LOS ESPÍRITUS AFIRMAN QUE NUNCA HUBO PUEBLOS DE ATEOS EN LA TIERRA (Jorge Hessen)

Traducido por: Mercedes Cruz Reyes

Madri/Espanha

La amenaza de un Dios todopoderoso observando a cualquier persona que se saliera de la línea ayudo a mantener el orden en las antiguas sociedades. Y nuevamente, la inseguridad  y el sufrimiento pueden haber ayudado a incentivar la consolidación de religiones con códigos morales más rígidos. Por innumerables motivos – psicológicos, neurológicos, históricos, culturales y logísticos – especialistas acreditan que la idea y creencia en Dios probablemente nunca desaparecerán.

La  obra “Esencia del Cristianismo”, publicada en 1841, por Ludwig Feuerbach, entusiasmo  a filósofos como Engels, Marx, David Strauss e Nietzsche. Feuerbach consideraba que Dios es  una invención humana y que las actividades religiosas son usadas para la realización de deseos.[1] Karl Marx e Friedrich Engels argumentaron que la creencia en Dios y en la religión son funciones sociales, utilizadas para narcotizar la mente. Marx procuro “rescatar” al hombre de Dios, entretanto lo  esposo al materialismo.

En los días actuales ha crecido el  número de personas que se declaran sin religión. En Brasil, hasta los años 70, ellas eran menos de 1% de la población. En los años 90, 5,1%; en 2013 más de 15 millones de brasileños (en torno de 13% de la populación) dicen no tener religión, conforme el IBGE. Según datos de la Enciclopedia Británica, en 1994 cerca de 240 millones de personas se declaraban ateístas y más de 900 millones se decían no religiosas. Hoy, el grupo de los que se declaran ateos, agnósticos [2] o sin religión en todo el mundo, solo  queda atrás de aquellos que se dicen cristianos (2,2 billones de personas) y musulmanes (1,5 billón).

“Segundo una pesquisa del instituto Gallup International, que entrevisto más de 50 mil personas en 57 países, el número de individuos que se dicen religiosos cayo de 77% para 68% entre 2005 y 2011, en cuanto aquellos que se identificaron como ateos subieran el 3%, elevando a 13% la proporción de esa parcela”.[3] Las naciones que registran mayores tasas de ateísmo tienden a ser aquellas que ofrecen a sus ciudadanos una estabilidad económica, política y existencial relativamente alta. Paradoxalmente, los Estados Unidos está entre los países más ricos del mundo, mas presentan altas tasas de religiosidad.[4]

Académicos aún están intentando destrinchar los factores complejos que llevan a un individuo o a una nación al ateísmo, entretanto existen algunos puntos en común. Parte del apelo de las religiones está en la  seguridad  que ella ofrece en un mundo de incertezas.[5] Para Phil Zuckerman, profesor de sociología y estudios seculares en  Pitzer College, en California, autor de Living te Secular Life ("Viviendo una vida secular", en traducción libre), "hay muchos más ateos en el mundo hoy en día que jamás hubo, tanto en números absolutos como en el porcentaje de la humanidad".[6] ¿Será exactamente? ¿Quién sabe si Zuckerman esté equivocado!

Carl Gustav Jung, en un programa da televisión americana, dijo  que no creía en Dios porque sabía que El existía!!! Voltaire afirmó que no creía  en los dioses creados por los hombres, más si en el Dios Creador del hombre. Sócrates nombraba a Dios como "La  razón perfecta", y   su alumno Platón Lo designaba por "Idea del bien". "Siendo Dios la esencia divina por excelencia, únicamente los Espíritus que llegaran al más alto grado de desmaterialización lo pueden percibir".[7]

Sin embargo, Mikhail Bakunin, de Rusia, bajo la  inspiración de los idearios del francés Proudhon, afirmaba que "la idea de Dios implica la abdicación de la razón y  de la justicia humanas. Es  la negación más decisiva de la libertad humana y, necesariamente, termina en la  esclavización del hombre. El  anarquista invertía el aforismo volteriano – “si Dios no existiese, sería preciso inventarlo” – afirmando que si “Dios realmente existiese, sería necesario anularlo”. Siguiendo esa línea de creencia personal, Stephen Hawking, uno de los más citados físicos teóricos desde Einstein, confinado a una silla  de ruedas por cuenta de una Dolencia Neuronal Motora (MND), ha aseverado insistentemente que no hay la necesidad de invocar a Dios para explicar la existencia del Universo. Garantiza  que “no existe ningún paraíso y o vida después  de la  muerte”.[8] Bajo el deslumbramiento de su extraña argucia académica, yace continuamente negando la existencia de Dios.

En el siglo XIX, Alan Kardec, el extraordinario hijo  de Lyon, indago a los Benefactores del más allá: "Donde se puede encontrar la prueba de la existencia de Dios?” [9] Los Sabios espirituales respondieran: “En un axioma que aplicáis à vuestras ciencias. No hay efecto sin causa. Procurad la causa de todo lo que no es obra del hombre y  vuestra razón  os  responderá".[10] Desde el siglo XIX el Espiritismo ha  confirmado por los hechos las relaciones entre el mundo material, el  más allá del túmulo y Dios. Nueva luz ha  despertado conciencias humanas. La Fe y la Razón son las dos alas por las cuales el corazón se yergue para confirmar a existencia de Dios.

El  Creador asentó en el  corazón  humano el  ansia de conocer la verdad y de comprender-Lo, para que admitiendo-Lo y amando-Lo alcance aproximarse a la verdad plena sobre sí mismo. La  fe precisa de la razón tanto como esta necesita de la fe, a fin de que el ateísmo sea definitivamente debelado.

Por más que los que no creen procuren justificar su ateísmo, este solo puede subsistir en palabras desocupadas, huecas, desprovistas de cualquier substancia moral, filosófica y científica. Los Espíritus aseguran que “nunca hubo pueblos de ateos. Todos los seres comprenden que por encima de todo hay  un Ente Supremo.”[11] Para Allan Kardec, “siempre hubo y habrá cada vez más espiritualistas  que materialistas y más devotos que ateos.”.[12] Cierta vez el maestro de Lyon consulto la condición espiritual de un ateo desencarnado. Este revelo  su estado psicológico en el más allá, en los siguientes términos: “Sufro por el  constreñimiento en que estoy de creer en todo cuanto negaba. Mi Espíritu está como en un brasero, horriblemente atormentado”.[13]

Notas e Referências bibliográficas:

[1] Disponível em http://pt.wikipedia.org/wiki/Ate%C3%ADsmo acesso em 09/02/2015
[2] Enquanto os ateus negam a existência de Deus, os agnósticos garantem não ser possível provar a existência divina.
[3] Disponívl em http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2014/12/141230_vert_fut_religiao_futuro_ml#share-tools acessado em 09/02/2015
[4] idem
[5] idem
[6] idem
[7] Kardec, Allan. A Gênese, Rio de Janeiro: Ed Feb, 2001, Cap. II – A Providência, item 3
[8] Disponível em http://jornalggn.com.br/blog/luisnassif/stephen-hawking%E2%80%9Cvida-apos-a-morte-e-um-conto-de-fadas%E2%80%9D acessado em 04/10/2014
[9] Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 1994, Questão 4
[10] Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos, Rio de Janeiro: Ed. FEB, 1994, Questão 4
[11] Kardec Allan. O Livro dos Espíritos, questão 651 , RJ: Ed FEB, 2001
[12] Kardec Allan. A Gênese, Cap. XI item 4 RJ: Ed FEB, 2001.
[13] Kardec Allan. O Céu e o Inferno Segunda Parte, Cap. V , RJ: Ed FEB, 2001