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Brasil carga un trofeo nada confortable: es el campeón mundial del aborto, donde, lamentablemente, la tasa de interrupción del embarazo supera la tasa de nacimiento. Esta situación hizo surgir en el país grupos crueles dispuestos a legalizar el aborto, tornarlo fácil, accesible, higiénico, jurídicamente correcto. Sus adeptas defienden, entre otras tesis, el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo, las condiciones socio económicas para educar al hijo, la violencia sexual contra la mujer, problemas de malformación fetal, gravidez indeseada, rechazo del hijo por el padre.
Evocan, por medio de sonoros femeninos, las pésimas condiciones en que son realizados los abortos clandestinos. Con todo, nadie se engaña que el aborto oficial va a sustituir al aborto criminal. Al contrario, ira a aumentar. “El continuará siendo hecho por medio del secreto y no controlado, pues la clandestinidad es cómplice del anonimato y no exige explicaciones.” (1)
“Es inadmisible que pequeñísima parcela de población brasileña, constituida por algunos intelectuales, políticos y profesionales de lo medios de comunicación y embebida de principios materialistas y relativistas, venga a ejercer tamaña influencia en la legislación brasileña, en oposición a la voluntad y a las concepciones de la mayoría del pueblo y contrariando la propia carta Magna de 1988. “(2) Otra cuestión es: ¿legalizándose el aborto, estarían todos los obstetras disponibles para la práctica abortiva? ¿Seria posible en el ámbito de la ética médica, conciliar una medicina que cura con una medicina que asesina? “Personalmente, entiendo que el hombre no tiene derecho a quitar la vida a nadie, sea por la pena de muerte, sea por el aborto, sea por la eutanasia.” (3)
Chico Xavier amonesta: “si años pasados hubiese la legalización del aborto, y si aquella que fue mi madre querida entrase en la aceptación de semejante legalidad, legalidad profundamente ilegal, yo no habría tenido mi actual existencia, en la que estoy aprendiendo a conocer mi propia naturaleza y a combatir mis defectos, y a recibir el amparo de tantos amigos, que como usted, como todos aquí, nos oyen y tantos nos auxilian.”(4)
Importa reconocer que el primero de los derechos naturales del hombre es el derecho de vivir. El primer deber es defender y proteger su primer derecho: la vida. Chico aun advierte “admitimos sea suficiente breve meditación, en torno del aborto delictuoso, par reconocer en el uno de los grandes abastecedores de las molestias de la etiología obscura y de las obsesiones catalogadles en la patología de la mente, ocupando vastos departamentos de hospitales y prisiones. “(5) A la luz de la reencarnación, realmente, el hijo que no es aceptado en el hogar, por la gravidez interrumpida, penetrará un día en nuestra casa, en la condición de alguien de conducta anti social. Aquel que expulsamos de nuestro abrigo reaparecerá porque el puede ser punido por nuestra irresponsabilidad, más seremos justificados en nuestra irreflexión, a través de las leyes soberanas de la vida.
El médium Divaldo Franco asevera que “aquel hijo que nosotros expulsamos, por la interrupción en el cuerpo, volverá hasta nosotros, quizás, en un cuerpo extraño, generado en un acto de sexualidad irresponsable. Por una concepción de naturaleza infeliz, volverá hasta nosotros, en la condición de desheredado, no raro, como un delincuente.”(6) El aborto practicado bajo cualquier justificativa, aun mismo delante de regulaciones humanas, es un crimen ante los estatutos de Dios. Por eso Chico Xavier resalta “los padres que cooperan en los delitos del aborto, tanto como los ginecólogos que lo favorecen, van a sufrir los resultados de la crueldad que practican”. (7) se registra que, si no hay legislación humana que identifique de inmediato el despreciable infanticidio, en los reductos familiares o en la bruma de la noche, y a los que sumergen en la torpeza del aborto, “los ojos divinos de Nuestro Padre los contemplan desde el Cielo, llamando, en silencio, las pruebas de reajuste, a fin de que se expurgue de la conciencia la falta indisculpable que perpetran. “(8)
Otra discusión que también se levanta es la legitimidad, o no, del aborto, cuando la gravidez es consecuente con un acto de violencia física. En el caso de estupro, cuando la mujer no se sienta con la estructura psicológica para criar al hijo, la Ley debería facilitar y estimular la adopción de la criatura nacida, a la inversa de promover su muerte legal. “El Espiritismo, considerando el lado trascendente de las situaciones humanas, estimula a la madre a llevar adelante la gravidez y hasta aun mismo la creación de aquel hijo, superando el trauma del estupro, porque aquel Espíritu reencárnate tendrá, posiblemente un compromiso pasado con la genitora.”(9) Recordando también que “El gobierno debería tener departamentos especializados de amparo material y psicológico para todas las gestantes, en especial, a las que cargan la pesada carga del estupro.” (10) Por eso es perfectamente lógico que el aborto preveniente del estupro no deba ser autorizado, porque al ser concebido no puede ser punido por hechos no queridos que determinan su vida.
Otra cuestión defendida por los abortistas es el aborto “terapéutico”. Si el aborto, en tiempos idos, era usado con el pretexto de la terapia, se debía a falta de conocimientos médicos. Recuerdo que en un aula inaugural del Dr. Juan Batista de Oliveira y Costa Júnior a los alumnos de Derecho de la USP en 1965 (instituida ¿”por qué el aborto terapéutico?”) Dijo que el aborto “no es el único medio, al contrario, es el peor medio, o mejor, no es medio alguno para salvarse la vida de la gestante”, Divaldo Franco reflexiona sobre el asunto con el siguiente comentario: “el aborto, aun mismo terapéuticos inmoral, según el conocimiento médico, (…) ¿porque interrumpe el proceso reparador que la vida impone al espíritu que se reencarna con deficiencia? ¿Será justo impedirle de evolucionar, por egoísmo de la gestante?” (11) el médium baiano recuerda, aun, “es torturante para la madre que carga en el vientre un ser que no vivirá, más se tata de un sufrimiento programado por las Soberanas Leyes de la Vida”. (12) es más “según benefactores espirituales, la Tierra viene recibiendo verdaderas legiones de espíritus sufridores y primarios, que se encontraban retenidos en regiones especiales y ahora están teniendo oportunidad de optar por el bien de si mismos”. (13)
Si los tribunales del mundo condenan, en su mayoría, l practica del aborto, “Las Leyes Divinas, por su turno, actúan inflexiblemente sobre los que alucinadamente lo provocan. Fijen esas leyes en el tribunal de las propias conciencias culpables, tenebrosos procesos de rescate que pueden conducir al cáncer a la locura, ahora o más tarde. (…) (14)
Si la futura madre corre el riesgo de la vida, el aborto tiene otra connotación conforme consta en la cuestión 359 de El Libro de los Espíritus, donde los mentores que orientaban a Kardec advierten que solo es admisible el aborto inducido cuando hay grave riesgo de vida para la gestante. (15) es oportuno asegurar, con la evolución de la Medicina difícilmente se configura, hoy, una situación de esa naturaleza. “La literatura espirita es prodiga en ejemplos sobre las consecuencias funestas del aborto delictuoso, que provoca en la mujer graves desajustes peri espirituales, al reflejarse en el cuerpo físico, en la existencia actual o futura, en la forma de cáncer, esterilidad, infecciones renitentes, frigidez” (16)
Es obvio que no lanzamos los anatemas de la condenación impiadosa a aquellos que están perdidos en el corredor oscuro del error ya cometido, hasta para que no caigan en la valla profunda del desaliento. Expresamos ideas cuyo propósito es iluminarlos con el deseo de esclarecerlos para que divisen más adelante, la opción del Trabajo y del Amor, sobretodo en las adopciones de hijos rechazados que actualmente amontonan en los orfanatos. “Es preciso también saber que la ley de causa y efecto no es una estrada de mano única. Es una ley que admite reparaciones; que ofrece oportunidades ilimitadas para que todos puedan expiar sus engaños. “(17) Errar es aprender, mientras tanto, al revés de fijarse en el remordimiento, precisan aprovechar la experiencia como una buena oportunidad para el discernimiento futuro.
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FONTES:
(1)Aborto - breves reflexiones sobre el derecho de vivir Genival Veloso de Francia
(2)Manifiesto Espírita sobre el Aborto Federación Espírita Brasileña Manifiesto aprobado en la reunión del Consejo Federativo Nacional de la Federación Espírita Brasileña, los días 7, 8 y 9 de noviembre de 98
(3)Pena de Muerte para el Nascituro Ives Gandra de la Silba Martins Profesor emérito de las Universidades Mackenzie y Paulista y de la Escuela de Mando y Estado-Mayor del Ejército Presidente de la Academia Internacional de Derecho y Economía y del Consejo de Estudios Jurídicos de la Federación del Comercio del Estado de São Paulo Vicepresidente de la PROVIDAFAMÍLIA, in El Estado de São Paulo 19 de septiembre de 1997.
(4)Disponible en http://www.editoraideal.con.br/chico/preguntas-21.htm, acessado en 15 de marzo de 2006
(5)Xavier, Francisco Cândido. De la obra: Religión de los Espíritus, dictado por el Espíritu Emmanuel. 14la edición. Río de Janeiro, RJ: FEB, 2001.
(6)Cf. Divaldo Franco en entrevista para Revista Espírita Allan Kardec, disponible en acessado en 10/03/2006
(7)Xavier, Francisco Cândido. Leyes de Amor, dictado por el Espíritu Emmanuel, SP: Ed FEESP, 1963.
(8)Xavier, Francisco Cândido. De la obra: Religión de los Espíritus, dictado por el Espíritu Emmanuel. 14la edición. Río de Janeiro, RJ: FEB, 2001.
(9)Cf. Manifiesto Espírita sobre el Aborto Federación Espírita Brasileña Manifiesto aprobado en la reunión del Consejo Federativo Nacional de la Federación Espírita Brasileña, los días 7, 8 y 9 de noviembre de 98
(10)Respeto al Embrión y al Feto Laércio Furlan http://www.espirito.org.br/portal/artículos/diversos/aborto/respeto-al-embriao.html
(11)El periódico Hoja Espírita, edición de enero de 2005.
(12) Ídem
(12) Ídem
(13)Peralva, Martins.El Pensamiento de Emmanuel.Cap. I Río de Janeiro: Editora FEB, 1978
(14)Kardec, Allan. El Libro de los Espíritus. RJ: Ed FEB, 2003, perg. 359.
(15)Simonetti, Richard.Quién tiene miedo de la muerte, SP:Editora CEAC, 1987
(17) De Lima, Cleunice Orlandi. A Quién Ya Abortó - artículo - disponible en http://www.espirito.org.br/portal/artículos/diversos/aborto/a-quién-ja-abortó.html
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