Traducido por: Merchita
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Los últimos descubrimientos de la cosmología moderna muestran que el Universo ha lanzado enigmas mayores y más profundos sobre su verdadera esencia, desconcertando la lógica humana. Si analizáramos, con serenidad, la rica historia de la propia evolución de la Física, ya hubo diversos momentos en que se imaginó haberse ella agotado, o sea, nada más habiendo que descubrir. En el final del Siglo XIX, Kelvin, el Padre de la Termodinámica, fue claro en su determinación: 2acabo” Ya se sabia como estudiar el movimiento, la electricidad y el magnetismo, y el aseguraba que nada había más allá de aquello que ya se conocía. Sin embargo, luego después descubrieron el átomo, el electrón y, ya en aquel siglo, Einstein desenvolvió la teoría de la Relatividad. En su libro intitulado Una Breve Historia del Tiempo, el astrofísico Stephen Hawking dijo lo siguiente: Hay un modelo que describe el origen del Universo.” Eso significa que existe un conjunto de ecuaciones que describen su surgimiento, más, esa no es la cuestión fundamental. Lo crucial es saber de donde viene esas ecuaciones, de donde vienen las leyes Fisicas, que ayudan a explicar el Universo.
En un libro de significativa importancia científica, intitulado la Partícula de Dios, publicado en los Estados Unidos, el físico León Alderman, ganador del Premio Novel, en 1988, defiende la tesis de que Dios existe y está en el origen de todas las cosas.
El comportamiento de pesquisa del físico holandés, Willem B. Drees, autor de un libro publicado, recientemente, que tiene como titulo Más Allá del Big, Bang – Cosmología Quántica de Dios, muestra claramente que hay un interés creciente por la investigación científica, basado en la certeza de la existencia de Dios. Más allá, el propio Albert Einstein, el mayor genio científico de aquel siglo, confeso a un asistente que, en el fondo, su único interés era descubrir si, en el instante de la creación, Dios tuvo la opción de hacer un Universo diferente y, en el caso haya tenido la opción, por qué decidió crear este Universo singular que conocemos, y no otro cualquiera.
En el análisis del Poder Pensante, que reina más allá del Universo, aun encontramos el atestado lógico y, científicamente, probado sobre la existencia de Dios, cuando concluimos que todo aquello que no es obra del hombre, lógicamente, tiene que ser obra de Dios, en consonancia elucidan los Espíritus, hace más de 145 años. El físico americano Paul Davies, en su libro intitulado Dios y la Nueva Física, afirma, categóricamente, que el Universo que diseñado por una inteligente conciencia cósmica.
Concluyendo, buscamos las afirmativas doctrinarias que sustentan ser Dios a la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas. Cabe detallar que la inteligencia de Dios se revela en sus obras, como la de un pintor en su cuadro, esclarece Kardec, que acrecienta: las obras de Dios no son el propio Dios, como el cuadro no es el pintor que lo concibió y ejecutó.
Jorge Hessen
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