo posee."
(Mahatma Gandhi)



Cara a los conceptos espiritas, aprendemos que, en los albores de su evolución, predominan en el hombre las cargas instintivas. En la medida en que avanza en la escuela de la evolución, surgen las sensaciones. Con el pasar de los milenios, irrumpen los sentimientos - punto fundamental para descubrir al amor. Analicemos esto, pues, los sentimientos que advienen de las tendencias elevadas y de las afinidades familiares. En la primera condición, están las expresiones complejas del deseo, del sensualismo; en la otra situación, sedimentan la fraternidad y el embeleso conyugal, en una simbiosis mágica, químico electromagnética, en las entrañas del der.

En la cuestión 938-a de "El Libro de los Espíritus" aprendemos lo siguiente: "La naturaleza dio al hombre la necesidad de amar y de ser amado. Uno de los mayores gozos que le son concedidos en la Tierra es el de encontrar corazones que simpaticen con el suyo". (1)

El amor debe ser el objetivo excelso en el derrotero humano para la conquista de la paz en su expresión apoteósica. Sin embargo, diversas veces, nuestro sentimiento es meramente deseo, y solamente con el "deseo", desfiguramos, instintivamente, los más provisores proyectos de vida. Algunos estudiosos establecen que el "amor" es la resultante de una determinada reacción química comandada por el cerebro. (¡¿) De este modo, sobresale la feniletilamina(2) producida por el organismo, a la medida en que surge una atracción sexual intensa. La Dra. Hellen Fischer, estudiosa del tema, afirma que el romanticismo tiende a desvanecerse en poco tiempo. Fischer afirma, aun, que existe otra sustancia relacionada al "amor": la Oscitocina, que sensibiliza los nervios en las contracciones musculares, más el efecto de esas sustancias es poco duradero, resultando en las separaciones entre los casados, razón de gran número de divorcios. (3) (sic)

En esos argumentos absurdamente mecánicos, los "especialistas" proponen un análisis de los sentimientos, apenas como resultante de un amontonamiento de fuerzas nerviosas, moviendo células físicas, regidas por la combinación de sustancias neurotransmisoras. Es totalmente despropositada esa tesis que subestima la voluntad, el pensamiento, el libre albedrío del ser racional, atribuyéndose al "enfriamiento del amor" al simple proceso de descomposición hormonal y a las alteraciones de las combinaciones neuropsicoquimicas.

En los días actuales, se habla y se escribe mucho sobre el sexo y poco sobre el amor. Ciertamente, porque ese sentimiento no se deja descifrar, repeliendo toda tentativa de definición. Por eso, campo mítico por excelencia, encuentra, en la metáfora, la traducción mejor de la pasión, como si esta fuese el amor. Según el psiquiatra William Menninger, "el amor es un sentimiento que la gente siente cuando siente que va a sentir un sentimiento que jamás sintió". (4) ¿Lo entendió?... ¡Ni yo! Ese vació conceptual se debe a la dificultad de la manifestación de la solidaridad y fraternidad en el mundo de hoy. El desenvolvimiento de los centros urbanos creo el "síndrome de la multitud solitaria". Las personas están lado alado, más sus relaciones son de proximidad.

La pasión es exclusiva, egoísta, dominadora, y predominantemente deseo. Para algunos pensadores, ese sentimiento es la tentativa por capturar la conciencia del otro, desenvolviendo una forma posesiva, donde surge el celo y el deseo de dominio integral de la persona "amada". El legítimo amor es la invitación para salir de si mismo. Si la persona estuviera muy centrada en si misma, no será capaz de oír la llamada del otro. Eso supone la preocupación de que otra persona crezca y se desenvuelva como ella es, y no como queremos que ella sea. El amor representa la libertad, y no el sicótico sentimiento de posesión. Es la ley de atracción y de todas las armonías conocidas, siendo fuerza inagotable que se renueva sin cesar y enriquece, al mismo tiempo, a quien da y a quién lo recibe.

Podemos hasta afirmar que el amor es casi todo lo que imaginamos ser: es el extasiarnos con la presencia del otro, sin que esa presencia sea nuestra única razón de existir y soñar; es el impulso de ayudar al otro, aun sin exigir que el otro sea o haga, solamente, lo que juzgamos correcto; es la sublimidad de los buenos sentimientos dirigidos al otro, sin embargo, sin que haya limites o condiciones para que expresemos tales sentimientos; es el abrazo, es la mirada serena, es el apretón de manos, la palabra dulce y tranquila, los oídos atentos para oír; todo eso en función del otro, con todo, sin que vallamos a imponer, al otro que nos recompense; y más aun, que todo ese sentimiento pasa a ser proyectado a todas las personas, no solamente a los consanguíneos, mas también a los amigos próximos y compañeros en la jornada humana.

Si queremos mejor contemplar y traducir lo que es el amor, inspirémonos en la placidez de los campos, en el susurro del frágil arroyo, en la armonía de los silbidos de los pájaros al lado de la destreza instintiva del ave tejedora… Extasiémonos en el traslucir de las flores de multicolores, en el mirar de los mundos que adornan otras galaxias en los jardines del firmamento y en el brillo maravilloso de la estrella que yace en el infinito. Es amor está presente en la leve brisa que acaricia los ramos de un rosal y en los vendavales que agitan olas inmensas en los océanos; está en el tenue susurro de la criatura y, también, en las estruendas explosiones solares; está en la fuerza del joven que busca su espacio al sol y en la sabiduría del anciano que recuerda y descansa; está en la graciosidad de la barboleta y en la habilidad encantadora de los reflorestadores elevados. El amor es la dinámica de la vida, y la armonía de la Naturaleza es el remedio para todos los males que atormentan al hombre.

En síntesis, todo lo que podamos idealizar sobre el amor puede consustanciarse como parcela de este sentimiento, más el es mucho mayor y más abarcante, hasta porque el buen querer, toda la bondad, la tolerancia, la alegría, la proximidad, solo podrán ser un fragmento del amor cuando no tuvieran lazos de apego, en la imperiosa necesidad de permuta, en el egoísmo que exige siempre condiciones y reglas.

En verdad, el amor solo será verdadero e incondicional cuando fuera dilatado por todos nosotros, a todas las cosas y a todos los seres que nos rodean, en esa estupenda experiencia que es la propia vida.

Jorge Hessen
E-Mail: jorgehessen@gmail.com

Site: http://jorgehessen.net


FONTES:
(1)Kardec, Allan. El Libro de los Espíritus, Río de Janeiro: Ed. FEB ed. 2002, cuestión 983-a
(2) Líquido aceitoso, incoloro, reductor enérgico, uso como reactivo [fórm.: C6H8Nun 2]
(3)Fischer , Helen. The Anatomy of Love, New York: Norton,1992
(4)Menninger, Willian C.. y Munro Leaf. ABC de la psiquiatría , São Paulo: ed. Ibrasa 1973 1 edición traducción de Nair B.

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