A LUZ NA MENTE

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quinta-feira, 1 de outubro de 2009

DIRECCIONES NECESARIAS PARA EL CENTRO ESPIRITA (27.08.09)


Traducido por: Merchita

Reunimos en la formación de este trabajo, la guisa de sugestiones y subsidio, a las actividades de los Centros Espiritas, algunas lecciones de los Mentores espirituales y, principalmente, las recomendaciones contenidas en el opúsculo "Orientación al Centro espirita" (1), publicado por la Federación Espirita Brasileña. Recordando que, en función de las realidades propias de cada Centro Espirita, se podrá aceptarlas o adoptarlas, parcial o totalmente, en consonancia a sus conveniencias y necesidades.

Nos cumple esclarecer, primeramente, la diferencia entre Doctrina Espirita y Movimiento Espirita. Doctrina Espirita es un conjunto de conocimientos científicos, filosóficos y morales, más allá de una estructura metodológica y tiene como base el estudio del Espíritu y su comunicación con el hombre. El Movimiento Espirita, por su vez, es el conjunto de acciones e interacciones humanas vinculadas al Espiritismo. Se desenvuelve a través de actividades realizadas por los Centros Espiritas, por el movimiento de unificación, por las editoras, por las instituciones asistenciales, etc.

Nuestras argumentaciones son destinadas a los dirigentes, a los médiums, a los colaboradores y, también, a los que frecuentan la Casa Espirita, para incentivarlos a algunas reflexiones practico didácticas (2) y colaborar en sus diversas tareas doctrinarias.

Una institución espirita solo alcanzará plenamente, sus objetivos si las aspiraciones de cada trabajador se consustancia en un único objetivo, o sea, en "amaos unos a los otros", observadas la tolerancia y la simplicidad de corazón, como la práctica de virtudes evangélicas.

No podemos olvidar, sin embargo, que todos nosotros estamos sujetos a las influencias del mal. Muchas veces, la obsesión, el personalismo exagerado o la ignorancia de principios fundamentales interfieran en la dinámica del Centro y para no quedarnos vulnerables a esas sugestiones, importa que vigilemos, siempre, nuestras actitudes para con nuestros semejantes, no confundiendo libertad, con deliberaciones particulares, con licencia para practicar un "Espiritismo" exótico, y lo que bien se entienda por Casa Espirita. "Para la búsqueda de la unidad de principios, de hacer adeptos esclarecidos, capaces de esparcir las ideas espiritas" (3) es fundamental el estudio Sistematizado de la Doctrina, con programación, previamente, elaborada, con base en la Codificación, recordando que "Lo que caracteriza un estudio serio es la continuidad que se le da (…)" (4)

Emmanuel enfatiza que "la mayor caridad que podemos hacer para con la Doctrina Espirita es la de su propia divulgación". (5) ¡Sin proselitismos, claro! De ahí la importancia de la reunión pública destinada a charlas o conferencias, para difusión del espiritismo, en su triple aspecto, a través de explicaciones doctrinarias realizadas por integrantes del Centro, o convidados, visando, en este caso, al intercambio y al cambio de la experiencia con otros grupos cohermanos. En ese sentido, se resalta que la tribuna espirita debe ser ofrecida, apenas, a personas que tengan una conducta moral evangélica segura, razonable conocimiento doctrinario y capacidad de comunicación (sin exigencia, del don de la oratoria) a fin de que pueda inspirar confianza y respeto a los frecuentadores.

Esas providencias son imprescindibles para que no ocurran predicaciones de principios extraños a los proyectos espiritas, resaltándose, aquí, que es deber del dirigente de la reunión esclarecer el asunto al público, con fundamento doctrinario, si el expositor se equivoca con afirmaciones extrañas. En las páginas de "Conducta Espirita" (6), André Luiz nos dedica espacio importante en proficuo comentario sobre los aplausos, que deben ser evitados después de las charlas. Para no generar desentendimientos y desequilibrios variados, que la armonía sea favorecida por el silencio. Hasta incluso porque una charla no es show o espectáculo para el entretenimiento. El orador consciente no espera y ni necesita de elogios y adulaciones.

No permitir, que, de la tribuna espirita, haya ataques o censuras a otras religiones, bien como "Impedir (…) discusiones de orden político en los centros," [para que allí] no se transforme en palanca de propaganda política. "(7) De esa manera, repeler justificativas de políticos oportunistas que "pretextan defender los principios doctrinarios o alentar prestigio social para la Doctrina, a cambio de votos o solidaridad a partidos y candidatos. El Espiritismo no pacta con intereses puramente terrenales." (8)

Otro asunto para ser observado es con relación a la reunión de desobsesión que, impredeciblemente, debe ser privada, visando el auxilio a los Espíritus desencarnados y a los encarnados, envueltos en dramas de reajuste. Otro detalle importante, en defensa del Centro Espirita, contra las investidas de las falanges de espíritus obsesores, es la oración, en el inicio y no al final de los trabajos. Sin embargo, deben ser evitadas, cuanto sea posible, sesiones sistematizadas de desobsesión, sin la presencia de dirigentes moralizados y con suficiente conocimiento doctrinario. En que pese sus anuncios a sus anuencias complejas, cada Templo Espirita debe y precisa poseer su equipo de servidores de la desobsesión, destinado a socorrer a las víctimas de la desorientación espiritual". (9) Se infiere por tanto, que desobsesión debe ser practicada en el Templo Espirita, en vez de en otros ambientes, de carácter particular.

El Centro Espirita es local de trabajo donde nos reestructuramos, despojándonos de los vicios, transformándonos para el bien y no en un lugar para entrenamiento, ni un club recreativo, y mucho menos, lugar para ejercer el "compromiso" de la semana, desobligándonos de la "práctica religiosa". No admite, de forma alguna, paramentos, uniformes, y ni "imágenes o símbolos de cualquier naturaleza en las sesiones". (10) para que sea asegurada la incolumidad de la Fidelidad Doctrinaria. Hasta porque, "los ornamentos exteriores han cristalizado la fe en todas las civilizaciones terrenas". (11) En sus instalaciones, no existen ceremonias para la celebración de esponsales o nacimientos y otras prácticas extrañas al Espiritismo, tales como velorios, colocaciones de grados etc.

Deben ser implantadas reuniones semanales, cada quince días, o mensuales, con todos los trabajadores que actúan en las diferentes actividades de la Casa, a fin de mantener la unidad, tanto doctrinaria como administrativa, y para cada área de actuación obtenga los posibles y mejores resultados. La dirección del Centro espirita deberá incentivar la campaña para la implantación del "Culto del Evangelio" en el hogar de los frecuentadores, principalmente de los recién llegados, cabiendo a un equipo, debidamente preparado, prestar asistencia y colaboración a esos cultos, en la fase inicial, por medio de visitas programadas a esas familias.

Dice el Evangelio: "Entonces, le preguntaron los justos: ¿Señor, cuando fue que te vimos con hambre y te dimos de comer, o cuando sed y te dimos de beber? - ¿Cuándo fue que te vimos sin techo y te hospedamos; o vestido y te vestimos? - ¿Y cuando te vimos enfermo o preso y fuimos a visitarte? - El Rey les respondió: En verdad os digo, todas las veces que hicisteis eso a uno de estos mis pequeños hermanos, fue a mí a quien se lo hicisteis." (12) Toco Centro Espirita deberá realizar servicio asistencial sin perjudicar su finalidad esencial espirita, conjugándose ayuda material con ayuda espiritual, y entendiendo que toda y cualquier asistencia material a los necesitados deba ser realizada sin prejuicio a las actividades prioritarias del Centro, o sea: todo lo que diga respecto a nuestra evolución moral y a las necesidades de nuestros hermanos desencarnados.

Habiendo instituciones espiritas instaladas próximas una a las otras, sería interesante que, unidas en el mismo ideal, hiciesen, previamente, un levantamiento sobre las necesidades del medio, para, enseguida, estudiar la viabilidad, o no, de promover obras asistenciales que atiendan, dignamente, a hermanos carentes en aquella región. Es redundante decir que es preferible hacer poco, más de buena calidad, a precipitarse a mayores realizaciones dentro de la improvisación y del descuido. En lo que se refiere a las obras de mayor envergadura, podrán ser desmembradas del Centro, constituyéndose entidad con personalidad jurídica propia, sin pérdida de su carácter espirita, filiada, o no, al Centro Espirita de origen. Y en cuanto a los Centros Espiritas recién fundados y de pequeño porte, optaran por un servicio asistencial espirita eventual, sin crear compromisos financieros para el futuro, creciendo, segura y gradualmente, en sus formas de actuación, según los recursos humanos y financieros disponibles.

Los departamentos responsables por los trabajos asistenciales deben presentar, periódicamente, relatorías estadísticos, financieros y demostrativos de los donativos y contribuciones recibidos. La colaboración financiera, en especie o servicio, que des caracterice, cualquier titulo, o cuño espirita de la obra, debe ser evitada. De esa forma, se impone una rigurosa prudencia en la selección de los medios de consecución de los recursos financieros, evitando tómbolas, rifas, festival, bailes benéficos u otros medios desaconsejables ante la Doctrina Espirita.

El Centro Espirita, mantenedor de servicio asistencial a necesitados y enfermos, inclusive con recetario y distribución de medicamentos deberá tener, como responsable por él, un medico habilitado, en pleno ejercicio de la medicina.

La vivencia del Evangelio es el objetivo a ser alcanzado por toda la humanidad. Por eso, en resumen, el Centro Espirita, básicamente, precisa promover, con vistas al mejoramiento intimo de sus frecuentadores, el estudio metódico y sistemático y la explicación de la Doctrina Espírita, en su triple aspecto - científico, filosófico y religioso - consustanciada en la Codificación Kardeciana. Debe promover la evangelización de los niños e incentivar y orientar a los jóvenes para el estudio y la práctica de la Doctrina y favorecerles la integración en las tareas de la Institución.

Una Casa Espirita precisa promover la divulgación de la Doctrina, también, a través de los libros ya consagrados, seleccionando a las demás obras con responsabilidad; promover el estudio de la mediúmnidad, visando ofrecer orientación segura para las actividades mediúmnicas; realizar actividades de asistencia espiritual, mediante la utilización de los recursos ofrecidos por la Doctrina, inclusive a través de reuniones mediúmnicas privadas de desobsesión; mantener un trabajo de atendimiento fraterno, a través del dialogo, con orientación y esclarecimiento a las personas que buscan el Centro Espirita; promover el servicio de asistencia social espirita, asegurando sus características beneficiosas, preventivas y promocionales, conjugando ayuda material y ayuda espiritual, haciendo que este servicio se desenvuelva, concomitantemente, con el atendimiento a los necesidades de evangelización; incentivar y orientar la institución sobre el Culto del Evangelio en el Hogar.

El Centro Espirita precisa mantener organización propia, según las normas legales vigentes, compatibles con su mayor o menor complejidad, y precisa estar estructurado de manera a atender las finalidades del Movimiento Espirita; estimular el proceso de trabajo en equipo; celar para que las actividades ejercidas en función del Movimiento Espirita sean gratuitas, vedad a cualquier especie de remuneración. Debe poseer Actividades de Comunicación, a saber: promover la difusión del libro espirita; utilizar los medios de comunicación - inclusive periódicos, revistas, boletines informativos y volantes de mensajes, radio y televisión - en la propagación de la Doctrina Espirita y del Evangelio, de manera coincidente con sus principios.

A propósito de la Evangelización de la Infancia; Allan Kardec, en la pregunta 383, de "El Libro de los Espíritus", pregunta: "¿Cuál, es para el Espíritu, la utilidad de pasar por el estado de la infancia? Obtuvo la siguiente respuesta: "Encarnado, con el objetivo de perfeccionarse, el Espíritu, durante ese periodo, es más accesible a las impresiones que recibe, capaces de auxiliar el andamiento, para lo que deben contribuir los que estén incumbidos de educarlos."(13)

En ese sentido, todo Centro Espirita y otras Instituciones Espiritas, que linden con los niños, deberán promover la evangelización de la infancia, con el objetivo de educar e iluminar la mente infantil a través de las orientaciones kardecianas. La Directorio de la Casa Espirita indicará, para las actividades de Evangelización de la infancia, un supervisor con experiencia en este sector, que tendrá la incumbencia de formar el grupo de evangelizadores. El trabajo de evangelización deberá funcionar semanalmente, con aulas suministradas en el periodo de una hora, y podrá interrumpirse sus actividades por dos meses, si lo considerara conveniente, a titulo de ferias (enero y febrero, por ejemplo).

Las obras infantiles de la literatura espirita, de autores encarnados y desencarnados, deben estar, siempre, disponibles para los niños, colaborando de modo efectivo en la implantación esencial de la Verdad Eterna. "El Libro edificante esencial de la Verdad Eterna. "El Libro edificante vacuna la mente infantil contra el mal." (14)

Con relación a la juventud, es fundamental que haya reuniones de Estudios Doctrinarios y Actividades de Mocedad o Juventud Espirita. Esa reunión debe consagrar jóvenes, con edad aproximada de 13 a 25 años, cuyo objetivo es el estudio de la Doctrina espirita y actividades correlativas. Las reuniones de la Mocedad, en el Centro espirita, son imperiosas en la vida de la Institución, por cuanto, más allá de ofrecer a los jóvenes condiciones adecuadas de estudio y aprendizaje de la Doctrina Espirita, ya para familiarizarlos con las actividades del Centro, preparándolos para los encargos que deberán asumir en el futuro. Es muy importante enfatizar que no deberá haber manifestaciones de los Espíritus o actividades mediúmnicas en esas reuniones. Los jóvenes que necesiten de asistencia, en ese sentido, serán encaminados a las reuniones destinadas a atendimientos de esa naturaleza. Solamente deberán formar parte de esas reuniones los jóvenes que ya adquirieron madurez psicológica y conocimiento suficiente sobre los mecanismos de la mediúmnidad


FONTES:
(1) Orientación al Centro Espírita representa la Conclusión del Consejo Federativo Nacional, de la FEB, por resolución unánime, los días 4 a 6 de julio de 1980, en su sede, en Brasilia (DF), publicado en 1980, por la editora de la FEB. (Diploma ese elaborado después de varios años de consulta a todo el movimiento nacional de la Doctrina, resultando así de consejo marcantemente democrático)
(2) El Centro Espírita es una escuela de formación espiritual y moral según "Orientación al Centro Espírita", de 1980, editado por la FEB. Infere-se de ahí que también es consensual la convicción de que la Casa Espírita sea, o deba ser, una escuela. Es decir, destinada a educar, formar y edificar almas, teniendo por dirección pedagógica como educando todos sus trabajadores y freqüentadores. El Centro, ejerciendo la función básica de escuela, lleva el hombre a trabajar su mundo emocional, a través del autodescobrimento, de la reflexión. De esa manera es consensual la convicción de que el centro sea, o deba ser, una escuela. Es decir, destinado a educar, formar y edificar teniendo por dirección pedagógica como educando todos sus trabajadores y freqüentadores
(3) Kardec, Allan.Obras Póstumas, RJ: Ed FEB, 1999 - Proyecto 1868
(4) Kardec, Allan. El Libro de los Espíritus, RJ: Ed FEB, 1980 - 50 ª edición, Introducción, VIII
(5) Xavier, Francisco Cândido. Estudie y Viva, dictado por el Espíritu Emmanuel, RJ: Ed. FEB, 1999, cap. 40
(6) XAVIER, Francisco Cândido. VIEIRA, Valdo. Conducta Espírita. Por el Espíritu André Luiz, Río de Janeiro: FEB, 2001.
(7) Ídem
(8) Ídem
(9) XAVIER, Francisco Cândido. VIEIRA, Valdo. Desobsessão. Por el Espíritu André Luiz, Río de enero: FEB, 2000,INTRÓITO
(10) XAVIER, Francisco Cândido. VIEIRA, Valdo. Conducta Espírita. Por el Espíritu André Luiz, Río de enero: FEB, 2001
(11) ídem
(12) (MATEUS, 25:37 A 40.)
(13) Kardec, Allan. El Libro de los Espíritus, Río de Janeiro: Ed. FEB, 1997, perg. 383
(14) Vieira, Waldo. Conducta Espírita, RJ: Ed. FEB, 7 ª edición 1979

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