El asunto ha despertado la atención de investigadores. En 1975, un médico norte-americano, Raymond Moody Jr. trajo a conocimiento del gran público, una colección de relatos de ECM, a través de su obra "Life after Life" (Vida después de la Vida)(2) , Los pacientes traen todos los síntomas de muerte clínica. Las victimas flotan sobre su cuerpo físico, acompañan los acontecimientos y perciben que tienen otro cuerpo, y que su conciencia acompaña este nuevo cuerpo, de naturaleza espiritual.
Se encuentran con sus familiares y amigos ya fallecidos, con inmensa alegría. Todos le hablan de las taras desarrolladas en el mundo espiritual, de la necesidad de continuar trabajando, evolucionando, estudiando. Que los lazos familiares no se rompen, por el contrario, se fortalecen, a través del amor y del perdón. En ese momento no importan las facilidades materiales, la riqueza, el poder, las posiciones sociales, apenas interesa el bien y el conocimiento que existe en cada persona, independiente de sus creencias religiosas o filosóficas.
En entrevista concedida a la "Revista de Espiritismo", Divaldo Franco afirma: "Esas muertes aparentes siempre ocurrieron, principalmente en el pasado cuando los estados catalépticos eran difícilmente diagnosticados. La técnica de diagnóstico de la muerte era muy empírica, normalmente a través de la respiración y latidos cardiacos. Hoy, gracias al electroencefalógrafo, se puede detectar con mayor profundidad el momento de la parada cardiaca definitiva y de la muerte real. Aunque, incluso en estos casos, estudiados por Edith Fiore, Elizabeth Kubler-Ross o Raymond Moody Jr, ocurre siempre el retorno a la actividad del corazón y consecuentemente del cerebro, ofreciendo evidencias de que en el momento de la aparente muerte de conciencia, el ser consciente continúa pensando".(3)Para los materialistas no existe, obvio, la vida después de la muerte. A propósito de esto el Correo Brasilense de 20/09/94, estampa un texto curioso sobre el tema titulado Científicos Desmitifican la Vuelta del Más Allá, (sic) -los investigadores de la clínica universitaria Rudolfo Virchow, de Berlín descubrieron una nítida vinculación entre las alucinaciones de síncope y las ECM y verificaron la "exactitud de sus intuiciones e hipótesis" con un grupo de 42 (cuarenta y dos personas) "jóvenes y sanas". Los conejillos de indias Humanos fueron privados de todos los sentidos por un tiempo máximos de 22 segundos. Al volver a sí relataron experiencias muy similares a las de los fenómenos de casi muerte. (4) Según los investigadores materialistas las alucinaciones son causadas por problemas de diferentes órdenes sea, farmacología, fisiología, neurología y psicología. Además, sobre la explicación psicológica para la ECM como un síndrome determinado por el miedo a la muerte cae cuando observamos que niños que no tienen esos miedos y no tienen aún un conocimiento cultural sobre la muerte, tienen experiencias semejantes a las de los adultos. Es interesante colocar que las personas describen sus experiencias como algo vivido y real y que marcaron sus vidas para siempre y no simplemente un reacción pasajera a una situación estresante.
Para el Espiritismo no existe la muerte, pues el Espíritu es inmortal y sobrevive a la descomposición del cuerpo físico. La muerte (o desencarnación) apenas es un estado final de un proceso evolutivo, en esta vida. Sólo el cuerpo muere.
Kardec estudió este cuerpo espiritual y lo denominó perispíritu que ha sido estudiado por varios especialistas e investigadores, pero por falta de instrumentos e equipos de laboratorio aún estamos muy lejos de conocer su estructura de funcionamiento. El maestro lionés se refiere al desdoblamiento o a los llamados viajes astrales (según algunas definiciones espiritualistas) el perispíritu se desprende del cuerpo como en el sueño, en un trance hipnótico, desmayos, coma etc... En este proceso el perispíritu puede atravesar paredes y otros obstáculos materiales y muchas veces presentan fenómenos conocidos como bilocación, bicorporeidad, exteriorización de lo doble etc...
La salida del perispíritu del cuerpo es actualmente científicamente comprobada. En los Estados Unidos de América del Norte se usa la sigla OBES, o sea out of body experience (experiencia fuera del cuerpo). El Dr Gleen Gabbard psiquiatra de la Facultad de Psiquiatría Menninger en el Estado de Kansas cuenta una de sus anotaciones en que un hombre desdoblado asistió a una reunión de personas que querían matarlo y gracias a eso consiguió mudar de ruta en la vuelta a casa y sorprendió a sus perseguidores mandando comunicar los detalles del plan a la policía y escapó ileso. Gabbard, Elizabeth Klobb Ross, Raymond Moody Jr. investigaron hace tiempo la llamada ECM (experiencia de casi muerte) en que se confirma la existencia de ese cuerpo psicosomático.
Entre nosotros, espiritistas, la inmortalidad ya es la Ley de la Vida. Entretanto, claro, debemos acompañar atentamente el debate de los científicos contemporáneos a respecto del asunto. En nuestros días, varias escuelas como la psicología transpersonal, se basan en experiencias transcendentales y se pautan en el argumento de la inmortalidad. Son varios profesionales del área de salud mental que publican libros relatando experiencias de muerte provisional. Hay, sin duda, actualmente, un movimiento holístico buscando una interpretación global del hombre. Los vientos de las revelaciones espiritistas soplan firmes y fuerte y los laboratorios científicos de la academia humana pasan a considerar la plausibilidad del ser inmortal.
E-Mail: jorgehessen@gmail.com
Site: http://jorgehessen.net
FONTES:
1- Disponible en Aceso el 22 de marzo de 2005
2- El libro "Life after Life", del Dr. Raymond A. Moody (investigador no espiritista), "bestseller" en los EUA, es uno de esos libros que nos habla de esas experiencias inusitadas, ahora complementado con el nuevo libro "Reflections on Life After Life", que nos trae el resultado de nuevas entrevistas con los que permanecieron algunos instantes en la otra dimensión de la vida.
3- Disponible en www.espirito.org.br/portal/ artigos/jose-lucas/eles-morreram.html> Aceso el 31 de marzo de 2005.
4- Publicado en el Correio Braziliense de 20/09/94.
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