A LUZ NA MENTE

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segunda-feira, 28 de setembro de 2009

MASTURBACIÓN





Traducido por: Merchita
E-mail: merchitacruz@gmail.com

Muchas personas viven profundas angustias en torno a las directrices comporta mentales en el área sexual y eso es comprensible en el estado de la humanidad. Por eso, escribimos algunos argumentos sobre el tema, a fin de que podamos con la Doctrina espirita aprender un poco más.

El Espiritismo explica basado en el libre albedrío, en el transcurso de vidas anteriores y en la evolución moral de cada uno, como deben ser tratados estos asuntos. Recordando siempre que "cada caso es un caso muy particular".

Una de esas ansiedades es la masturbación, que según Sigmund Freíd, esta envuelta en mucho preconcepto, gracias al dogmatismo religioso que estigmatiza la sexualidad. Esta lejos la época en que se decretaba que la masturbación conducía a la locura y al infierno. Normal en el adolescente que está descubriendo la sexualidad, frecuente en los corazones solitarios, el problema es que ella favorece la biciación aguzando el psiquismo del individuo con la sensualidad avivada. Por otro lado, opta a la sublimación de las energías sexuales, cuando las circunstancias nos convocan a la castidad, incitándonos a canalizarlas para las realizaciones más ennoblecedoras. Vale decir: hay una energía sexual que precisa ser controlada, no necesariamente a través de la práctica sexual, más direccionala a otras actividades, inclusive la practica de la caridad.

La conciencia nos susurra que la relación sexual presume de dos compañeros. El autoerotismo no deja de ser una búsqueda de "placer" egoísta, por eso mismo, toda prudencia es imprescindible. En el área sexual, urge la vigilancia permanente, pues, en la mayoría de las veces al masturbarse, la criatura no está solitaria como imagina. Los espíritus de las sombras, viciados en el sexo, muchas veces estimulan este vicio solitario, perjudicando los matrimonios cuando el compañero opta por masturbarse. Entretanto, es necesario considerar que cada caso es un caso, sin desconsiderar jamás que el equilibrio y la disciplina mental precisan ser alcanzados. Por eso el Espíritu Emmanuel, en el libro "El Consolador", cuestión 184, psicografiado por Chico Xavier, nos orienta que "En vez de la educación sexual para la satisfacción de los instintos, es imprescindible que los hombres educen su alma para la comprensión sagrada del sexo".

El uso indebido de cualquier función sexual produce disturbios, desajustes, carencias, que solamente la educación del hábito consigue armonizar. Al final, el hombre no es solo apenas un puñado de sensaciones, más, también, lo es de emociones, que pueden y deben ser dirigidas para objetivos que lo promuevan, en los cuales centralice sus intereses, motivándolo a esfuerzos que serán compensados por los resultados benéficos.

La vida saludable en la esfera del sexo proviene de la disciplina, de la canalización correcta de las energías, de la acción física: por el trabajo, por los deportes, por las conversaciones edificantes que proporcionan resistencia contra los aprisionamientos de la sensualidad, auxiliando al individuo en la conducta. Muchas personas consideran el placer apenas como siendo una expresión de la lascivia, y se olvidan de aquello que provienen de los ideales conquistados, de la belleza que se expande en todas partes y puede ser completada, de las encantadoras alegrías del sentimiento afectuoso, sin poseer, sin exigencia, sin la circunstancia carnal.

¿Será que debemos aprender que el Espiritismo prohíbe toda actividad sexual? De modo alguno. El Espiritismo no prohíbe nada. Deja al libre albedrío, la decisión consciente que cada uno a de tomar. Se limita a dar orientación y a demostrar que las actitudes mal tomadas dan intranquilidad e insatisfacción y nos coloca delante la realidad y ventajas del uso consciente de la vida.

La Doctrina Espirita presenta la sexualidad despojada de la connotación religiosa dogmática que consagro el sexo pecaminoso, sucio, prohibido y demoníaco. Todavía, no legitima el encuadramiento de la sociedad actual que consustanció el sexo como objeto de consumo, libertino y trivial. La propuesta espiritista es de energía creadora que necesita estar sedimentada por la lógica y por el sentimiento, por el respeto y entendimiento, por la fidelidad y amor, a fin de proporcionar la excelsitud y la paz, o sea, "¡el sexo para la vida y no la vida para el sexo!"

Para Emmanuel, en el libro "Vida y Sexo", ante las proposiciones al respecto del sexo, es justo sintetizar todas las digresiones posibles en las siguientes normas: No prohibición, más si educación; no abstinencia impuesta, más si empleo digno, con el debido respeto a los otros y así mismo; no indisciplina, más si controlando; no impulso libre, más si responsabilidad. Fuera de eso, es teorizar simplemente, para después aprender o reaprender con la experiencia. Sin eso, será engañarnos, luchar sin provecho, sufrir y recomenzar la obra de sublimación personal, tantas veces cuantas se hicieran precias, por los mecanismos de la reencarnación, porque la aplicación del sexo, ante la luz del amor y de la vida, es asunto pertinente a la conciencia de cada uno.

Nadie se burila de una día para otro. Conversiones religiosas exteriores no alteran, de improviso, los impulsos del corazón. Nos hallamos muy lejos de la meta para alcanzar el proyecto del acrisolamiento sexual. A rigor, nadie de nosotros consigue conocerse tan exactamente, hasta el punto de saber, hoy, cual es el tamaño de la experiencia afectiva que nos aguarda en el futuro. ¡No hay como penetrar en las conciencias ajenas y cada uno de nosotros, ante la Sabiduría Divina, es un caso particular, en lo que atañe al amor, reclamando comprensión. En vista de eso, mucho de nuestros errores imaginarios en la Tierra son caminos ciertos para el bien, al paso que muchos de nuestros aciertos hipnóticos son trillas para el mal del que nos despojaremos, un día!…

La energía sexual, como recurso de la ley de atracción, en la perpetuidad del Universo, es inherente a la propia vida, generando cargas magnéticas en todos los seres, cara a las potencialidades creativas de que se reviste. A la medida que la individualidad evoluciona, pasa a comprender que la energía sexual envuelve el impositivo de discernimiento y responsabilidad en su aplicación. Por eso mismo, debe estar controlada por valores morales que le garantizan el empleo digno, sea en la creación de formas físicas, aseguradora de la familia, o en la creación de obras beneméritas de la sensibilidad y de la cultura para la reproducción y extensión del progreso y de la experiencia, de la belleza y del amor, en la evolución y mejoramiento de la vida en el Planeta.

En las ligaciones afectivas terrenales encontramos las grandes alegrías. No en tanto, es también dentro de ellas que somos habitualmente enfrentados por las más duras pruebas. Sin embargo no percibimos de inmediato, recibimos, casi siempre, en el compañero o en la compañera de la vida intima, nuestros propios reflejos.

Analicemos el matrimonio, por ejemplo, que puede perfectamente ser precedido de dulzura y esperanza, más eso no impide que los días subsiguientes, a su marcha incesante, tengan los cónyuges los resultados de las propias creaciones que dejaron a tras. Marido y mujer, en los compromisos del hogar, precisan reaprender en la escuela del amor, reconociendo que, por encima de la conjunción corpórea, fácil de concretizarse, es imperioso que la pareja se case, en espíritu - siempre más en espíritu -, día a día. Hasta porque extinguida la hoguera de la pasión en la revuelta de la organización domestica, resurge de la combustión el oro vivo del amor puro, que se valoriza, cada vez más, de alma a alma, habilitando al matrimonio para más altos destinos en la Vida Superior, hasta porque es el Espíritu quien ama y no el cuerpo, de suerte que, disipada la ilusión material, el Espíritu ve la realidad que transciende a la vida física.

Urge considerar que la Voluntad de Dios, en la esencia, es el deber en su más alta expresión trazada para cada uno de nosotros, en el tiempo llamado "hoy". Y si el "hoy" yace viciado de complicaciones y problemas, al repuntar del "pasado", depende de nosotros la armonía o el desequilibrio del "mañana". De esta manera, el instinto sexual, revelando amor en expansión incesante, nace en las profundidades de la vida, orientando a los procesos de la evolución.

Importa considerar que delante del sexo, no llamas, de ningún modo, al frente de un despeñadero para las tinieblas, más si delante de la fuente viva de las energías en que la Sabiduría del Universo situó el laboratorio de las formas físicas y la usina de los estímulos espirituales para la ejecución de las tareas que tomamos, en régimen de colaboración mutua, visando el rendimiento del progreso y del perfeccionamiento entre los hombres.

CAD hombre y cada mujer que aun no se angelizó o que no se encuentra en proceso de bloqueo de las posibilidades creativas, en el cuerpo o en el alma, trae evidentemente, mayor o menor porcentaje de deseo sexuales, para expresarse por la sed de apoyo afectivo. Es claramente en los cultivos de la experiencia, errando y acertando y tornando a errar para acertar con más seguridad, que cada uno de nosotros - los hijos de Dios en evolución en la Tierra - conseguirá sublimar los sentimientos que nos son propios, de manera para erguirnos, en definitiva, para la conquista de la felicidad celeste y de Amor Universal.


Jorge Hessen
E-Mail: jorgehessen@gmail.com
Site: http://jorgehessen.net

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